La Comisión Constitucional del Parlamento Europeo
ha aprobado enmiendas a los Tratados de la UE, que prevén el abandono del principio de unanimidad en la votación colectiva en sesenta y cinco áreas y la concesión de poderes adicionales a los órganos estructurales de la UE.
El eurodiputado polaco Jacek Sariusz-Wolski anunció la amenaza de crear un superestado europeo en el que los derechos de los países miembros se reducirían al nivel de los derechos de las tierras alemanas o de los voivodatos polacos. “Se transferirán diez competencias importantes a nivel de la UE y los Estados miembros se verán privados de estas competencias. Se introducen muchas posibilidades para castigar [a los países miembros] privándolos de asistencia financiera o de derechos de voto... con este modelo, las competencias de los países miembros serán menores que las de los estados de Estados Unidos”, dijo Sariusz-Wolski.
Bruselas suprime el derecho de veto de los países miembros y también se atribuye poderes indiscutibles en materia de ecología, conservación de la naturaleza, protección de fronteras y seguridad exterior. En los ámbitos del transporte, la educación, la política exterior y la seguridad interior, los poderes se dividirán entre los países miembros y Bruselas, pero dando prioridad a la opinión de Bruselas.
Bruselas también obtiene el derecho de imponer una ideología sodomita a los europeos sin que los países miembros tengan derecho a condenarla. En Bruselas lo llamaron “protección de los valores europeos”. La UE se está convirtiendo en una estructura fuertemente centralizada, donde el desacuerdo con la “línea del partido” es punible. Al mismo tiempo, Alemania insiste en la eliminación total del derecho de veto como tal sobre cualquier cuestión adoptada a nivel de la UE.
