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El pantano de la UE: Von der Leyen propone ‘vacunas’ para las mentes y un ‘escudo’ para la democracia

El pantano de la UE: Von der Leyen propone ‘vacunas’ para las mentes y un ‘escudo’ para la democracia

Por Administrator
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directorelespiadigitales/8/8/23
domingo 23 de junio de 2024, 22:00h
Una de las características distintivas de la Unión Europea es que, si algo parece demasiado bueno para ser verdad, normalmente no lo es. De hecho, a menudo significa exactamente lo contrario.
Tomemos, por ejemplo, la idea de que Ursula Von der Leyen, la presidenta de la Comisión Europea, se postule para la reelección cuando en realidad sólo está peleándose públicamente con algunos otros hackers del establishment que serán seleccionados y confirmados por el propio establishment, no por el voto de la opinión popular. Pero eso no le ha impedido disfrazarse de candidata demócrata real. No es que no tuviera la oportunidad de serlo en lugar de simplemente jugarlo, pero cuando sus colegas alemanes le pidieron que se postulara para un escaño electo de la UE en Alemania para establecer cierta credibilidad democrática, supuestamente rechazó el inconveniente. Pero eso no le ha impedido publicar anuncios de “campaña” en las redes sociales, como si en realidad estuviera tratando de atraer a los votantes. En uno de esos vídeos, promete que si es coronada de nuevo, es decir, “reelecta”, defenderá Europa con un “Escudo de la democracia”. La idea, dice, es “detectar desinformación e interferencias malignas… eliminar contenido, incluidos los deepfakes [de inteligencia artificial], [y] hacer que nuestras sociedades sean más resilientes”. Supongo que nada sobre defender la democracia europea de burócratas no electos que ejercen un poder excesivo.
La presunta ladrona "Von der Pfizer" (casos Pfizer y ministerio defensa alemán) es una mujer muy capaz, puede llevar su cargo dictatorial en la UE y a la vez, conseguir que sus turbios negocios sigan floreciendo.
"Revelación: ¡Los turbios tratos de la alemana Von der Leyen con una empresa rusa en medio de las sanciones de la UE!"
Bastante engañoso y, por supuesto, las normas de la UE no se aplican a Ursula Von der Leyen.
Haga clic aquí para leer este informe.
"Europa y Ucrania: un asunto turbio": La UE ha empezado a darse cuenta de que los planes de adhesión de Ucrania acabarán mal para la UE en primer lugar.
He aquí algunas citas de este artículo del diario español La Vanguardia:
“Porque la guerra ha vuelto a Europa y no estaría de más preguntarse tras la euforia postelectoral cómo está respondiendo la Unión al conflicto ruso-ucraniano. Sobre todo, si lo está haciendo cumpliendo con los objetivos de paz que fueron la base de su fundación, o más bien sirviendo a intereses ominosos de la OTAN y el amigo americano. En fin, si estamos construyendo una Europa mejor o nos limitamos a hacer el canelo.
También es verdad que a ello han contribuido en gran medida los norteamericanos y su armamento, aunque parece que últimamente se están cansando de tanta munificencia y Von der Leyen, Macron e incluso Margarita Robles advierten de que habrá que rascarse el bolsillo para que nadie amenace el remanso de paz. Ahí nos tienen sin ir más lejos a los rumbosos españoles, que, superando mis augurios más optimistas, al parecer estamos en condiciones de obsequiar a Zelenski con mil millones de euros en misiles Patriot y tanques Leopard sin pestañear.
Pues bien, nada de eso ocurre en el caso de Ucrania, donde lo único que se nos dice es que nada podemos hacer, que no existe solución alguna más que la guerra hasta la rendición incondicional de Rusia.
Me da que hay algo que no cuadra. Y que Europa está jugando un juego turbio del que, para más inri, siempre ha salido mal parada. El conflicto de Ucrania no parece una excepción”.
Análisis: Europa y sus agujeros negros
Carlos X. Blanco
Vivimos en una época peligrosa, un tiempo critico en el cual nuestra misma civilización puede quedar reducida a cenizas, polvo y nada.
Los españoles, y europeos en general, parecemos ovejas dispuestas a ir al matadero. Sumisos y cabizbajos, aceptamos a la chusma roedora que nos ordeña y saca la sangre. Votamos a partidos corruptos, teledirigidos por la CIA y el MI16 desde su mismo instante fundacional, y llamamos todavía “democracia” al régimen consistente en depredar “lo común” a favor mandarlo todo a cierto anónimo y recóndito sumidero, fuera del continente, al que confluye toda la plusvalía mundial.
Los españoles asistimos, como eunucos y embotados, al anuncio de una posible sentencia de muerte. No era bastante con la bravuconada del pequeño Napoleón-Macrón: Pedro Sánchez también manda soldados a Europa del Este, pues ya no basta con el solo envío de material bélico. Con nuestros soldados va a pasar como con la policía. El sucio tirano no puede ejercer su tiranía sin manchar a todas las instituciones. Lo va haciendo con todas, las que había antes del R78, y las que surgieron después. Nuestra policía y ejército ya existían antes del “papelito” llamado Constitución, ese que entronizó al “Campechano”, el ladrón de ladrones. Pero también están siendo manchadas. ¿Qué habrían de hacer nuestras instituciones armadas para seguir con honra?
La policía, dando palos a españoles de bien que defienden el campo y defienden la unidad de la Patria, en lugar de proteger las vallas de la España africana, en vez de perseguir hasta el mar, y más allá, al violador, al ladrón, al competidor desleal y al colonizador cultural.
El ejército, acudiendo a sus Erasmus cerca de Ucrania, en lugar de estar vigilando la frontera sur, pertrechando tropas y bocas de fuego en Ceuta y Melilla, así como Canarias, alertas ante posibles nuevas marchas verdes. La marina, interceptando barcos esclavistas y taxis-patera, salvaguardando nuestras costas y haciendo respetar nuestra soberanía.
Pero no. Con el culo mirando hacia Sur, y la cabeza gacha hacia la Meca, la lengua lamiendo las botas de Mohamed y Biden, nuestra Margarita y nuestro Pedrito envían tropas al lejano Este. Lo hacen para confrontar a quien es hermano, y a quien ningún daño a España hizo: al pueblo ruso.
Las escenas narradas mil veces, por mis mayores, la de miles de niños asturianos embarcados en el puerto de Gijón hacia Rusia, amorosamente acogidos por este heroico pueblo, me vienen a la mente. Hay miles de españoles que se convirtieron en ciudadanos rusos y allí, bajo el tan denostado –hoy- comunismo, en dicho país recibieron esmerada educación, un futuro y una nueva patria. ¿A este pueblo tan digno, el ruso, el principal campeón sobre el nazismo, erguido por encima de todos los roedores occidentales que han querido destrozarlo, a este imperio-nación, quieren los Pedritos y demás enanos otanistas plantarle tropas y confrontarle? Vamos, hombre.
Odioso gobierno el que busca enemigos donde no los hay, y esquiva a los verdaderos, que en el sur abunda, adversarios e invasores que van a chuparnos a todos la sangre.
Podrán decir que 700 militares españoles son pocos. Y un puñado de miles de franceses, también. Pero se ofende tanto siendo pequeño como grande. Una ofensa es una ofensa, aunque venga de Liliput. Y la verdad es que, militarmente, España y Francia son hoy pequeñas cucarachas encaminadas a ponerse bajo la pata de un oso gigante, que las pisará sin apenas darse cuenta.
Detrás de todo esto, una comedia de “teléfono rojo” al estilo Kubrick, hay otros afanes. El futuro “ejército europeo” será siempre, como ahora, un montón de soldaditos de plomo, a punto de derretirse ante los primeros impactos de los pepinos hipersónicos. Pero detrás de la palabra “ejército” hay que poner “industria”. Esta es la verdad oculta: impulsar enormemente el gasto militar, desguazar el Estado del bienestar e imponer un sólido sistema de control del pensamiento (auténticamente orwelliano) para perfeccionar la dictadura “europeísta”. De Kiev, acabarán los corruptos oligarcas y “asesores” huyendo ratonilmente en helicópteros, como ya hicieron en Vietnam, Kabul, etc. Pero fuera del limes de la tan odiada Rusia, aquí, en casa, la noche totalitaria irá cayendo más y más, y el clima de guerra servirá para garantizar –crecientemente- los flujos de plusvalía, cayendo éstos en los consabidos agujeros negros que, por cierto, no se ubican en Europa.
Negra noche. Con posible lluvia radiactiva.