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En manos de cipayos

En manos de cipayos

Por Administrator
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directorelespiadigitales/8/8/23
miércoles 03 de abril de 2024, 20:57h
Juan Manuel De Prada
¿Cuántos jóvenes españoles estarían dispuestos a convertirse en carne de cañón en lejanas tierras?
Me he acordado mucho en estos días de aquella célebre frase de Romain Rolland: «Considero odiosa la guerra, pero lo son más aquéllos que la cantan sin hacerla».
Cuando un personajillo tan inane como el meque­trefe gerontófilo Macron hace declaraciones belicis­tas campanudas, amagando con el envío de tropas a Ucrania.. ¿a qué intereses obedece? No a los de su propio país, desde luego, que ya probó sus capaci­dades batalladoras en 1940. Si la Francia de 1940 probó estar reblandecida por la molicie y gangrena­da por la cobardía. ¿qué podríamos decir de la Fran­cia de 2024, cuya juventud cuenta entre sus princi­pales inquietudes con la 'ecoansiedad' y la libertad 'para elegir género'. sino que Macroncito el gerontó­filo es su más evidente epítome?
¿Y qué decir de nuestra Margarita Robles, que lo más cerca que ha estado de afrontar una batalla son aquellos campeonatos de julepe y tresillo que se ju­gaban en el casino de su pueblo? Sabemos que el porcentaje de jóvenes españoles dispuesto a empu­ñar las armas para defender la integridad territo­rial de su propio país es ínfimo. ¿Cuántos jóvenes
españoles estarían dispuestos a convertirse en car­ne de cañón en lejanas tierras cuyas guerras en nada nos competen? Además, como nuestros mequetre­fes gerontófilos y estrategas de julepe y tresillo sa­ben, nuestra participación en esas lejanas guerras no tendría más solución que el apocalipsis atómi­co, una guerra de proporciones devastadores en la que no habría más vencedor que las faunas necró­fagas. ¿Tanto es el desprecio que estos mentecatos nos profesan?
Pero el mequetrefe gerontófilo, como la gran es­tratega de julepe y tresillo están faroleando, por su­puesto. Esta última, incluso, nos ha revelado la ra­zón última por la que cantan la guerra sin hacerla «Es una labor de todos que Europa siga potencian­do sus capacidades de la industria de defensa», ha afirmado. ¡Asquerosos cipayos indignos! Su obe­diencia ciega a los Estados Unidos está dispuesta a causar todavía mayores estragos en la economía de las naciones que conducen al barranco. Después de exigirnos sanciones que sólo han servido para em­pobrecernos y robustecer a Rusia, ahora se dispo­nen a arruinarnos para satisfacer los intereses de la industria militar, desoyendo el consejo lanzado por Eisenhower (que de librar guerras algo más sabía que el gerontófilo macroncito y nuestra estratega de julepe y tresillo): «En los consejos de gobierno, debemos evitar la compra de influencias injustifi­cadas, ya sea buscadas o no, por el complejo indus­trial-militar. Existe el riesgo de un desastroso desa­rrollo de un poder usurpado. No debemos permitir nunca que el peso de esta conjunción ponga en pe­ligro nuestras libertades».
Estamos gobernados por cipayos al servicio de una potencia decrépita y caníbal que, con tal de mantener su dominio mundial, no vacila en utili­zar a los ucranianos como carne de cañón y en con­denar a la ruina a las naciones europeas. ¡Abrid los ojos, españoles!
Publicado en ABC (01/04/2024)