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Mao Tsé Tung: “Si yo fuera un joven argentino, sería Peronista”

Mao Tsé Tung: “Si yo fuera un joven argentino, sería Peronista”

Por Administrator
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directorelespiadigitales/8/8/23
miércoles 15 de noviembre de 2023, 21:00h
Luis Chervo
Podemos decir por las cartas de Perón a Mao y por el memorioso Amigo y Compañero, Carlos Spadone, quien acompañó al líder argentino entre fines de la década del 60 y principios de la del 70, que lo que sentía Perón por Mao era una admiración, de cómo generó un acompañamiento del campesinado, ya que el General Juan Domingo Perón generó un entendimiento pleno con los obreros y las comunidades organizadas, desde de las entrañas mismas de la sociedad Argentina.
Tal el paralelismo que fueron generando, en extremos diversos del Mundo, con necesidades y realidades distintas, que si tomamos el año 1.949, observamos que Mao proclamaba la República Popular China, de la mano de la reforma agraria y sobre la base de las aldeas comunitarias; y Perón, en ese año, proclama, sobre la idea, que venía exponiendo, de la Comunidad Organizada, la enorme Constitución del 49, en donde impone la necesidad de la función social de la propiedad y estableciendo que los beneficios de la Tierra deben servir siempre, al Bien Común de toda la Comunidad.
Estas posiciones son repudiadas por las elites dominantes de un capitalismo salvaje, pues estos caminos van a sanar las diferencias económicas y sociales de los pobladores, con concepciones sociales, y eso lo hacen con espejitos de colores, diciendo que el pragmatismo vence a las ideas, a través de los medios hegemónicos de comunicación que transforman la miseria de los descartables, al mismo nivel que un bombero salva a un lindo gatito colgado de un arbolito de una deliciosa abuelita en Kentucky. Entonces hace de buenos periodistas en los nuevos mercenarios en defensa de los mercados, alejándose cada día más de ser medios que informen, entretengan y formen a la comunidad.
La escritora china Ziying Li dice que ambos líderes están unidos por “compartir el desafío del desarrollo sostenible de sus Pueblos”.
Esta gran estudiosa, vivió en Argentina en el 2.001, y en sus reflexiones dice que “el Peronismo es una corriente de pensamiento, una doctrina política y al mismo tiempo una práctica política”, según leemos en su libro Estudio sobre el Justicialismo de Argentina.
Existe una carta del año 1.965, del 14 de marzo, en la cual Perón alude a la Revolución China, que dirige a Osvaldo Maurin que reside en New York, que dice: "Este mundo occidental, tan mal calificado como Mundo Libre, es una descarada simulación de valores inexistentes, un mundo en decadencia, en el que lo único sublime de las virtudes es su enunciado. Los hombrecillos encumbrados que ven el peligro, tiemblan pero no corrigen. Así vamos marchando hacia el abismo porque otro mundo nuevo, con valores reales, avanza desde Oriente con la intención de tomar el mando de la Historia. O nos liberamos nosotros o nos liberan los chinos”.
Para ubicarnos en tiempo de esa carta, recordamos un hecho histórico que hay que tener presente, en 1.955, en Bandung, Indonesia, se daba forma al Tercer Mundo, en donde se dieron a conocer la firme convicción de respetar los derechos humanos fundamentales de los pueblos, el respeto por la soberanía y la integridad territorial de las Naciones y un tema fundamental, que todas las razas son iguales lo mismo que todas las Naciones, sin importar sus tamaños y fortalezas económicas, por lo cual se bloqueó, la intervención en los asuntos internos de un país con otro, respetando la Justicia y las Obligaciones Internacionales de los Países.
La carta de Perón a Mao llevada por militantes que iban a entrenarse a China
"Desde este difícil exilio, aprovecho la magnífica oportunidad que brinda el viaje de los jóvenes dirigentes peronistas del MRP [Movimiento Revolucionario Peronista], gentilmente invitados por Uds.,….", escribía Perón, en una carta fechada en Madrid el 15 de julio de 1965, en la que se dirige al presidente de la República Popular China, como "Mi querido Presidente y amigo" [Ver texto completo al final del artículo].
La carta es más bien formal, no alude a los motivos del viaje, se concentra en destacar la lucha y la visión comunes con Mao.
"CHINA POPULAR", escribe Perón, así, con mayúsculas, es un "ejemplo" y la "base inconmovible de la Revolución Mundial". Dice que su caída, en 1955, se debió a "la acción nefasta del imperialismo" que impidió "que nosotros cumpliéramos la etapa de la Revolución Democrática a fin de preparar a la clase trabajadora para la plena y posterior realización de la Revolución Socialista". Perón parece así adherir a la idea marxista que veía a su gobierno como una etapa "burguesa" en el camino hacia el verdadero objetivo.

La carta de Perón a Mao
La lucha, dice Perón, es contra "el Imperialismo Norteamericano y sus aliados permanentes -entre ellos ahora, los actuales dirigentes soviéticos". Estas dos potencias, agrega, "se equivocan cuando piensan que con el engaño de una falsa coexistencia pacífica podrán detener la marcha de estos pueblos sedientos de justicia en pos de su liberación".
"Nuestros objetivos son comunes -por eso me felicito de este contacto de nuestros luchadores con esa gran realidad que son ustedes. En lo fundamental somos coincidentes" – insiste- pero hace la salvedad de que "quedan los aspectos naturales y propios de nuestros países, que hacen a sus condiciones socioeconómicas, y que modifican en cierta forma la táctica de lucha". Y se despide asegurando que "nada ni nadie podrá detener la hora de los pueblos".
En 1965, Jorge Rulli estaba en China, recibiendo entrenamiento militar. Junto con Gustavo Rearte, Cacho El Kadri, Carlos Caride y otros, integraba los grupos iniciales de la Juventud Peronista que se iba reorganizando en la Resistencia, en los años posteriores al golpe de Estado que derrocó a Perón en septiembre de 1955.
En 1965, Mao venía del fracaso del Gran Salto Adelante y aún no había lanzado su Revolución Cultural
¿Perón sabía qué iba a hacer a China este puñado de jóvenes peronistas?
"Sí, sabía, pero en definitiva lo del viaje puede haber sido sólo para consolidar el vínculo con ese país; o tal vez para conformarnos a nosotros", reflexiona hoy Rulli, en charla con Infobae. "Me doy cuenta ahora; nunca estuvimos en otra cosa más que un plan eventual", porque -aclara- "la idea de la guerra prolongada nunca fue peronista".
La carta de Perón no cuenta solo por su contenido, sino por el contexto en el cual fue escrita.
Los primeros cinco años de exilio de Perón fueron de gran inestabilidad; en ese período, transitó por Paraguay, Nicaragua, Panamá, Venezuela, y República Dominicana, antes de instalarse en España, donde tampoco tuvo mucha seguridad, donde sólo le otorgaban visa de turista.
Perón en Caracas
Tras el derrocamiento de Perón, la dictadura intenta borrar toda huella de peronismo, hasta en lo simbólico. Luego vendrán varios ensayos de "normalización", basados todos en la exclusión del peronismo.
En 1965, ya ha fracasado el pacto con Arturo Frondizi, que no pudo cumplir la promesa de levantar la proscripción a Perón. Y, en noviembre de 1964, el gobierno radical de Arturo Illia, tras decir que no había exiliados políticos, pide a las autoridades del Brasil que frenen a Perón en la escala en Río y lo devuelvan a España.
Pero, desde 1960, a medida que se evidenciaban las dificultades para estabilizar la situación política en Argentina sobre la base de la exclusión del peronismo, Perón pudo empezar a recomponer un sistema de relaciones en lo internacional, además de tener creciente contacto con fuerzas del interior.
Perón en Puerta de Hierro con un grupo de jóvenes del MPR. A la izquierda, Gustavo Rearte
Por esos años, Perón parece evaluar que el camino de las urnas está momentáneamente vedado y piensa en alguna forma de acción más directa, insurreccional, huelga general, etcétera. En septiembre de 1964, le escribe a Delia Parodi, una de las integrantes de la conducción peronista en el país: "Nuestro camino, en el caso de fracasar en la operación retorno, es más bien el de China o de Cuba, que en la actualidad están ayudando a todos los movimientos de liberación de América. […] Yo no creo como algunos que el fracaso de mi regreso cerraría toda solución al peronismo, porque todavía tenemos en la mano recursos que ni ellos mismos se imaginan. Un viaje mío a China y otro a Cuba podría ser la iniciación de una nueva era en la lucha peronista".
Jorge Rulli matiza esto. "Perón consideraba la vía insurreccional como una alternativa pero no muy apasionadamente. Él volvía una y otra vez a la experiencia de (el general Miguel Angel) Iñíguez [un levantamiento frustrado en 1956]. 'El camión con armas lo hemos perdido', decía, en referencia a uno de los tantos mitos urbanos del peronismo: la imagen de un camión repartiendo fusiles a la gente….", señala Rulli.
Jorge Rulli
"La idea de la guerra prolongada nunca fue peronista; lo que sí alentó Perón fue la creación de las primeras FAP [Fuerzas Armadas Peronistas]".
Rulli también recuerda que Perón habló "un par de veces con el Che Guevara por esos años y le desaconsejó, desde su experiencia militar, ya que no era ajeno al tema, no ir a donde iba [Bolivia]; Perón pensaba como los grandes líderes de la posguerra en crear enormes escenarios y ahí si poner todo, desde la huelga hasta el grupo insurrecto".
Un año después, en 1966, Mao lanzaría la Revolución Cultural, su contraofensiva para recuperar el poder del que se había visto parcialmente desplazado por dirigentes reformistas (entre ellos Deng Xiaoping, quien años más tarde pondría a China en la vía de las reformas que iniciaron su transición al capitalismo y que lograron eliminar progresivamente el hambre y la pobreza más extremas).
¡Mao era casi justicialista! (Perón)
En Yo Perón, Enrique Pavón Pereyra, biógrafo oficial, pone en boca de Perón la siguiente reflexión: "Mao había dividido decididamente al socialismo nacional del internacional, se había negado a hacer causa común con el despojo internacional que, con el nombre de internacional, hacía la URSS. Mao echaba así las bases programáticas sobre las cuales podrían sentarse a charlar las jóvenes repúblicas del Tercer mundo. ¡Era casi un justicialista!"
Para Perón, rusos y norteamericanos estaban de acuerdo, como cuando se repartieron el mundo en Yalta
En el libro El exilio de Perón (Sudamericana, 2017), uno de los autores, Mariano Ben Plotkin dice en un texto del 68 (Latinoamérica ahora o nunca) -escribe Plotkin-, "luego de concluir que la única resistencia posible frente a las oligarquías eran las revoluciones socialistas -aunque con prudencia agregaba 'que cada uno haga la suya, no importa el sello que ella tenga' (…)".
El historiador estadounidense Joseph Page señala que Perón agregaba a "socialismo" el adjetivo "nacional" para "diferenciar la ideología de su Tercera Posición del comunismo al estilo soviético, ya que él estaba a favor del socialismo dentro de un país -de ahí el uso del término nacional- en contraposición al socialismo internacional (Perón, Javier Vergara, 1984)".
En 1973, Isabel Perón visitó China. En la foto, con el primer ministro Zhou Enlai
Plotkin recuerda que, en junio de 1968, Arturo Jauretche le propone a Perón un "Plan de activación" consistente en impregnar a las masas de la doctrina. "Esta impregnación debía tener un carácter 'propositalmente obsesivo y fanático’, al estilo de la Revolución Cultural china", le escribe.
"Perón, más que promover, aceptaba", señala Mariano Ben Plotkin, dando en el blanco respecto a la esencia del estilo omnicomprensivo de conducción de Perón. Como él mismo lo dijo tantas veces, hacía de "Padre Eterno" que bendecía a todos. "Mi misión es la de aglutinar al mayor número posible", explicaba.
“Mi misión es aglutinar al mayor número posible”, decía Perón
Rulli no estaba en el grupo que lleva la carta a Mao, pero a su regreso visita a Perón en Madrid. Le reitera que los cubanos lo invitan a ir a vivir a La Habana. Era un mensaje que, por compromiso, transmitió, pero que no compartía.
"Perón me dice: '¿Qué puedo hacer yo en La Habana?'
– Nada, le digo, quedar aislado.
-Justamente, también Mao me ofreció una casa en China. ¿Y qué voy a hacer yo en China?
. Nada, le respondí
– Aquí lo tengo a Franco, que me trata como turista cuando entro y salgo, pero tengo teléfono y telex. Me controlan, pero ya conozco a los que me vigilan, sé lo que debo hacer".
"(Miguel) Bonasso -dice Rulli- le reprocha que haya elegido a Franco antes que a Castro… no entiende nada. Si Perón se iba a Pekín o a La Habana, no se hubiera dado su regreso al país", concluye Rulli.
¿Por qué no son peronistas? (Mao)
El ensayista Guillermo David, autor de un ensayo sobre Carlos Astrada, dice que "la Tercera Posición aparecía como antecedente concreto de la división en tres mundos hecha por Mao años después. Perón dirá, divertido: 'Ese chinito pícaro me roba las ideas'."
TEXTO COMPLETO DE LA CARTA DE PERÓN A MAO
Madrid, 15 de julio de 1965
Al Sr. Presidente MAO TSE TUNG
Mi querido Presidente y amigo:
Desde este difícil exilio, aprovecho la magnífica oportunidad que brinda el viaje de los jóvenes dirigentes peronistas del MRP, gentilmente invitados por Uds, para hacerle llegar junto con mi saludo más fraternal y amistoso, las expresiones de nuestra admiración hacia Ud., su Gobierno y su Partido; que han sabido llevar a la Nación China el logro de tantas e importantes victorias, que ya el mundo capitalista ha comenzado por reconocer y aceptar.
Su pensamiento y su palabra de Maestro Revolucionario, han calado hondo en el alma de los pueblos que luchan por liberarse -nosotros entre ellos- que nos debatimos, en estos últimos diez años, en marchas y contramarchas propias del proceso de un pueblo, que va preparando las condiciones más favorables para la lucha final. el Imperialismo Norteamericano y sus aliados permanentes -entre ellos ahora, los actuales dirigentes soviéticos- se equivocan cuando piensan que con el engaño de una falsa coexistencia pacífica podrán detener la marcha de estos pueblos sedientos de justicia en pos de su liberación.-
El ejemplo de CHINA POPULAR, hoy base inconmovible de la Revolución Mundial, permite a los hombres de las nuevas generaciones prepararse para la larga lucha con más claridad y firme determinación.
La acción nefasta del Imperialismo, con la complicidad de las clases traidoras, han impedido en 1955 que nosotros cumpliéramos la etapa de la Revolución Democrática a fin de preparar a la clase trabajadora para la plena y posterior realización de la Revolución Socialista. Pero, de la derrota de esa fecha, hemos recogido grandes ejemplos que nos permiten prepararnos con mucha más firmeza, para que nuestro pueblo pueda tomar el poder y así instaurar la era de gobierno de los oprimidos -la clase trabajadora- única capaz de realizar una política de paz y felicidad para nuestro pueblo. Nuestros objetivos son comunes -por eso me felicito de este contacto de nuestros luchadores con esa gran realidad que son ustedes.
En lo fundamental somos coincidentes, y así lo he expresado muchas veces ante nuestros compañeros, la clase trabajadora y peronista de Argentina. Quedan los aspectos naturales y propios de nuestros países, que hacen a sus condiciones socio-económicas, y que modifican en cierta forma la táctica de lucha.
Los compañeros portadores sabrán explicar de viva voz nuestros puntos de vista, y el gran deseo de que la más profunda y sincera de las amistades se consolide entre nosotros.
Reciba, querido Presidente, las seguridades de nuestros mejores sentimientos. Somos confiantes en el triunfo de la justicia y la verdad. Nada ni nadie podrá detener la hora de los pueblos.
Por el triunfo de nuestras comunes luchas, por el triunfo y la felicidad el Pueblo Chino; por la liberación de los pueblos oprimidos, con toda amistad,
Un gran abrazo,
Juan Perón