Defensa

El fin está cerca: La moral ucraniana se hunde. Agente de la CIA: los funcionarios ucranianos sob "ratas que huyen del Titanic"

Administrator | Jueves 18 de enero de 2024
Los legisladores ucranianos reconocen que el fin está cerca, por eso intentan escapar del país, señaló el exagente de la CIA Larry Johnson. La actual estrategia de movilización está abocada al fracaso, por eso el asunto ucraniano no va a prolongarse dos o tres años como algunos han predicho, subrayó.
El exagente de la CIA y exfuncionario del Departamento de Estado, Larry Johnson, comparó a Ucrania con el Titanic, mientras los funcionarios ucranianos intentan escapar del país para evitar una muerte segura en la campaña militar.
"El hecho de que los legisladores ucranianos reconozcan que el fin está cerca, que es por lo que quieren salir, es como esa escena de la película Titanic. Los pasajeros se mueven en una dirección, las ratas en otra. Esto es lo que está pasando en Ucrania en este momento. Las ratas se dirigen a los botes salvavidas", expresó el exanalista de la CIA.
Johnson reaccionó con sorpresa a un reciente reportaje del New York Times en el que el periódico califica a los reclutadores ucranianos de "secuestradores" y detalla sus prácticas brutales, corruptas e ilegales, desde la confiscación de pasaportes a hombres en edad de servir hasta el intento de reclutar a discapacitados mentales.
"El hecho de que el NYT comunicó esta información indica lo grave que es la situación en el país", afirmó Johnson al presentador de Redacted, Clayton Morris.
La oficina del presidente ucraniano, Volodímir Zelenski, se vio obligada a tomar medidas a principios de 2023 para impedir que funcionarios y legisladores realizaran "viajes de trabajo" al extranjero tras una serie de escándalos relacionados con vacaciones en lugares de lujo, mientras el pueblo ucraniano está sumido en el conflicto y trata de sobrevivir.
Zelenski firmó las órdenes que prorrogan la ley marcial y la movilización general, y a principios de diciembre de 2023 reconoció la necesidad de introducir cambios en el sistema de reclutamiento para conseguir un mayor número de efectivos. Previamente, la cúpula militar ucraniana propuso mobilizar entre 450.000 y 500.000 personas más, una tarea que, según algunos observadores estadounidenses, puede resultar imposible, dado que el país ya se ha quedado sin hombres en edad de combatir.
"Muchos de ellos tienen 58 o 68 años, no se encuentran en la flor de la vida ni son capaces de cargar con un petate de 80 kilos a la espalda y correr entre 5 y 10 kilómetros. Además, muchas de estas personas carecen de experiencia militar", destacó.
A su vez, el jefe de la inteligencia militar ucraniana, Kiril Budánov, afirmó que la actual estrategia de movilización está abocada al fracaso.
"Esto permite darse cuenta de que este asunto no va a prolongarse dos o tres años como algunos han predicho. El final está cerca", sentenció el experto.
En Ucrania tienen lugar disturbios políticos, se producen intrigas, subrayó Johnson y recordó la situación cuando el comandante en jefe de las FFAA de Ucrania, Valeri Zaluzhni, dijo que su oficina tenía micrófonos ocultos.
"Esta historia es otro indicador del creciente caos dentro del Gobierno ucraniano y de la menor capacidad de Estados Unidos para controlar los acontecimientos", resumió el analista.
Anteriormente, el New York Times había informado de que Ucrania recurría al reclutamiento forzoso a falta de los voluntarios y estaba intentando reclutar a más mujeres en el Ejército, lo que indicaba que las FFAA ucranianas estaban sufriendo grandes bajas.
La movilización total en el país, el suministro de armas occidentales y la introducción de reservas no solo han fracasado en cambiar la situación en el campo de batalla, sino que también han aumentado el número de bajas entre las tropas ucranianas. El Ministerio de Defensa ruso estimó el costo de la fallida contraofensiva para Ucrania en más de 125.000 soldados y unas 16.000 piezas de armamento.
Interceptaciones de radio revelan que los soldados ucranianos se niegan a entrar en combate
Los militares ucranianos se niegan masivamente a cumplir misiones de combate, según atestiguan las conversaciones interceptadas de los soldados heridos a las que tuvo acceso Sputnik.
"De verdad, gracias a Dios que ya todo está bien. Bueno, el 20% de los pulmones están afectados, pero se están recuperando. Se tuvo que devolver los discos espinales a su sitio porque se salieron. Me dieron masajes, ahora puedo caminar. En resumen, todos se niegan [a ir al frente]. Incluso los conductores se negaron a llevar comida a los chicos y a transportarlos", compartió uno de los heridos.
Según el soldado, la negativa a cumplir las tareas de combate en la unidad, de la que habla en la interceptación de radio, no son casos únicos, sino una tendencia masiva de cinco unidades a la vez.
"No lo sé. El quinto [destacamento] no fue [al frente]. Sí, se negó. Sashkó vino en un [automóvil] Niva, el bajito y gordito. Dijo que se negaron", continuó el militar.
Añadió, que el grupo que fue a la misión sufrió grandes pérdidas, pero el siguiente se negó.
"Pero el cuarto sí fue, y ese fue su final. Dijo que solo quedaron heridos y muertos", contó el soldado.
Otro oficial militar compartió que el mando ucraniano devuelve a todos los heridos leves a sus posiciones muy rápidamente, y por esto no pueden recibir el tratamiento necesario.
"No pasa nada, ya está con sus chicos, ya se dirigen [al frente]. Ya salió del hospital con sus chicos. Los que pueden andar, mantenerse en pie, todos deberían estar allí. Hay chicos con costillas rotas tras el asalto", informó.
Cada vez hay más evidencia de que los militares ucranianos rechazan participar en operaciones de combate. Por ejemplo, a finales de noviembre, el soldado capturado, Bogdán Kumanski, declaró que las Fuerzas Armadas ucranianas, en particular su 118.ª brigada, tenían un número muy elevado de negacionistas y casos de abandono no autorizado de unidades. Según Kumanski, no hay personal suficiente, se les "saca de cualquier unidad solo para cubrir los huecos en la línea del frente", y sin formación. Declaró que nadie quiere ser "carne".
Y a finales de octubre, el teniente coronel retirado de la Milicia Popular de la república popular de Lugansk, Andréi Marochko, informó a Sputnik que oficiales del Servicio de Seguridad de Ucrania y de la unidad de policía nacional ucraniana KORD habían llegado a la ciudad de Kúpiansk para trabajar con soldados de las 14.ª y 32.ª Brigadas Mecanizadas, que rechazaron en masa seguir las órdenes de sus comandantes. Al mismo tiempo, informaron de que las conversaciones explicativas fueron realizadas con el uso de la fuerza.
Ante la negativa masiva de los soldados de las Fuerzas Armadas ucranianas a combatir, Kiev está utilizando tropas de barrera antiretirada. Un video publicado por Sputnik muestra que varios soldados ucranianos que abandonaron sus posiciones tras ser asaltados por cazas rusos, fueron tiroteados por sus compañeros.
Tácticas de Kiev demuestran que sus tropas "ya no están comprometidas" con la causa
Cada vez se conoce de más y más de tropas ucranianas que se niegan a entrar en combate con las fuerzas rusas, mientras los que no están en el campo de batalla tratan de vivir normalmente evitando ser reclutados.
Recientemente el presidente de Ucrania, Volodímir Zelenski, reconoció que muchos de sus compatriotas ya no están comprometidos con la causa de su Gobierno, que llevó al inicio del conflicto con Rusia, próximo a cumplir dos años.
"Incluso Zelenski dice que muchos de sus compatriotas ya no están comprometidos con el conflicto y lo que estoy escuchando de la gente sobre el terreno es que los que no se han ido están tratando de vivir lo más normalmente posible y evitar ser reclutados o directamente llevados al conflicto armado", dijo a Sputnik el analista geopolítico Come Carpentier de Gourdon, al comentar las dificultades en el frente en medio del uso desde Kiev de destacamentos de bloqueo y unidades que se niegan a realizar acciones de combate.
El mandatario ucraniano concedió el 1 de enero una entrevista a la principal revista de negocios del Reino Unido, en la que atacó a Occidente por perder su "sentido de la urgencia" a la hora de apoyar a Kiev, y culpó a sus compatriotas de dejar desvanecer su "sentido de la amenaza existencial" contra Rusia.
"Dándonos dinero o dándonos armas, se apoyan ustedes mismos. Salvan a sus hijos, no a los nuestros", argumentó el jefe de Estado.
"Es evidente que el destino político y personal de Zelenski está ligado al éxito de su política de hacer la guerra 'hasta que Rusia sea derrotada'. La creciente improbabilidad de ese objetivo declarado y autoimpuesto (que le exige la OTAN) lo ha atrapado en una trampa de su propia cosecha. No puede reconocer la derrota de facto sin retirarse de la política y sufrir posiblemente consecuencias difíciles y peligrosas", subrayó el analista.
"Ya no es [útil] para los Gobiernos estadounidense y británico si firma un acuerdo de paz con Rusia, que consagraría la victoria de Moscú", añadió Carpentier de Gourdon.
"El Gobierno de Zelenski y sus aliados occidentales afirman a menudo que no están luchando contra Rusia, sino sólo contra Putin y sus 'ambiciones'", observó. Sin embargo, esta posición retórica suena hueca porque entre los rusos hay un amplio apoyo a la política del Kremlin contra Ucrania y la Organización del Tratado del Atlántico Norte (OTAN), mientras que hasta ahora no ha habido ninguna revuelta popular ni disidencia generalizada, mientras que muchos ucranianos han emigrado a países de la Unión Europea o mismamente a suelo ruso.
En secreto, según Carpentier de Gourdon, los líderes políticos y militares occidentales, junto al mandatario ucraniano, reconocen que no hay esperanzas de recuperar pronto los territorios perdidos de Ucrania.
"Zelenski tiene que admitir lo que le han dicho sus generales: el conflicto no puede revertir la situación actual; lo único que puede conseguir es un coste humano e infraestructural aún mayor para Ucrania", resumió el observador.
Tropas que se niegan a pelear
Los últimos informes desde el frente pintan un panorama cada vez más sombrío para el Ejército ucraniano, tras el fracaso de la contraofensiva del año pasado, una nueva ronda sin precedentes de ataques rusos con misiles y aviones no tripulados, la preocupación de que los aliados de Kiev en la OTAN puedan abandonar a su aliado y el temor a la posibilidad de un avance ruso en algún punto de los 1.000 kilómetros de la línea de frente.
Este 2 de enero, Sputnik obtuvo el audio de una interceptación de radio de comunicaciones entre militares ucranianos que revelaba que algunas unidades se niegan rotundamente a entrar en combate contra las fuerzas rusas.
Dos días antes, Sputnik recibió imágenes espeluznantes que parecían mostrar a tropas ucranianas siendo tiroteadas y recibiendo granadas lanzadas contra ellas por sus propios compañeros, durante un avance ruso de las llamadas fuerzas antirretirada.
Antes de eso, los prisioneros de guerra ucranianos dijeron a Sputnik y a otros medios de comunicación rusos que en algunas unidades abundaban los casos de insubordinación y deserción, y que los servicios de seguridad intervenían en algunas situaciones para "motivar" a las tropas que se negaban a luchar.
Todo esto se produce en un contexto de creciente preocupación en Kiev y en las capitales de los países miembros de la OTAN por la posibilidad de que Estados Unidos y sus aliados no puedan justificar la financiación indefinida del conflicto.
"En resumen, el conflicto de Ucrania puede perderse en la primera mitad de 2024", advirtió el exembajador Ivo Daalder, quien representó a Estados Unidos ante la OTAN, además de que fue funcionario del Consejo de Seguridad Nacional durante la era de Bill Clinton y miembro del Consejo de Relaciones Exteriores, en un artículo de opinión publicado en Politico.

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