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35 años de injusticia; Irán recuerda derribo del vuelo 655 por EEUU

Por Elespiadigital
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infoelespiadigitales/4/4/19
martes 04 de julio de 2023, 20:00h

Irán ha conmemorado el 35.º aniversario del derribo de su avión de pasajeros por misiles guiados de la Marina de los EE.UU. en el Golfo Pérsico.

Redacción

 

Irán ha conmemorado el 35.º aniversario del derribo de su avión de pasajeros por misiles guiados de la Marina de los EE.UU. en el Golfo Pérsico.

La ceremonia ha tenido lugar en la ciudad portuaria de Bandar Abbas, en el sur de la República Islámica; funcionarios locales y las familias de las víctimas de la tragedia, además de condenar el crimen inhumano de Estados Unidos, arrojaron flores a las aguas cercanas al lugar del accidente.

Coreando consignas como “Abajo Estados Unidos” y “Abajo Israel”, los participantes expresar su absoluto disgusto por el acto criminal contra el vuelo 655 de Iran Air.

“La nación iraní nunca olvidará las sanciones y cientos de otros crímenes cometidos por Estados Unidos”, ha dicho este lunes el portavoz del Ministerio de Asuntos Exteriores de Irán, Naser Kanani, en el 35.º aniversario del derribo del avión de Irán Air por parte de Estados Unidos.

De igual manera, el vocer ha reiterado que “Este horrible crimen demostró que el régimen estadounidense no rehúye de cometer ningún tipo de crimen para lograr sus objetivos ilegítimos, a pesar de todos los reclamos de derechos humanos”.

El 3 de julio de 1988, un avión de pasajeros Airbus A300B2-203 de Irán Air, que realizaba un vuelo regular desde Bandar Abbas a Dubái, en los Emiratos Árabes Unidos, fue derribado por misiles lanzados por la marina norteamericana desde el crucero USS Vincennes, sin aviso alguno.

La aeronave de pasajeros volaba a una altitud de 4000 metros con 274 pasajeros y 16 tripulantes. Tras el impacto, la nave se desintegró y cayó sobre las aguas del Golfo Pérsico. Las 290 personas murieron, entre ellos 66 niños.

Los ciudadanos iraníes fueron los más numerosos (238), pero a bordo de la aeronave viajaban personas oriundas de Pakistán, Emiratos Árabes Unidos, la India, Yugoslavia e Italia.

Desde entonces, Irán ha asegurado que se trató de un acto deliberado de agresión estadounidense, sin embargo, Washington presentó su propia versión, bajo argumento que el USS Vincennes confundió el avión comercial con un caza F-14 iraní, pero el buque de guerra estaba equipado con sistemas de radar altamente sofisticados y equipamiento de batalla electrónico para el momento del ataque. El crucero encontraba en la región con el pretexto de prestar defensa a los buques petroleros de Kuwait.

Hasta la fecha, Washington no ha reconocido su culpabilidad por lo ocurrido y tampoco ha presentado disculpas públicas a Teherán. El entonces presidente de EE.UU., Ronald Reagan, ofreció una compensación voluntaria de 250 000 dólares a las familias de las víctimas, pero los familiares declinaron la oferta.

Más tarde, la Casa Blanca calificó las acciones de la Marina como una “defensa justificada” y condecoró la tripulación de la nave militar con órdenes al valor y medallas “por el eficaz cumplimiento de la misión de combate”.

En 1990, el expresidente George Bush (padre) premió al capitán del crucero, William C. Rogers, con la medalla de la Legión al Mérito de los Estados Unidos por su “servicio destacado” durante las operaciones en el Golfo Pérsico. Por esta injusticia, Irán considera que el 3 de julio es una fecha cargada de enorme impunidad internacional.

Derribados a sangre fría: el 35 aniversario del crimen impune de EEUU que mató a 290 civiles en Irán

Cada 3 de julio en Irán se llora por la memoria de compatriotas muertos en 1988. Hace exactamente 35 años se produjo la mayor tragedia en la historia de la aviación iraní: un avión de pasajeros Airbus A300B2-203 de Air Iran, que realizaba un vuelo regular, fue derribado por un misil estadounidense sobre el golfo Pérsico.

A las 10:45, hora de Teherán, cuando el avión salía del aeropuerto de Bandar Abbas, la Marina estadounidense lanzó dos misiles antiaéreos desde el crucero USS Vincennes sin previo aviso ni señal, alcanzando la aeronave de pasajeros a una altitud de 4.000 metros. Como resultado, el vehículo aéreo quedó completamente destruido.

Había 274 pasajeros a bordo, incluidos niños menores de 13 años, y 16 miembros de la tripulación; todos perecieron. Los ciudadanos iraníes fueron los más númerosos (238), pero también viajaban a bordo personas originarias de Pakistán, Emiratos Árabes Unidos, la India, Yugoslavia e Italia. Los restos del avión se hundieron en aguas territoriales iraníes.

Irán afirmó abiertamente que se trataba de un acto deliberado de agresión por parte de Estados Unidos. Washington presentó su propia versión, alegando que su crucero —que se encontraba en la región bajo la excusa de estar defendiendo los buques petroleros de Kuwait— confundió este avión de pasajeros con un caza F-14 del país persa.

La parte estadounidense alegó que la tripulación del crucero intentó contactar con la aeronave por radio, pero no recibieron respuesta. Más tarde se comprobó que EEUU había utilizado frecuencias militares y comerciales de emergencia para las comunicaciones, sin enunciar el código del avión iraní. Como resultado, los pilotos iraníes ni siquiera podían suponer que alguien los estuviera dando avisos o llamándolos para comunicarse.

Es de destacar que Washington nunca ha reconocido su culpabilidad o responsabilidad por lo ocurrido y no ha presentado ninguna disculpa pública a Teherán, sin contar que el entonces presidente norteamericano, Ronald Reagan, ofreciera una compensación voluntaria de 250.000 dólares a las familias de los fallecidos, además de calificar las acciones del Ejército estadounidense de "defensa justificada".

Las familias declinaron la oferta, mientras la tripulación de la nave militar fue condecorada por la Administración estadounidense con órdenes al valor y medallas "por el eficaz cumplimiento de la misión de combate".

Irán inició una demanda contra las autoridades estadounidenses ante el Tribunal Internacional de Justicia de la Organización de las Naciones Unidas (ONU) en 1989, y el proceso se prolongó durante años. La principal condición era conseguir que Estados Unidos admitiera públicamente su culpabilidad y se disculpara, para ser castigado con arreglo al derecho internacional.

No fue hasta 1996 cuando se firmó un acuerdo de conciliación entre ambos países, tras el cual se sobreseyó el caso. Aunque Estados Unidos pagó 131,8 millones de dólares en indemnizaciones, nunca aceptó la responsabilidad de lo ocurrido ni pidió disculpas a las familias de las víctimas iraníes.

Es por ello que Teherán sigue considerando que el 3 de julio es un día de gran injusticia e impunidad internacional tras el crimen estadounidense.

"El ataque premeditado contra un avión de pasajeros iraní y el brutal asesinato de cientos de mujeres y niños inocentes es una manifestación del odio insano de Estados Unidos contra la Revolución Islámica", destacó el líder de la Revolución iraní, el ayatolá Ruhollah Jomeiní.

Consideró, además, que lo más grave de la tragedia es que "un Estado que pretende ser el líder del mundo civilizado, con toda su palabrería hipócrita y sus declaraciones sobre la lucha contra el terrorismo, pueda destruir el progreso humano y dejar a cientos de familias de luto de una forma tan repugnante".

El ayatolá Alí Jamenei, el actual líder supremo de Irán, recordando los acontecimientos de aquellos días, declaro: "el accidente aéreo que sufrió nuestro avión pasajero, derribado intencionadamente por EEUU, (es) el incidente más amargo y quemó literalmente nuestros corazones."