Finian Cunningham
Después de advertencias dramáticas y patentemente escritas de "agresión iraní" por parte de funcionarios estadounidenses, se sigue, convenientemente, un presunto incidente de sabotaje en la región del Golfo Pérsico que implica a Irán.
Mientras tanto, el secretario de Estado norteamericano, Mike Pompeo, presenta con una cara seria que su país no quiere la guerra con Irán. Sus comentarios distorsionan la credulidad dado que las fuerzas estadounidenses han incrementado repentinamente la potencia de fuego en el Golfo Pérsico con el propósito de "responder" a las presuntas infracciones iraníes.
Por lo general, los medios de comunicación occidentales están "informando" (o, mejor dicho, "haciéndose eco") del supuesto sabotaje del incidente como si fuera un hecho, basando su fuente de información en funcionarios saudíes y emiratíes, fuentes que tienen un gran interés en crear un pretexto de guerra contra Irán.
Dadas las grotescas y descaradas mentiras que han emanado del régimen saudí durante el año pasado con respecto al asesinato del periodista Jamal Khashoggi y también sus ejecuciones masivas y bárbaras de disidentes políticos, es nauseabundo cómo los medios occidentales puedan ser tan crédulos citando las afirmaciones de Arabia Saudita como confiables sobre el último supuesto incidente con unos petroleros.
"Dos petroleros sauditas han sido saboteados frente a las costas de los Emiratos Árabes Unidos, lo que representa una amenaza potencialmente grave para los suministros mundiales de petróleo", informa [sic] el británico The Guardian, atribuyendo la fuente de esta información al "gobierno saudí". Lo que el Guardián omitió fue la palabra clave "supuesto" antes de "sabotaje". Observe cómo la impresión dada es de un incidente comprobado con intención maliciosa. La mayoría de los otros medios de comunicación occidentales adoptaron la misma confianza en los reclamos oficiales de Arabia Saudita y Emiratos.
Sin embargo, de manera reveladora, los funcionarios de Arabia Saudita y Emiratos no dieron detalles sobre el "daño significativo" que supuestamente causó a un total de cuatro petroleros.
Lo que parece que sabemos es que los cuatro buques fueron inutilizados de alguna manera en el puerto de Fujairah de los Emiratos Árabes Unidos el domingo por la mañana. La ubicación en el mar se encuentra en el Golfo de Omán, que se encuentra fuera del Golfo Pérsico, a unos 140 kilómetros al sur del Estrecho de Ormuz. Este último es el paso estrecho desde el Golfo de Omán hacia el Golfo Pérsico, a través del cual pasa cada día hasta el 30 por ciento de todo el petróleo crudo enviado a nivel mundial.
La semana pasada, Irán una vez más amenazó con bloquear sus aguas territoriales en el Estrecho de Ormuz "si" los Estados Unidos llevaran a cabo un ataque militar. Tal movimiento de Irán arrojaría la economía mundial al caos en los mercados petroleros. Sin duda, también desencadenaría una guerra total entre los EE. UU. e Irán, con regímenes títeres estadounidenses como Arabia Saudita e Israel para facilitar los ataques contra Teherán.
Hasta el momento, no se han hecho acusaciones oficiales explícitamente contra Irán sobre este último incidente. Pero las implicaciones están significativamente sesgadas para enmarcar a la República Islámica.
El ministro de energía saudita, Khalid al Falih, a quien los medios de comunicación occidentales han citado sin crítica, afirmó que uno de los buques presuntamente atacados estaba en camino de cargar petróleo crudo desde el puerto saudí de Ras Tanura, destinado al mercado estadounidense. El funcionario saudí no dio detalles sustanciales sobre el presunto sabotaje, pero enfatizó que su objetivo era "socavar la libertad de navegación". Hizo un llamado a la acción internacional para "proteger la seguridad de los petroleros". Típica acusación que el autonombrado "policía" global, Estados Unidos (más precisamente, "matón"), invoca todo el tiempo para cubrir sus misiones imperialistas en cualquier parte del planeta.
Cuando Estados Unidos advirtió la semana pasada que estaba enviando una armada de ataque naval al Golfo Pérsico junto con bombarderos B-52 con capacidad nuclear, asumió el derecho de golpear a "Irán o sus representantes" por cualquier presunto ataque a "intereses estadounidenses". La acusación de Washington es tan vaga y subjetiva que se presta a cualquier tipo de provocación.
¿Un petrolero en camino a recolectar crudo de Arabia Saudita para el mercado estadounidense? Eso ciertamente podría ser percibido como como una agresión iraní contra intereses vitales estadounidenses.
La semana pasada, Washington emitió advertencias de que "Irán o sus representantes" estaban preparados para "atacar el tráfico marítimo comercial". Días más tarde, en el momento justo, el presunto sabotaje de cuatro barcos parece encajar en el proyecto teatral.
Irán, por su parte, ha dicho que no iniciaría una guerra con Estados Unidos; que solo actuará para defenderse de cualquier ofensiva estadounidense. El Ministerio de Relaciones Exteriores de Teherán dijo que las últimas afirmaciones de sabotaje eran "altamente alarmantes" y exigieron más claridad a las autoridades sauditas y emiratíes en cuanto a lo que sucedió exactamente.
La solicitud de aclaración es, por supuesto, ¿quién gana con la última escalada en las tensiones? Ciertamente, cumple con los deseos estadounidenses, saudíes e israelíes de intensificar la agresión hacia Irán.
Otra cuestión importante es la ubicación del supuesto sabotaje. Si Irán quisiera llevar a cabo una operación de este tipo, sería mucho más factible hacerlo cerca de las aguas territoriales iraníes en el Estrecho de Ormuz. En serio: ¿qué tan factible es para varios equipos de comando iraníes atacar a cuatro petroleros en aguas a unos 140 km de distancia? Aguas vigiladas por la Quinta Flota de los EE. UU. con base en el Golfo Pérsico.
Todo muy sospechoso, como ya se señaló, no hay información verificable sobre el supuesto sabotaje. Todo lo que tenemos son reclamos de funcionarios saudíes y emiratíes, el mismo tipo de personas que afirman que los periodistas desaparecen en el aire mientras se encuentran en edificios consulares, o que los niños en Yemen son asesinados en ataques aéreos por "error", o que los manifestantes pacíficos de la oprimida minoría chiíta de Saudi, son "terroristas" y ejecutados decapitándolos con una espada.
Y, vergonzosamente, los medios de comunicación occidentales se muestran dóciles y crédulos con esta farsa risible.
Secuenciación, tiempo, fuentes, agenda y motivos más el servilismo dominan los medios de comunicación occidentales. Todo indica que es esta una operación de bandera falsa para incriminar a Irán.
Si no resulta en un pretexto para el ataque militar estadounidense, al menos Washington y sus clientes sauditas e israelíes están tratando de asegurarse de que los lacayos europeos se encuentren empujados a aumentar la guerra económica contra Irán a través del acuerdo nuclear.. Un tratado internacional verificable, por cierto, que ha sido torpedeado por el sabotaje político estadounidense.
Lo que realmente está sucediendo aquí es otro caso descarado de inversión de la realidad. Compare con la mendacidad contemporánea de los Estados Unidos hacia Venezuela, Siria, Cuba, Rusia, China, Corea del Norte, etc. Increíblemente, la agresión criminal estadounidense está siendo nuevamente lavada con una licencia moral por parte de los medios masivos corporativos mentirosos que tienen el descaro de llamar a su descarada propaganda de guerra "servicio de noticias".
De hecho, el régimen de Estados Unidos miente al mundo y nos quiere llevar a una guerra potencialmente catastrófica.
