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Entrevista en exclusiva para Elespiadigital del Primer Ministro de la RASD: "En el Sahara Rajoy está con Zapatero y en contra de Aznar"

Por Elespiadigital
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infoelespiadigitales/4/4/19
domingo 16 de junio de 2013, 15:37h

(Alfonso Lafarga – Elespiadigital.com) El primer ministro de la República Árabe Saharaui Democrática (RASD),  Abdelkader Taleb Omar, tenía la esperanza de que el Gobierno de Mariano Rajoy diese un giro al alineamiento con Marruecos que mantuvo José Luis Rodríguez Zapatero en el conflicto del Sahara Occidental, pero ve con decepción que sigue la misma dirección, inclinado hacía la política marroquí. Ante esto, recuerda que José María Aznar fue favorable a la causa saharaui.

Abdelkader Taleb Omar (1951), veterano dirigente del Frente Polisario, ha ocupado, entre otros cargos, la presidencia del Consejo Nacional Saharaui (Parlamento). Primer ministro desde octubre de 2003, fue ratificado en el puesto por el presidente de la RASD, Mohamed Abdelaziz, el 31 de diciembre de 2011, después del XIII Congreso del Polisario.

En  una entrevista concedida a elespiadigital.com, Abdelkader Taleb Omar acusa a Marruecos de tener responsabilidad en lo que ocurre en el Sahel, donde los grupos terroristas se financian con el tráfico de droga procedente de los cultivos marroquíes, así como de ser el autor intelectual del secuestro de los cooperantes españoles Ainhoa Fernández y Enric Gonyalons y la italiana Rossella Urru, ocurrido en los campamentos de refugiados el 23 de octubre de 2011.

Pregunta.- ¿En que momento se encuentra el largo conflicto del Sahara Occidental?

Respuesta.- Después de la resolución 2099 del Consejo de Seguridad de las  Naciones Unidas, que levantó la iniciativa americana de exigir la ampliación de las prerrogativas de la Minurso para controlar los Derecho Humanos, creo que se ha movido un poco la situación y ha despertado mayor interés. También hay que tener en cuenta  la llegada de François Hollande a la presidencia de Francia, que difiere de la política de Nicolás Sarkozi, así como la posición avanzada  de la Unión Africana (UA). Después de un largo tiempo de apoyo teórico, la UA quiere llevar acciones y políticas más activas en defensa de la causa saharaui. A esto se une  el movimiento social y político que se da en las zonas ocupadas y el  papel que juega Argelia en la zona como la única república estable del mundo árabe. Creo que estos elementos  pueden generar cierta esperanza, aunque no es enorme. Y ahora aguardamos la visita a la región del enviado especial de la ONU, Cristopher Ross.

P.- ¿En este contexto, están satisfechos con la postura del Gobierno español?

R.- No hemos escondido en su momento nuestra crítica al Gobierno de Zapatero por su acercamiento y alineamiento a la política marroquí, que esperábamos enmendaría la llegada del Partido Popular, pero  observamos que siguen en la misma línea y esto nos ha causado decepción. Las perspectivas que había con el nuevo gobierno se están despejando y las inclinaciones hacia la política marroquí están más que demostradas. Mientras, contamos con el movimiento solidario, que sigue prestando ayuda. Decimos y repetimos que España debe aprovechar la ocasión y tener en cuenta la señal que ha demostrado EEUU y seguir en esa dirección.

P.- ¿Qué piden al Gobierno de España?

R.-Lo que exigimos del Gobierno de España es que, como mínimo, defienda que haya control de los Derechos Humanos en el Sahara Occidental. No pedimos ni que reconozca la República Saharaui ni que lleve políticas de sanciones sobre Marruecos. Simplemente un principio aceptado universalmente, que se  respeten los DDHH. Y, también, que sea más activo en la implementación del derecho de autodeterminación del pueblo saharaui.

P.- ¿Fue más favorable a la causa saharaui el Gobierno de Aznar que el de Rajoy?

R.- Efectivamente. No cabe duda de que Aznar tenía posicionamientos más claros a favor de la causa saharaui.

P.- La crisis en Mali desestabiliza el Sahel y  repercute en los campamentos de refugiados ¿Qué intereses se mueven en este conflicto?

R.- Aunque muchos no lo crean, para nosotros son los marroquíes, la política expansionista marroquí que no ha dejado que la Unión del Magreb Árabe se construya, que haya una colaboración entre países. Marruecos alimenta  a esos grupos  de narcotraficantes ligados con bandas terroristas con la exportación de hachís. Hoy  todo el mundo reconoce que cultiva cannabis. Exporta la droga al norte de Mali y gracias a eso los grupos terroristas se han financiado hasta ahora. Marruecos tiene que ver con lo que esta pasando en Mali y su política es una amenaza para la zona.

P.- Hace casi un año fueron liberados los tres cooperantes secuestrados en los campamentos de refugiados, después de nueve meses de cautiverio en Mali. Se barajaron varias hipótesis. ¿Saben con certeza quien esta detrás del secuestro?

R.- Hay un grupo llamado MUYAO (Movimiento para la Unicidad y la Yihad en África Occidental) que se creó inmediatamente después del secuestro y que antes nadie conocía. Ese movimiento realizó el secuestro y aunque dice divulgar el yihadismo en el África Occidental sus operaciones se han dirigido hacia el norte, han ido en contra de Argelia, lo que demuestra que están detrás los marroquíes. Para nosotros y para muchos hay relaciones entre ese grupo y los servicios secretos marroquíes.

P.- Pero en el secuestro intervinieron saharauis.

R.-No puedo decir al detalle que hubiese algún saharaui entre los secuestradores. Es cierto que había alguien que conocía bien el lugar donde vivían los cooperantes y no puedo descartar que alguno fuese saharaui, pero el autor intelectual fue Marruecos, que es quien está interesado en aislar y en asfixiar a los saharauis.

P.- Cuarenta años de conflicto, un referéndum de autodeterminación que  no llega,  las nuevas generaciones que piden un cambio de actitud a la dirección del Frente Polisario e, incluso, volver a la guerra. ¿Cual es el límite de la paciencia saharaui?

R.- Debemos reconocer que la paciencia se hace cada vez más difícil de aguantar y por eso no dejamos de repetir a la comunidad internacional que debe salvaguardar la paz mediante señales que mantengan viva la esperanza  de que la vía pacífica merece la pena y que es rentable. Si no  esto empujará a acelerar ese proceso de volver a las armas.

P.- Ante la falta de solución  ¿hay riesgo de que los jóvenes saharauis miren a grupos como Al Qaeda?

R.- Hasta ahora no se ha dado y esa impaciencia, esa decepción o esa indignación los jóvenes la orientan hacia Marruecos y no hacia ese grupo. Si los jóvenes se convierten en esos u otros grupos como los marroquíes quieren divulgar, las cosas serian de otra forma. Nosotros tenemos miles y miles de jóvenes adiestrados y no están dispuestos al terrorismo ni a Al-Qaeda. Lo que exigen es que terminemos con esta larga situación de ni paz ni guerra y acelerar la solución política.

P.- En los territorios ocupados la población saharaui lleva varios meses de protestas, reprimidas duramente por la policía marroquí según las organizaciones de DDHH. ¿Van a continuar las manifestaciones?

R.- Están aumentando cada vez más. Antes salían decenas,  centenares y ahora son miles y miles; la gente ha perdido el miedo, están cada vez más decididos y van a seguir. Por eso llamamos a los observadores internacionales, a los organismos pro Derechos Humanos para  testimoniar  lo que esta pasando en los territorios ocupados del Sahara Occidental.

P.- Desde el Frente Polisario y las organizaciones solidarias se denuncia constantemente el cerco informativo que padece el conflicto del Sáhara.

R.-  Marruecos quiere esconder lo que esta haciendo.  Marruecos ha ido en contra de la ampliación de la prerrogativa de la Minurso para controlar los DDHH porque tiene algo que esconder, es la demostración de que quiere  esconder sus acciones represivas. El Polisario quiere que todo el mundo sepa lo que esta pasando, torturas, presos políticos, desaparecidos…

P.- ¿Cree que en la prensa española se presta el debido interés al conflicto del Sáhara?

R.- Yo no puedo acusar a los medios de comunicación españoles sino a Marruecos, que bloquea y no permite que los medios de comunicación entren en el territorio para hacer conocer la realidad de lo que allí ocurre.