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La manera como AMLO le hace el juego a Soros en el tema de las drogas

Por Victoria
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vicky_8598hotmailcom/10/10/18
viernes 17 de mayo de 2019, 00:00h

José Mujica fue presidente de Uruguay entre 2010 y 2015. Antes, fue guerrillero del Movimiento de Liberación Nacional-Tupamaros en las décadas de los 60 y 70. Actualmente, Mujica es líder del Movimiento de Participación Popular que es el sector más grande e influyente dentro del partido Izquierda Frente Amplio.

Jorge Santa Cruz

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Jorge Santa Cruz

José Mujica fue presidente de Uruguay entre 2010 y 2015. Antes, fue guerrillero del Movimiento de Liberación Nacional-Tupamaros en las décadas de los 60 y 70. Actualmente, Mujica es líder del Movimiento de Participación Popular que es el sector más grande e influyente dentro del partido Izquierda Frente Amplio.

Mujica se distinguió como presidente de Uruguay por su vestimenta sencilla y por utilizar un viejo Volkswagen sedán. También, por legalizar el consumo de la marihuana en su país (en diciembre de 2013) con el apoyo del especulador George Soros, presidente de la Open Society Foundation (Fundación Sociedad Abierta).

Radical de izquierda, Mujica no tuvo reparo en reunirse con el magnate estadounidense de origen judío-húngaro en la cosmopolita Nueva York ,en septiembre de aquel año.

La BBC de Londres reprodujo unas declaraciones de Mujica al término de su encuentro con Soros. En tono parco, el entonces jefe de Estado uruguayo dijo: «Como él [Soros] tiene influencia en algunas ONG importantes, estuvo colaborando y va a seguir colaborando en eso». (1)

Más adelante,  el reporte de la BBC de Londres consignó lo siguiente:

«Fundada y presidida por Soros, Open Society financia también grupos que impulsan cambios en la estrategia sobre cannabis en la región y Estados Unidos, incluida la Comisión Global sobre Política de Drogas que integran los expresidentes Fernando Henrique Cardoso (Brasil), Ernesto Zedillo (México) y César Gaviria (Colombia), entre otras personalidades.

»“Open Society ha sido un actor muy clave dando apoyo a grupos de la sociedad civil que buscan promover una apertura” en la política de drogas, le dijo a BBC Mundo John Walsh, un experto de la Oficina en Washington para Asuntos Latinoamericanos (WOLA), que también recibe donaciones de la fundación de Soros». (2)

Zedillo y la legalización de las drogas

El 24 septiembre de 2018 —un lustro después de la reunión de Mujica con Soros en Nueva York—, el ex presidente de México, Ernesto Zedillo Ponce de León, criticó la guerra contra las drogas y dijo que su gobierno aplicó «políticas equivocadas».

Al participar en la presentación del Segundo Informe de la Comisión Global de Políticas de Drogas —financiada por Soros—, Zedillo aseguró que la prohibición del consumo de drogas ha sido dañina para el mundo. (3)

Ante la prensa de la Ciudad de México, Zedillo agregó que la guerra contra las drogas incentivó más los problemas de salud pública y ocasionó «terribles violaciones a los derechos humanos». (4)

Los vínculos de López Obrador con Soros

Los anteriores antecedentes son suficientes para evidenciar los vínculos del nuevo presidente mexicano, Andrés Manuel López Obrador, con el especulador Soros y el ex presidente Zedillo.

En la propuesta de Plan Nacional de Desarrollo 2019-2024 que envió a la Cámara de Diputados el 2 de mayo pasado, López Obrador asegura que «…la estrategia prohibicionista es ya insostenible, no sólo por la violencia que ha generado sino por sus malos resultados en materia de salud pública…». (5)

Luego, el jefe del Estado mexicano da argumentos a favor de los tratamientos médicos a las personas adictas:

La alternativa es que el Estado renuncie a la pretensión de combatir las adicciones mediante la prohibición de las sustancias que las generan y se dedique a mantener bajo control las de quienes ya las padecen mediante un seguimiento clínico y el suministro de dosis con prescripción para, en un segundo paso, ofrecerles tratamientos de desintoxicación personalizados y bajo supervisión médica. (6)

Llama la atención que Ernesto Zedillo Ponce de León haya tenido como secretario de Gobernación a Esteban Moctezuma Barragán y que este funja, ahora, como secretario de Educación Pública en el gabinete de López Obrador.

También es notorio como López Obrador sigue los pasos de Mujica, a quien tiene como referente político y social.

El gran negocio que se oculta tras la nueva estrategia antidrogas

Queda claro que gente de la calaña de Soros carece de ética; que siempre busca poder político y económico, con la complicidad de funcionarios y ex funcionarios de muy alto nivel.

Gracias a la guerra contra la droga en México y otros países, los bancos internacionales pudieron lavar enormes cantidades de dinero. De manera adicional, al fomentar las adicciones, el globalismo minó la fuerza espiritual, intelectual, creadora y de trabajo de los jóvenes y adultos que fueron atrapados sus las redes criminales.

El agotamiento de este modelo perverso motivó el cambio de discurso de Soros y sus secuaces. Su argumentación aparentemente humanista esconde, en realidad, una estrategia comercial muy clara: la de ganar miles de millones de dólares con la venta «legal» de drogas y de los tratamientos terapéuticos que les comprarán los gobiernos y los consorcios médicos poderosos.

La firma BDS Analytics estimó recientemente que el gasto mundial en productos de cannabis se duplicará a 32 mil millones de dólares en 2020. En el caso concreto de Estados Unidos y Canadá, BDS Analytics estimó que en 2017, la industria legal de la marihuana movió 9 mil 200 millones de dólares (un volumen similar al de la industria de los snaks). BDS Analytics proyecta que para dentro de una década, esa cifra se eleve a 47 mil 300 millones de dólares. (7)

Conclusión

López Obrador copia el modelo del uruguayo José Mujica, cuyo autor intelectual es el especulador George Soros. Esto explica la convergencia entre un neoliberal como Ernesto Zedillo y un socialista como el propio López Obrador.

Lo dicho: en política nada es casualidad.

Referencias electrónicas

  1. Gerardo Lissardy. “George Soros, el magnate detrás de la legalización de la marihuana en Uruguay”. BBC de Londres. Recuperado el 7 de mayo de 2019. https://www.bbc.com/mundo/noticias/2013/12/131216_george_soros_marihuana_jgc
  2. Ibid.
  3. Jorge Santa Cruz. “Zedillo y el negocio global de las drogas ‘legales'”. Sin Compromisos. Recuperado el 7 de mayo de 2019. https://periodismosincompromisos.wordpress.com/?s=Zedillo%2C+drogas
  4. EFE México. “Expresidente mexicano Zedillo dice que siguió ‘política equivocada’ en drogas”. Recuperado el 7 de mayo de 2019. https://www.efe.com/efe/usa/mexico/expresidente-mexicano-zedillo-dice-que-siguio-politica-equivocada-en-drogas/50000100-3759765
  5. Gobierno de México. “Plan Nacional de Desarrollo 2019-2024”, página 20. Recuperado el 7 de mayo de 2019. https://lopezobrador.org.mx/wp-content/uploads/2019/05/PLAN-NACIONAL-DE-DESARROLLO-2019-2024.pdf
  6. Ibid.
  7. Jorge Santa Cruz. “Drogas ‘legales’: negocio sucio de miles de millones de dólares”. Recuperado el 7 de mayo de 2019. https://periodismosincompromisos.wordpress.com/2018/09/25/drogas-legales-negocio-sucio-de-miles-de-millones-de-dolares/

Análisis: La historia del narcotráfico en México exhibe el fracaso del sistema político

Gastón Pardo

La capacidad coercitiva de un Estado sería irrelevante y su capacidad disuasoria inverosímil si careciera de la voluntad de emplear la fuerza o prevenir de manera convincente que cualquier alteración del status quo podría desencadenar una respuesta contundente. Esto y sólo esto se denomina soberanía.

Lo prometió el gobierno López Obrador. Sin embargo, la Guardia Nacional no será esa respuesta.

Antecedentes según "El Orden Mundial"

La policía y el ejército instalaron un cerco alrededor de San Lázaro para proteger a quien los electores menos favorecidos económicamente consideran presidente de México. Grupos de estudiantes, maestros y sociedad civil se reunieron afuera del cerco para intentar derribar las vallas y acceder a las inmediaciones de la Cámara de Diputados para protestar contra la imposición. Fuente: Wikicommons (01.12.12).

Esta actitud dictatorial del PRI y del PANimpulsó a los menesterosos de México a ayudar a Andrés Manuel López Obrador a alcanzar el poder en 2018. Y casi a la mitad del primer año de gobierno, 2019, el presidente oxigena una idea central para frenar los altos índices de violencia. Sin embargo, Daniel Flores (Publiómetro, 01.05.19) nos indica que la capacidad de fuego de la gendarmería nacional (con el nombre de Guardia Nacional depende de Defensa y de Seguridad Pública) fue taponeada por las trabas burocráticas y presupuestales.

De los 50 mil elementos que ofreció enlistar y preparar el gobierno, apenas serán capaces de entrar en acción 20 mil, sin el indispensable auxiliar de una inteligencia capaz de ser la brújula de las fuerzas del orden público para confrontar al crimen organizado, empezando por la delincuencia de cuello blanco que mueve al mundo financiero absolutamente criminalizado y criminógeno.

El narcotráfico

La historia del narcotráfico en México va acompañada de un nivel de violencia extremo. Desde que comenzaron las primeras ofensivas reales contra el narco en los años ochentas hasta nuestros días, los éxitos de los sucesivos Gobiernos han sido prácticamente inexistentes. Por el contrario, los cárteles se han multiplicado, sofisticado y expandido por gran parte de la geografía mexicana. ¿Cuáles han sido los errores y por qué nadie ha sido capaz de frenar el todopoderoso crimen organizado?

El origen del narcotráfico en México es incierto y está rodeado de sombras. Mientras que muchos señalan a los inmigrantes chinos, llegados a México a principios del siglo XX con el equipaje cargado de sus conocimientos sobre el cultivo de opio y su dependencia a esta droga, otros creen que realmente el problema empezó décadas más tarde, cuando Estados Unidos, bajo la Administración de Franklin D. Roosevelt, probablemente impulsó el cultivo de la amapola en suelo mexicano para propagar su uso en las tropas anglosajonas.

El supuesto plan consistió en producir la gran cantidad de morfina necesaria para calmar los dolores de los militares estadounidenses durante la Segunda Guerra Mundial. Hay asimismo testimonios de que el imperio británico solicitó del gobierno mexicano de don Venustiano Carranza la intensificación del cultivo de la amapola en el estado de Sinaloa para producir opio. Esta fue una consecuencia del inicio de la Gran Guerra (1914 - 1918) que obligó al Imperio británico a bloquear al Imperio otomano en cuya vecindad se hallaba el territorio de la Media Luna Dorada y sus grandes centros productores de heroína.

Fuera como fuese, lo cierto es que desde aquellos orígenes el narcotráfico se ha convertido en un gigante ingobernable que no para de aumentar su poder, que penetra en los cuerpos y las instituciones del Estado y es responsable de unos niveles de violencia salvajes. Según el Observatorio Nacional Ciudadano, México podría haber alcanzado los 19 mil homicidios a finales de 2016, una cifra que supone un aumento del 3,2% respecto al año anterior.

Y no sólo aumentan las víctimas, también lo hace la expansión de los delitos por la geografía mexicana, algo que demuestra que el presidente y su equipo fracasan en el control de territorio a pesar de la gran inversión económica que se realiza para intentar frenar la violencia en el país. Sin embargo, el fracaso del actual presidente en la lucha contra el narcotráfico no es algo novedoso y exclusivo de su deslucido mandato.

La historia del fracaso de los gobiernos

Fue durante el Gobierno de Miguel de la Madrid (1982-1988), el primero de una serie de presidentes impulsores del neoliberalismo y del narcoestado mexicano, cuando el director de la Dirección Federal de Seguridad, José Antonio Zorrilla, encargó el asesinato del periodista Manuel Buendía a uno de sus agentes, que con su trabajo ponía en evidencia el vínculo del narcotráfico con las autoridades federales y el Ejército, un cuerpo que había gozado de la fama de incorruptible.

En los ochentas, el dinero del narcotráfico comenzaba a carcomer instituciones importantes, como la Procuraduría General de la República, la Secretaría de Defensa o la Policía Judicial Federal. Por aquel entonces, el secretario de Defensa, Juan Arévalo Gardoqui, fue acusado en dos juicios en tribunales federales estadounidenses de haber recibido jugosos sobornos del narcotráfico.

Durante la presidencia de Carlos Salinas (1988-1994), los tentáculos del narcotráfico llegaron hasta la familia presidencial. El hermano del mandatario, Raúl fue sentenciado por enriquecimiento ilícito para poco después ser puesto en libertad sin que se llegara a saber qué ocurrió realmente. El geopolitólogo Alfredo Jalife desde esa época señaló al procurador general de justicia del gobierno Salinas de Gortari las complicidades de éste con el crimen organizado. quedó pendiente la conexión de Morrales con la Sureté francesa.

Eso explica que el final de los ochentas y los noventas hayan sido años prósperos para el crimen organizado al punto de que México quedó consagrado como narcoestado. El Cártel de Tijuana o de los Arellano Félix creció durante los gobiernos de Salinas y Ernesto Zedillo (1994-2000), mientras que el Cártel de Juárez alcanzaría un poder inmenso de la mano de su conocido líder, Amado Carrillo Fuentes, el Señor de los Cielos, bautizado como el capo más poderoso, superando a los narcotraficantes colombianos, por la DEA.

A la muerte de Carrillo Fuentes en 1996, la organización se debilitó, pero sus principales integrantes no tardaron en activar una nueva formación con su base en Sinaloa. Algunos de los nombres se vienen repitiendo desde entonces: Ismael el Mayo Zambada, Juan José Esparragoza Moreno el Azul, Ignacio Coronel Villarreal, los hermanos Beltrán Leyva y Joaquín el Chapo Guzmán Loera. El Cártel de Sinaloa se convirtió entonces en el más poderoso en México junto al Cártel del Golfo.Los primeros cien días del gobierno de Andrés Manuel López Obrador (AMLO) y los que lo han seguido hasta el momento definen ya situaciones de lo que será un sexenio muy conflictivo.

La actualidad no es mejor que el pasado

Conflictivo en la política interior como a la exterior, como se dice, en realidad se trata de una sola política con sus vertientes interiores y exteriores. Si no, veamos: ¿qué significa la fundación y puesta en pie de la Guardia Nacional (GN) además del reforzamiento de los aparatos represivos del estado que los grupos dominantes capitalistas internos y externos requieren para la estabilidad de sus negocios?

Los integrantes de la oligarquía amenazada de desintegración, que encabezan en México las familias Slim, Salinas Pliego, Azcárraga, Bailleres y Larrea, así como las poderosas transnacionales que operan en México, aplauden la creación de la GN para que la violencia desatada en el país desde hace más de una década amaine o por lo menos sea controlada más eficazmente.

Profundización de la militarización

El presidente López Obrador confirmó que el comandante en jefe de la GN sería un militar en activo Xicoténcatl de Azolohua (Defensa), Luis Rodríguez Bucio (Comandante de la nueva GN) Gabriel García Chávez (Armada de México) y Patricia Rosalinda Trujillo (un cuadro procedente de la policía federal).

De esta forma se propuso el nuevo gobierno poner en práctica las metas de conseguir la estabilidad y la paz de la reforma constitucional impulsada por el Movimiento de Regeneración Nacional (Morena) y apoyada por el PRI, que vino a “sustituir” la política de “seguridad nacional” de Calderón y Peña Nieto, considerada por AMLO como torpe e ineficaz. Sin embargo, lo que sucede es que la GN es un engendro del lópezobradorismo que sigue los pasos de la política de militarización de la seguridad pública de los presidentes anteriores, superándola en muchos aspectos cuantitativos y cualitativos.

La reforma constitucional aprobada lleva como guía “el apego al respeto de las garantías fundamentales”. La GN participaría a partir de hoy en la “salvaguarda de la libertad, la vida, la integridad y el pleno derecho de las personas, protegiendo su seguridad, sus bienes, así como preservar el orden de paz pública, los bienes y recursos de la Nación”. Para este ambicioso programa de gobierno sólo se definen con claridad los recursos represivos, los vinculados con los métodos policiacos y militares.

Para ello están encuadrados hoy 220 mil elementos del Ejército, 40 mil de la Marina y se incorporarán en los próximos tres años entre 50 y 60 mil nuevos elementos que integrarán la GN. Un aumento considerable en comparación a los 37 mil efectivos militares que puso en acción el presidente panista Calderón en 2006. Esta militarización multiplicada corresponde a la tendencia creciente de la participación de las fuerzas armadas en las labores de la seguridad pública que se extiende en toda América Latina. (México y Brasil son los dos países latinoamericanos en donde la participación militar en los gobiernos ha crecido con más fuerza en los últimos veinte años).

En el umbral de una nueva crisis política

El asunto de la GN es muy importante pues es el proyecto estelar de Andrés M anuel lópez Obrador, en el cual ha puesto en gran medida la garantía del éxito del inicio de su gobierno arriesgándose a contradecirse y retroceder en muchas de sus promesas electorales. Durante el periodo de gestación de la reforma constitucional con los procedimientos laberínticos legislativos y políticos del Congreso de la Unión, ante las críticas de la oposición e incluso de sectores de su propio partido, El presidente contestaba airado y a veces claramente disgustado: “no sólo critiquen, propongan algo”. Claro, pero hoy por hoy el apoyo abrumador con el que cuenta AMLO es necesario que en el transcurrir del tiempo mismo vayan surgiendo propuestas que contrastando con las suyas comiencen a tener más eco y credibilidad. Más de lo mismo no es de ninguna manera la solución a la inseguridad reinante.

En su campaña electoral se comprometió a vetar tal proyecto que afecta el suministro de agua de toda la región pero hoy cínicamente lo promueve atacando a quienes se oponen al mismo hasta de provocadores. Dichos pueblos votaron abrumadoramente por él y sin embargo AMLO mostró una crudeza y falta de sensibilidad completas cuando fue asesinado su principal dirigente poco después del 1° de diciembre pasado. Algo parecido se está gestando con la promoción de una encuesta “a modo” que se prepara para construir el Tren Maya en Tabasco, Campeche, Yucatán y Quintana Roo y el Proyecto Transísmico en Veracruz y Oaxaca.

Así, pues, en los primeros cien días y pico del gobierno obradorista se comienzan a dibujar las líneas de fisuras y conflictos que hoy por hoy son sólo avances de crisis mayores, no obstante la situación privilegiada de la que goza un presidente que ha llegado al Palacio Nacional con un colosal apoyo social.