Pepe Escobar
Al principio, sonaba como una bomba geopolítica: el presidente de Kazajstán, Nursultan Nazarbayev, de 78 años, en el poder desde 1991, anunció dramáticamente su renuncia . En un discurso "especial", pronunciado de manera significativa en kazajo y ruso, Nazarbayev dijo: "Como fundador del estado kazajo independiente, veo mi tarea futura para asegurar la llegada al poder de una nueva generación de líderes que continuarán en el proceso de reformas".
Esta "nueva generación de líderes" por el momento está personificada por el presidente del Senado, Kassym-Jomart Tokayev, quien asume el papel de presidente interino. Tokayev es ex ministro de Relaciones Exteriores, viceprimer ministro y primer ministro.
Los analistas kazajos subrayan que Nazarbayev lleva años preparando su sucesión, con mucho cuidado de no causar ninguna turbulencia geopolítica. Antes del anuncio oficial de su renuncia, llamó al presidente ruso Vladimir Putin. Tanto como Nazarbayev se enorgullece de haber elaborado una política exterior de múltiples vectores, que incluye buenas relaciones tanto con China como con Estados Unidos, la principal alianza geopolítica es con Rusia.
Al igual que siempre, Nazarbayev renunció, pero se colocó en un estado permanente como jefe del Consejo de Seguridad de Kazajstán y al mismo tiempo limitó los poderes presidenciales.
Así que todo el drama de hecho camina y habla como un remix de Asia Central del famoso lema de Giuseppe di Lampedusa en la película El leopardo: "Si queremos que las cosas sigan como están, las cosas tendrán que cambiar".
Cómo construir un pivote
Kazajstán, como el pivote de facto de Eurasia, es inmensamente importante en el tablero de ajedrez del Nuevo Gran Juego del siglo XXI. Políticamente, Asia Central siempre ha sido un espacio de dinastías cuya legitimidad tribal se transfiere a la legitimidad dinástica, imponiéndose sobre poblaciones muy diversas mediante el uso de un aparato estatal heredado de la tradición persa.
La colonización rusa en Asia Central no era muy diferente de los modelos británico y francés, incluidas, por ejemplo, las colonias en el norte de Kazajstán. Sin embargo, no ha habido mucho proselitismo religioso cristiano ortodoxo en Asia Central excepto, una vez más, en las estepas kazajas, donde la población rusa ya había alcanzado casi el 50% al comienzo de la Segunda Guerra Mundial.
El ruso es un idioma clave en Kazajstán, Tayikistán y Kirguistán. Los rusos no tienen doble nacionalidad, pero mantienen su identidad étnica dentro de las antiguas repúblicas de la URSS. Todos los grupos étnicos tienen la mayoría absoluta en sus respectivas repúblicas.
Kazajstán está compuesto por el 53% de kazajos, aproximadamente el 30% de los rusos y el 17% de las minorías variadas. El eurasianismo kazajo es un fenómeno fascinante, una especie de eurasianismo multicultural y multiconfesional de las estepas diferente del concepto ruso. Los kazajos se ven a sí mismos como el centro de Eurasia en un eje largo que une Rusia, Kazajstán y Turquía.
Nazarbayev ha sido muy inteligente desde su inicio en la década de 1990, promoviendo el eurasianismo junto con una "kazakización" de las élites locales y solidificando el Islam como la religión oficial de la nación.
Construyó la nueva capital, Astana, desde cero, literalmente en medio de las estepas, completada con la Universidad Euroasiática Lev Gumilev; Gumilev es uno de los eruditos rusos más notorios del neo-eurasianismo. Pero lo que Nazarbayev pretendía realmente era establecer una tradición de estado nómada, pre-soviético, no eurocéntrico y no sometido a la hegemonía rusa.
Al mismo tiempo, Kazajstán bajo Nazarbayev es uno de los miembros fundadores de la Unión Económica de Eurasia (EAEU) dirigida por Rusia. Pero fiel a su política de múltiples vectores, también es un nodo clave de New Silk Roads, o Belt and Road Initiative (BRI) de China. Nazarbayev está muy involucrado en la construcción de Kazajstán como el puente inevitable en un eje transcontinental que une a Asia con Europa. Una nueva visión de la Ruta de la Seda, por supuesto, en armonía con China y Rusia.
Elige un sindicato
De hecho, el propio Nazarbayev tuvo la idea original de una Unión Euroasiática en 1994. Tenía a la Unión Europea a la vista. Pero un mecanismo supranacional, inspirado en la UE, solo salió a la luz en 2012, bajo la supervisión de Putin.
La EAEU, con Rusia, Bielorrusia, Kazajstán, Kirguistán y Armenia como miembros actuales, tiene como objetivo ofrecer integración económica al antiguo espacio de la URSS al mismo tiempo que promueve algún tipo de integración con la UE. Bruselas, por su parte, está más interesada en fragmentar el espacio postsoviético, atrayendo a Ucrania, Georgia y Moldavia.
Ucrania, antes de Maidan, se suponía que era un puente entre la EAEU y la UE. Ahora, tenemos a Kazajstán como el pivote entre la EAEU y el BRI. Agregue a esto que Kazajstán es también un miembro clave de la Organización de Cooperación de Shanghai y un miembro fundador del Banco de Inversión de Infraestructura de Asia.
Siempre debemos recordar que el presidente Xi Jinping dio a conocer oficialmente el BRI en Astana, en 2013. El enlace ferroviario clave entre las llanuras chinas y Asia Central a través del Puente de la Tierra de Eurasia pasa por Alashankou en Xinjiang; la puerta occidental de facto de BRI, el puerto seco más grande de China, y compañero de otro centro, Khorgos, con sus dos zonas económicas especiales gemelas que sirven a Rusia y Kazajstán.
China está vinculada a Kazajstán por una "asociación estratégica integral" similar a la de Rusia, vigente desde 2005. Nazarbayev está apostando simultáneamente a China y Rusia. Con o sin un título presidencial, el nombre del juego continuará siendo la integración de Eurasia.
