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La próxima crisis será "peor que la Gran Depresión" de 1929

Por Victoria
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vicky_8598hotmailcom/10/10/18
lunes 24 de septiembre de 2018, 21:00h

Si termina estallando una crisis de deuda pública en Estados Unidos, la Gran Depresión de 1929 parecerá a su lado un juego de niños. Esa es la conclusión a la que llegan todos los economistas a los que el New York Post ha entrevistado en un artículo que avisa de lo que se le viene encima a Washington.

Hoy, una deuda global de 247 billones de dólares podría causar el próximo colapso. "Creemos que las principales economías están a punto de sumergirse en la peor recesión que hemos visto en 10 años", afirma Murray Gunn, jefe de investigación global de Elliott Wave International.

En particular, "la elevada deuda de EEUU se convertirá inmediatamente en un gran problema", añade.

Los datos son los que son. La deuda de las familias estadounidenses alcanza actualmente los 13,3 billones de dólares, una cifra superior a la de la crisis de 2008. Los universitarios no dejan de pedir créditos y ahora ya deben 1,5 billones de dólares, mucho más que los 611.000 millones que debían hace una década. Los créditos para comprar un auto también se han disparado y superan los de 2008.

"Los saldos de las tarjetas de crédito son tan elevados como antes de la Gran Recesión [de 2008]", advierten. Pero al estallido de la crisis de la deuda pública estadounidense no se le podrá llamar esta vez 'recesión'.

La crisis de la deuda es la crisis del dólar

"Será mucho peor que la Gran Depresión [de 1929]. La economía de Estados Unidos no está en buena forma. Está peor que hace una década", advierte el economista estadounidense Peter Schiff. Y podría estallar dentro de dos años, justo antes de que Donald Trump termine su primer mandato, añade.

¿Pero por qué acabará explotando? Precisamente porque la elevadísima deuda estadounidense es al fin y al cabo dinero que ha alimentado el auge económico del país y porque ese mismo dinero algún día se tendrá que devolver. "El punto de inflexión llegará cuando llegue una ola de impagos por parte de los prestamistas que, abrumados por el aumento de los tipos de interés, obliguen a que se reduzca el gasto público y los ingresos", revelan los economistas.

"Creo que vamos a tener una crisis del dólar. Si crees que la lira turca tiene mala pinta, espera a ver cuándo el dólar colapse y tengamos una crisis de deuda soberana en Estados Unidos", profetiza Schiff en el New York Post.

Pero entonces, ¿a qué son debidos los buenos indicadores que está mostrando la economía estadounidense? A que el índice de desempleo estadounidense es el más bajo en una generación, a que el sector de los negocios está envalentonado porque Donald Trump ha bajado los impuestos y a que uno de los índices bursátiles más importantes del país, el Dow, no deja de batir récords. Schiff les resta importancia.

"Es muy probable que la economía de Estados Unidos entre en recesión dentro de dos años. Esta es ya la segunda expansión económica más larga de la historia", concluye.

La globalización contribuyó al colapso de las civilizaciones antiguas, según científicos

Los investigadores han descubierto que las civilizaciones antiguas estuvieron involucradas en la globalización más de lo que se pensaba.

Un equipo de científicos internacionales liderado por Jacob Freeman, de la Universidad Estatal de Utah, ha descubierto que las civilizaciones antiguas que existieron en los últimos 10.000 años perecieron debido a procesos de globalización: la ruina de una civilización provocaba la debacle de otras en cadena. El estudio en cuestión fue publicado en la revista Proceedings of theNationalAcademy of Sciences.

Los investigadores emplearon la datación de radiocarbono y registros históricos para medir el consumo de energía por parte de las sociedades humanas en diferentes épocas ?desde hace unos 10.000 a 400 años? descubriendo que las civilizaciones antiguas estuvieron involucradas en la globalización más de lo que se pensaba. También midieron los niveles de sincronización entre las mismas, es decir, el proceso en que florecieron y cayeron de manera simultánea.

Según recoge RIA Novosti, el estudio estableció que la globalización pudo contribuir a la caída de muchas civilizaciones por su vulnerabilidad a los cambios ambientales. "Cuanto más estrechamente conectados e interdependientes nos volvemos, más vulnerables somos a una gran crisis social o ecológica en otro país, que se extiende a nuestro país", comentó el investigador Erick Robinson, citado por el portal EurekAlert. "Cuanto más sincronizados estamos, más ponemos todos nuestros huevos en una sola canasta y nos adaptamos menos a los cambios imprevistos".

Otro miembro del equipo de investigación, Jacopo Baggio, señaló que el ascenso y la caída de las sociedades parece ser una parte inherente de la civilización. "Nuestra información se detiene hace 400 años, cuando ha habido un gran cambio de las economías orgánicas a las economías de combustibles fósiles. Sin embargo, las tendencias de sincronización similares continúan aún hoy en día, más teniendo en cuenta las interdependencias de nuestras sociedades".

Comentario: Es cierto que depender más de otras civilizaciones y dejar de fortalecer la propia puede llevar a un colapso en cadena de varias civilizaciones interdependientes, pero ese es tan solo uno de los factores que contribuyen a estos procesos históricos de auge y descenso de los grandes agrupamientos humanos. Un factor que tiene que ver con la globalización también es la inmigración. En el libro TheRighteousMind: WhyGoodPeople Are DividedbyPolitics and Religion, JohnatanHaidt escribe:

... Todo lo que une a la gente en densas redes de confianza hace que la gente sea menos egoísta.

En un estudio anterior, Putnam encontró que la diversidad étnica tenía el efecto contrario. En un artículo titulado "E PluribusUnum", Putnam examinó el nivel de capital social en cientos de comunidades estadounidenses y descubrió que los altos niveles de inmigración y la diversidad étnica parecen causar una reducción del capital social. Eso puede que no le sorprenda; la gente es racista, podría pensar, y por eso no confía en las personas que no se parecen a sí mismas. Pero eso no es del todo correcto. La encuesta de Putnam pudo distinguir dos tipos diferentes de capital social: el capital 'puente' se refiere a la confianza entre grupos, entre personas que tienen diferentes valores e identidades, mientras que el capital de vinculación se refiere a la confianza dentro de los grupos. Putnam descubrió que la diversidad reducía ambos tipos de capital social. Esta es su conclusión:

La diversidad parece desencadenar no una división dentro y fuera del grupo, sino la anomia o el aislamiento social. En el lenguaje coloquial, las personas que viven en entornos étnicamente diversos parecen "acurrucarse", es decir, meterse dentro del caparazón como una tortuga.

Putnam utiliza las ideas de Durkheim (como la anomia) para explicar por qué la diversidad hace que la gente se vuelva más introvertida y egoísta, menos interesada en contribuir a sus comunidades. Lo que Putnam llama "ser como una tortuga" es exactamente lo contrario a lo que yo he llamado "ser como una colmena".

 

Esto tal vez indique que el alto grado de diversidad que se genera en las sociedades muy globalizadas pueden contribuir no sólo a que haya menor cohesión dentro del grupo, sino además, a que haya menos posibilidades de entablar buenas relaciones con otros grupos. Eso podría ser un factor que haga que a las civilizaciones les resulte más difícil enfrentar las adversidades. 
Esto no significa que la migración y el intercambio cultural son inherentemente negativos. Al contrario, tienen el potencial de ser algo muy positivo si de alguna manera se los mantiene en su dosis justa y manteniendo siempre cierta precaución.

 

Si bien trata de los efectos actuales de la inmigración y el "multiculturalismo", este artículo brinda un excelente análisis al respecto: Inmigración, crimen y propaganda.