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Hacia una doctrina soberana y un desarrollo económico soberano

Por Elespiadigital
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viernes 28 de julio de 2023, 22:00h

La actual y hasta hace poco casi universal aceptación por parte del mundo académico, los gobiernos y los expertos, de las políticas de "talla única" del Consenso de Washington que prescribía a los Estados-nación ha sido ahora cuestionada tanto en la teoría como en la práctica.

Goran Sumkoski

Goran Sumkoski

La actual y hasta hace poco casi universal aceptación por parte del mundo académico, los gobiernos y los expertos, de las políticas de "talla única" del Consenso de Washington que prescribía a los Estados-nación ha sido ahora cuestionada tanto en la teoría como en la práctica.

Este proceso se ha caracterizado por la eliminación de los mandatos y poderes del Estado-nación, al que ahora, con la aparición de un nuevo mundo multipolar, se le ha proporcionado otra vía alternativa y soberana para el desarrollo. Mientras las alternativas brotan por doquier, la "nueva normalidad" del desarrollo global de las naciones soberanas aún no ha sido consensuada, aunque los rasgos clave empiezan a perfilarse. Resulta evidente que las "viejas" instituciones de gobernanza mundial del desarrollo no podrán adaptarse a la nueva realidad y ser más inclusivas tanto en los procesos de toma de decisiones como a la hora de permitir más y variados contenidos o vías de desarrollo de las naciones soberanas. De ahí que haya una serie de versiones separadas y enfrentadas de enfoques regionales y globales del desarrollo que atenderán a las necesidades y preferencias de las naciones soberanas.

La caída en curso de la visión del mundo de ideología neoliberal, predominante desde la década de 1990 en el ámbito de las relaciones internacionales, la ideología global y de los Estados, las instituciones políticas y sociales, la economía, las ciencias y las universidades y, en consecuencia, consagrada casi universalmente en la gran mayoría de las estrategias nacionales de desarrollo de los países como ideología de Estado, ha creado un vacío no sólo en la ideología competidora, sino también en las habilidades prácticas, las visiones, las estrategias y las capacidades para aplicar la doctrina económica soberana. Esto se debe a que la ideología neoliberal degradó a los Estados-nación a administraciones regionales puramente ejecutivas sin funciones de formulación y aplicación de políticas. Este gobierno sin contenido fue posible gracias a que esas funciones puramente ejecutivas se trasladaron a los sistemas educativos de los Estados, desde la primera clase hasta las universidades y los estudios de máster y doctorado, dejando un profundo vacío para un Estado-nación soberano en términos de visión, estrategia, planes y capacidades para desempeñar sus funciones en lo que se avecina en el nuevo orden multipolar.

El nuevo mundo multipolar emergente basado en las teorías internacionales del realismo no necesita una ideología prescriptiva a nivel de Estado-nación, más allá de la fundamental, la voluntad soberana de su pueblo de establecer y gobernar sus asuntos y su modo de vida según sus normas y valores tradicionales, morales y sociales preferidos. ¿Es necesaria una doctrina de Estado soberano o de desarrollo económico soberano en ese caso? Sí, porque la agenda neoliberal eliminó, mediante el proceso de desestatización, todas las palancas e instrumentos para que un Estado pudiera formular y proporcionar esa visión, estrategia y aplicación práctica soberanas. El vacío neoliberal, en el que los Estados fueron reducidos a administradores locales y ejecutivos de la agenda globalista en beneficio de las corporaciones transnacionales, tiene que ser llenado por el proceso de reestatización. Para ello es necesario redescubrir los orígenes y el propósito del Estado-nación desde los tiempos de Aristóteles, pasando por los Estados medievales y el Estado-nación del siglo XIX y principios del XX a lo largo de toda la cadena vertical, empezando por la adopción de su propia ideología, visión, estrategia y planes, así como su habilidad y capacidad para proporcionar desarrollo político, económico y social a su soberano, el pueblo.

Sólo un cambio fundamental extraído de la teoría y la práctica de la estatalidad, ahora integrada en la doctrina del Estado soberano, afectará a su vez a todos los aspectos del Estado soberano, como su ideología, sus instituciones, su labor de gobierno y administración y sus prácticas en todas sus esferas económicas, políticas y sociales más adelante. Ese cambio fundamental con respecto al actual modelo neoliberal impuesto globalmente es: que el Estado sirva a su soberano, el pueblo, y no a otros grupos de interés globales internacionales superiores. Esta doctrina de Estado soberano sentará las bases para desarrollar sistemas económicos equitativos en cada país que reflejen mejor su potencial, su cultura, su tradición y que reflejen su potencial natural y humano. Por lo tanto, sin ser prescriptivo en los aspectos ideológicos y políticos, que son derechos inalienables que cada Estado-nación soberano debe definir de acuerdo con sus valores, tradiciones y cultura, el concepto económico en un Estado soberano de este tipo permite cualquier modelo, desde el público, dirigido por el Estado, hasta el privado, dirigido por el mercado, y cualquier variación de modelos mixtos intermedios.

Basándose en el análisis de las áreas de intervención neoliberales en las que las capacidades estatales se han debilitado, el artículo desarrolla un análisis de los posibles puntos de entrada para reconstruir la capacidad de formular una doctrina, una visión y una estrategia de Estado soberano. Tan importante para los Estados soberanos en el mundo multipolar es desarrollar las habilidades y capacidades para diseñar e implementar ope

Y mientras los países en vías de desarrollo y los profesionales del sector han vuelto a introducir (o nunca han dejado de utilizar) reformas políticas casi industriales que permiten un mayor papel del Estado -y esta vez más como facilitador- y no en el papel de elegir a los ganadores y con todos los calificativos y advertencias de no distorsionar la competencia y el impacto de las fuerzas del mercado a nivel de toda la economía o sectorial, el campo está ahora abierto para el ascenso de una teoría integral del desarrollo que conecte todos los enfoques económicos, sociales e institucionales parciales hacia el restablecimiento del papel de las instituciones, tanto formales como informales, y de los Estados-nación como paradigma predominante del desarrollo, el campo está ahora abierto para el ascenso de una teoría integral del desarrollo que conecte todos los enfoques económicos, sociales e institucionales parciales hacia el restablecimiento del papel de las instituciones, tanto formales como informales, y de los Estados-nación como paradigma predominante del desarrollo del siglo XXI.

En las últimas décadas ya se han realizado muchos e importantes esfuerzos en este sentido que asumen e incluyen el papel del Estado y las instituciones en las ecuaciones de desarrollo y crecimiento y extraen lecciones políticas sobre esta base. Algunos de ellos son la Nueva Economía Estructural (Lin 2006) o el concepto de "limitaciones vinculantes" y "diagnóstico del crecimiento" (Rodrik 2005).Sin embargo, ambos intentan únicamente mejorar las instituciones occidentales de Bretton Woods, algo que se intentó sin éxito - por ejemplo, "hay más de un camino hacia el desarrollo" intento fallido de reforma del Banco Mundial (Stiglitz, 2003,2011), y, algo para lo que no vemos apoyo por parte de las élites políticas occidentales.Hay que construir una nueva doctrina económica soberana, basada en la doctrina del Estado-nación soberano, que establezca el marco general para que los Estados-nación soberanos encuentren sus propias vías de desarrollo político, social y económico en el mundo multipolar, basándose en el realismo de la teoría y la práctica de las relaciones internacionales.

Lo que la doctrina del desarrollo económico soberano proporcionará son herramientas e instrumentos para diseñar y aplicar el marco institucional, estratégico y político para el gobierno de un Estado soberano, ofrecer un análisis comparativo de todos estos modelos para que los Estados conciban el más adecuado para su nación y lo consagren en sus plataformas y visiones de desarrollo económico a largo plazo. Hasta ahora, todas las naciones cuentan con Planes Nacionales de Desarrollo, Visiones, Estrategias y los correspondientes documentos estratégicos en los ámbitos económico, social, educativo, sanitario y otros extraídos de los documentos nacionales clave. Sin embargo, los actuales documentos estratégicos nacionales de la mayoría de los países están desprovistos de cualquier contenido político soberano significativo, rara vez son consensuados con el pueblo y en su mayoría son elaborados por pequeñas élites tecnocráticas que en su mayoría se guían[i] por los documentos nacionales similares elaborados para ellos por el Banco Mundial, el FMI, el BAD, el BERD, el BAfD, etc. Junto con el hecho de que no hay recompensa o castigo o revisión de los resultados y el impacto de estos planes, en consecuencia, y en consonancia con los mandatos y poderes despojados del Estado, estos documentos no requieren ningún trabajo más grandioso que el puramente ejecutivo y administrativo, y en contra de los intereses de los Estados soberanos, a menudo no en el interés de la población del Estado-nación dado.

Por lo tanto, el cambio de paradigma del beneficio para las empresas transnacionales globalistas al beneficio para el pueblo supondrá una gran presión para que el Estado sea capaz de concebir, planificar y poner en funcionamiento los requisitos más complejos y exigentes que la doctrina del Estado soberano y el desarrollo económico equitativo soberano les impondrán, empezando por los gobiernos, las administraciones públicas y todas las demás instituciones políticas, económicas y sociales.

Qué implicará esto. Este estudio se centra en el desarrollo económico soberano, pero se producirán cambios profundos similares, desde la ideología hasta la puesta en práctica, en todas las demás áreas del desarrollo político y social del Estado nación renacido. Es más, el desarrollo económico soberano y otros ámbitos tendrán que estar profundamente integrados y entrelazados con el desarrollo político y social en la aplicación de la doctrina del Estado soberano. La actual parcialización de estas áreas clave, e incluso una mayor parcialización dentro de cada uno de estos campos y la creación de silos donde nadie tiene la imagen completa, fue la herramienta de la agenda neoliberal global para poder implementar sus políticas sin mayor oposición. La doctrina económica soberana requerirá activar y utilizar toda la capacidad y los recursos intelectuales, humanos e institucionales de las naciones para ponerlos a trabajar en la traducción de su doctrina de Estado soberano en una doctrina económica soberana viable y equitativa:

  1. En primer lugar, el profundo cambio ideológico hacia el soberano -el pueblo del Estado-nación- significará introducir cambios en la estructura de incentivos entre todos los factores económicos, políticos y sociales, que deberían consagrarse en las actas fundacionales, como las constituciones de los Estados-nación. Las actuales estructuras de incentivos en las economías neoliberales están desequilibradas y sesgadas hacia los actores que son los ejecutores locales de la agenda neoliberal global, que está perjudicando a la economía nacional, su productividad y sus recursos naturales y humanos, desviándolos hacia actividades no productivas que ni crean valor ni aportan valor añadido a la economía nacional ni al bienestar de su población.
  2. En segundo lugar, la ciencia y la educación soberanas, y la ciencia y la educación económicas en particular, deben revisarse en consonancia con la doctrina del Estado soberano e integrarse tanto a nivel nacional como en la red internacional de instituciones académicas de las naciones soberanas, en diferentes idiomas, revistas y grupos de reflexión, a fin de proporcionar una auténtica base de conocimientos que proporcione habilidades para la aplicación de la doctrina, más allá de la actual ciencia secuestrada y basada exclusivamente en el inglés, que ha sido totalmente capturada por la agenda neoliberal, y en competencia con ella. Esto significa establecer un sistema paralelo propio de acreditación de las plataformas educativas, creando una red de plataformas educativas y de formación, como centros de formación, además de las escuelas y universidades existentes, donde los profesores son expulsados del sistema académico y educativo actual, que en muchos países está secuestrado por la agenda global neoliberal.
  3. En tercer lugar, la ideología soberana adoptada por cada país y los conocimientos científicos y prácticos autóctonos sistematizados tendrán que destilarse en una visión nacional de desarrollo económico soberano profundo y en documentos estratégicos que contarán con el apoyo de las estructuras políticas, de gobierno y administrativas y de la población que ?re a implicarse a través de la consulta, la disipación de la información y la participación. Estos documentos de visión estratégica y operativa servirán de base para elaborar planes operativos y de ejecución acompañados de objetivos e indicadores correspondientes, seguimiento y evaluación, sistemas de alerta temprana, rectificación y ajuste. Estos documentos tendrán impacto en todos los sectores del Estado y de la sociedad y se apoyarán en otras visiones y estrategias de desarrollo sectorial, como el desarrollo político y social.
  4. En cuarto lugar, sobre la base de su ideología, visión y estrategia, y del plan operativo para su aplicación, esto requerirá tanto cambios institucionales como desarrollo de capacidades y recursos humanos para toda la administración pública, las estructuras políticas y de gobierno, el poder judicial, la banca central y comercial, el sistema educativo desde los programas primarios hasta los universitarios, el apoyo financiero del gobierno y las estructuras de incentivos que tendrán que ajustarse para poder apoyar y aplicar esta visión y estrategia de desarrollo económico soberano y equitativo.
  5. En quinto lugar, la aplicación y el apoyo a los agentes económicos, desde los empresarios individuales hasta las grandes empresas nacionales, pasando por las microempresas y las PYME, mediante el acceso a la financiación, el desarrollo de conocimientos técnicos para aumentar la productividad de los bienes y servicios, el desarrollo de infraestructuras materiales e inmateriales, la innovación, los avances tecnológicos, el aumento de la calidad, el acceso a los mercados, el desarrollo del comercio y las exportaciones, la promoción de inversiones justas, la creación de una marca para los productos, los servicios y la economía nacional, etc.

Sobre la base de esta visión y estrategia, la aplicación de la doctrina económica soberana debe incluir los siguientes componentes del desarrollo nacional soberano desarrollo institucional, gobernanza y administración del desarrollo económico; construcción, operacionalización e implementación de un sistema económico justo; apoyo a la inversión pública y privada; política económica sectorial y apoyo focalizado en ventajas sectoriales únicas; cooperación económica internacional; flujos financieros soberanos para el desarrollo; desarrollo de infraestructura; desarrollo de habilidades, know-how y conocimiento y desarrollo humano; administración pública eficiente; reestructuración de las empresas públicas y reingeniería de los procesos empresariales; aumento de la capacidad productiva y de servicios a través de la tecnología y la innovación; desarrollo de las microempresas y de las pequeñas y medianas empresas; desarrollo económico local y regional; desarrollo y protección de los recursos naturales y minerales; promoción del comercio y las exportaciones, marketing y creación de marca de la economía nacional; regulación y desregulación para el desarrollo económico; digitalización, gobernanza electrónica, blockchain, IA.

Así, la doctrina del desarrollo económico soberano, con la doctrina del Estado soberano en su núcleo, llena el vacío de desestatización dejado por décadas de modelos neoliberales. Esto se consigue (i) proporcionando una amplia base ideológica y filosófica y la comprensión de la esencia de la economía soberana, lo que permite formular una doctrina económica soberana propia, y (ii) desarrollando habilidades prácticas, conocimientos, plataformas, palancas y herramientas para aplicar las disposiciones de la teoría económica que permitirán a las economías nacionales prosperar en aras del interés común. Se necesita un enfoque similar en el desarrollo de doctrinas soberanas apropiadas de desarrollo político y social.

Dado el fracaso del modelo de desarrollo neoliberal a la hora de aportar un desarrollo sostenible a los Estados-nación, y el fracaso a la hora de concebir fuentes alternativas teóricas y prácticas de procesos y resultados de legitimidad en la disipación de los modelos neoliberales, es necesario establecer un nuevo modelo que tenga en cuenta la necesidad de un desarrollo soberano de los Estados-nación en el mundo multipolar que se está configurando en la actualidad. La creación de plataformas educativas, científicas, analíticas y de reflexión eficaces y receptivas, así como de plataformas de aplicación y redes internacionales de apoyo, contribuirá al avance de la doctrina del Estado soberano y ayudará a los Estados-nación a compartir e intercambiar información, experiencia y conocimientos en el desarrollo y la aplicación de planes ideológicos, estratégicos y operativos. Estas son las áreas en las que queda mucho trabajo por hacer en el nuevo mundo multipolar.

Sumkoski, G, (2022). Global Dissipation of Neoliberal Models and the Sovereign State Doctrine. Vestnik RUDN. International Relations. - 2022. - Vol. 22. - N. 4. - P. 771-787. doi: 10.22363/2313-0660-2022-22-4-771-787.

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