Daria Dugina
Los acontecimientos de las últimas semanas han puesto de relieve los ejes de nuevas alianzas geopolíticas y han reconstruido por completo el mapa geopolítico del mundo. Así, el espacio de Europa, situado entre el polo de Eurasia y el de EEUU (la civilización del mar) y formando parte de una gran zona, que en geopolítica se denomina "Rimland" ("tierra del arco") ha perdido finalmente su soberanía (e incluso antes, en gran medida virtual, más potencial que real) y su orientación hacia el continentalismo. Toda Europa es hoy atlantista.
El geopolítico Nicholas Spykman señaló en 1942 que precisamente el establecimiento del control sobre este arco del "Rimland" (que incluye Europa, Turquía, Irán, los países del sur de Asia hasta China e Indonesia) es la clave de la victoria estadounidense en la batalla por la dominación mundial. Analizando las reacciones al conflicto, puede verse que una parte significativa del Rimland se ha desplazado ahora a una posición más firme (atlántica), pero ¿llevará esto al dominio global de EEUU o a un redibujamiento del mapa geopolítico del mundo?
Con el trasfondo de las sustanciales acusaciones estadounidenses de agresión rusa, seguidas mucho antes del inicio de la operación especial rusa, la UE obviamente se radicalizó, los representantes de los países europeos empezaron a acusar a Rusia de imperialismo y a imponer sanciones a todo, desde la cooperación económica, pasando por los viajes aéreos y los eventos deportivos, hasta la prohibición de la participación de los gatos en eventos internacionales.
Al bloqueo de la "condena" y el apoyo a las sanciones se sumaron también los países que se formaron para cooperar con Estados Unidos tanto en el continente africano (Ghana, Liberia) como en Oriente Medio (Israel, Kuwait, Líbano, Libia) y en Asia (separatistas de Taiwán, Japón, Corea del Sur). En general, estos países, según los modelos geopolíticos, son precisamente los componentes de la franja costera que rodea a Rusia ("Heartland") por el Oeste, el Sur y el Sureste.
Y fueron estos países los prioritarios para Estados Unidos como baluartes para construir una red de bases militares en sus territorios.
Sin embargo, las sanciones se añaden casi exclusivamente a los países de la OTAN y a los países vecinos de la UE, así como a los países que de todos modos eran aliados de Estados Unidos, principalmente en Asia Oriental. Estados Unidos obtuvo el mayor éxito en Europa, donde se planteó la cuestión de aceptar en la OTAN a Finlandia y Suecia, anteriormente neutrales.
Al mismo tiempo, varios países han expresado su apoyo a las acciones del presidente ruso o han demostrado su comprensión de la situación geopolítica, calificando a Estados Unidos de principal culpable de la guerra. Estos espacios, si caracterizamos la situación desde un punto de vista geopolítico, han optado por colaborar con el continentalismo.
La realización de la operación especial de la Federación Rusa y el análisis de las reacciones a la misma lo demostraron:
- reorientación de la UE hacia EEUU, siguiendo la agenda globalista;
- activación de la influencia globalista en la zona de Rimland;
- presencia de aliados en América Latina (Venezuela, Nicaragua, Cuba), lo que significa la formación de un centro descentralizado del "Heartland";
- estrecho apoyo de los países de Oriente Medio (Siria, Irán);
- apoyo de Rusia en Indochina (Myanmar);
Es interesante señalar, argumentó la Federación Rusa, que precisamente estas son las regiones en las que Estados Unidos lleva mucho tiempo tratando de establecer la hegemonía del orden mundial estadounidense desestabilizando su vida política interna (intentos de "Maidan" en Cuba en otoño de 2021, apoyo a la oposición en Venezuela, Siria, bloqueo económico de Irán, sanciones y apoyo a la oposición al gobierno militar de Myanmar en 2021). Los intentos de retirar del juego a los aliados de la Federación Rusa han fracasado.
La neutralidad de una serie de países constituye un nuevo eje de países geopolíticamente "no alineados", que puede describirse como la aparición de un nuevo Rimland, un espacio neutral en la "Gran Guerra Continental". Entre los países que han mantenido la neutralidad figuran Azerbaiyán, Afganistán, Bangladesh, Bután, Vietnam, Egipto, India, Kazajstán, Qatar, China, Kirguistán, Malasia, Mongolia, Nigeria, Emiratos Árabes Unidos, Pakistán, Serbia, Tayikistán, Tailandia , Turkmenistán, Filipinas, Sri-Lanka, Sudáfrica, República Centroafricana, Brasil y México.
La neutralidad de varios países puede calificarse de "amiga" de Rusia. Así, Argentina, Guatemala, Chile y Colombia han pedido a Moscú que detenga la operación militar, pero se han negado a imponer sanciones a petición de Occidente. Ningún país latinoamericano (ni siquiera los que condenaron la operación) ha impuesto sanciones comerciales a Rusia. Pakistán y la India, a pesar de las presiones de Estados Unidos, también han renunciado a cualquier medida antirrusa.
La situación es similar en el Golfo Pérsico, donde los EAU y Arabia Saudí no se suman a la presión de las sanciones occidentales.
Turquía se niega a imponer sanciones. En la parte meridional de la Rimlandia -así como en su "patio trasero" en América Latina- Estados Unidos ha cosechado un clamoroso fracaso en sus planes de aislar a Rusia. Tanto los aliados y socios más poderosos de Estados Unidos como sus adversarios no tienen ninguna prisa por sumarse a las medidas antirrusas.
En el espacio postsoviético, ni siquiera las autoridades prooccidentales de Moldavia y Georgia, aliadas de Estados Unidos, han empezado a imponer sanciones a Rusia.
Esta configuración y el panorama surgido tras el inicio de la operación especial rusa en Ucrania demuestran la configuración geopolítica actual, muy diferente de la de la Guerra Fría con su enfrentamiento bipolar. Ya no somos aliados ni siquiera socios de Europa dentro de la UE (con la posible excepción de Hungría). Al mismo tiempo, hemos recibido el apoyo o una expresión de neutralidad tanto de las grandes potencias centradas en la multipolaridad como de una serie de pequeñas potencias, incluso proamericanas, que no pueden permitirse entrar en una verdadera confrontación geopolítica con Rusia.
A este respecto, pueden extraerse algunas conclusiones:
- El principal objetivo de la Federación Rusa en un futuro próximo será establecer una cooperación económica y política con los países de "estatus neutral", China y Pakistán son especialmente importantes y, al mismo tiempo, reforzar la asociación con India (que está bajo la influencia de Estados Unidos y en proceso de establecer la alianza QUAD, el análogo pacífico de la OTAN). La interacción económica y política con los países de Oriente Próximo y Oriente Medio es importante: tanto con Irán como con los Emiratos Árabes Unidos y Arabia Saudí.
- Aumentarán las sanciones estadounidenses y la presión política sobre los países que han expresado su apoyo a Rusia (se ha intentado desestabilizar Venezuela, Nicaragua, Cuba, Myanmar).
- Estados Unidos hará todo lo posible por imponer sanciones allí donde tienen mayor influencia sobre las élites: en Georgia, Moldavia. Sobornarán a los países africanos y a los pequeños países de América Latina para crear una manifestación de supuesta condena lo más amplia posible contra Rusia. En Europa, Estados Unidos hará todo lo posible para impedir que Viktor Orban gane las elecciones parlamentarias de abril.
- Los países con estatus "neutral" se convertirán de hecho en el campo de batalla de dos órdenes mundiales: el globalista estadounidense y el multipolar ruso.
- Estados Unidos y las redes atlánticas harán todo lo posible por mantener la unidad de la OTAN como principal baluarte, desde donde se lleva a cabo la ofensiva geopolítica contra Rusia, se desatará la represión contra los opositores al globalismo y a la orientación estadounidense, se les someterá a la cultura de la cancelación (presumiblemente por posiciones prorrusas).
