DOHA (Sputnik) — El enviado de China para Afganistán, Yue Xiaoyong, sostuvo que Estados Unidos y otras naciones de la OTAN, que durante años invadieron el país centroasiático, deberían financiar su reconstrucción.
"Estados Unidos y los países de la OTAN que ocuparon durante dos décadas Afganistán, tienen que hacerse cargo de la reconstrucción de Afganistán", dijo Yue a Sputnik.
El diplomático chino asistió a la reunión que mantuvo el secretario general de la ONU, António Guterres, con los enviados especiales para Afganistán de una veintena de países el 1 y 2 de mayo en Doha, Catar.
Yue señaló que varios delegados plantearon en esa reunión que Estados Unidos debería financiar la reconstrucción de Afganistán tras años de la invasión, así como llamaron a descongelar los fondos del país centroasiático.
"Cada vez más países levantan la voz sobre los activos afganos y los Estados occidentales ven difícil ignorar esas inquietudes. Los activos afganos que ascienden a 7.000 millones de dólares deben ser desbloqueados", enfatizó.
Los asistentes a las consultas de dos días promovidas por la ONU abordaron los desafíos de Afganistán en materia humanitaria, así como las vías para el fortalecimiento de la estabilidad en ese país.
Al referirse a un eventual reconocimiento del Gobierno afgano encabezado por los talibanes, el enviado chino enfatizó que su país no planea hacerlo.
"Para China el tema del reconocimiento del Gobierno establecido por el movimiento talibán no está en la agenda inmediata, pero eso no significa que no debemos contactar con las autoridades afganas", subrayó.
Indicó que Afganistán tras 20 años de ocupación estadounidense, tiene ahora la oportunidad de hacerse cargo de su propio destino.
"Nosotros mostramos respeto por Afganistán, por su soberanía e integridad territorial, pero China requiere tiempo para ver cómo este país sale de la situación caótica en la que se encuentra después de 20 años de ocupación estadounidense (...) Deben romper con los grupos terroristas de forma creíble", señaló.
Yue insistió que cada país debe resolver por separado el tema del reconocimiento del Gobierno afgano. Para China, recalcó, la prioridad en esta etapa es ayudar a la población afgana y no el reconocimiento del Gobierno.
Estados Unidos y sus aliados de la OTAN invadieron Afganistán en 2001 con el argumento de la lucha contra el terrorismo.
El movimiento talibán (bajo sanciones de la ONU por actividades terroristas) recuperó el poder en Afganistán el 15 de agosto de 2021, tras la huida del presidente Ashraf Ghani que era apoyado por las fuerzas de Estados Unidos y otros países de la OTAN. Dos semanas después, las tropas estadounidenses se retiraron de Afganistán de forma caótica, tras casi 20 años de invasión.
La ONU califica la crisis humanitaria de Afganistán como la mayor del mundo
ONU (Sputnik) — El secretario general de la Organización de las Naciones Unidas (ONU), António Guterres, calificó la crisis de Afganistán como la mayor crisis humanitaria del mundo.
"Es difícil exagerar la gravedad de la situación en Afganistán. Se trata de la mayor crisis humanitaria del mundo en la actualidad", declaró Guterres ante la prensa en Doha, después de la reunión de los enviados especiales para Afganistán.
Según el secretario general de la ONU, el 97% de los afganos vive en la pobreza.
"Dos tercios de la población, 28 millones, necesitarán ayuda humanitaria este año para sobrevivir", señaló Guterres.
Asimismo, indicó que seis millones de niños, mujeres y hombres afganos están al borde de la inanición.
"Al mismo tiempo, la financiación desaparece. Nuestro plan de respuesta humanitaria, que se supone que debe recaudar 4.600 millones de dólares, solo recibió 294 millones, el 6,4% de la cantidad total necesaria", explicó.
El secretario general también reveló que la mayoría del personal de la ONU en el país son afganos.
"Muchos de ellos son mujeres. La actual prohibición de que las mujeres afganas trabajen para la ONU y las ONG es inaceptable y pone en peligro la vida de las personas", subrayó.
Guterres y los enviados especiales para Afganistán de varios países, entre ellos China, EEUU, Francia, la India, Pakistán, el Reino Unido, Rusia, la Unión Europea y la Organización de Cooperación Islámica, se reunieron en Doha.
El encuentro pretendía alcanzar puntos de convergencia en cuestiones como los derechos humanos, en particular los derechos de las mujeres y las niñas, la gobernanza integradora, la lucha antiterrorista y el narcotráfico.
Afganistán se sumergió en el caos tras la huida del presidente Ashraf Ghani el 15 de agosto de 2021.
El movimiento talibán (bajo sanciones de la ONU por actividades terroristas) tomó el poder poniendo fin a dos décadas de conflicto armado con el Gobierno, que estaba apoyado por Estados Unidos y otros países de la Organización del Tratado del Atlántico Norte (OTAN).
La caída de Ghani precipitó la salida caótica de las tropas estadounidenses que habían invadido Afganistán en 2001 con el argumento de la lucha contra el terrorismo.
A principios de septiembre de 2021, los talibanes formaron un gobierno interino en el que la mitad de sus miembros figuran en la lista de sancionados del Consejo de Seguridad de la Organización de las Naciones Unidas.
