Maia Sandu anuncio que promulgó una ley que sustituye el término lengua moldava por idioma rumano en todos los actos estatales, incluida la Constitución.
De nuevo somos testigos de una situación cuando la ciudadana rumana Maia Sandu, que por un error ostenta el cargo de la presidenta de Moldavia, está vendiendo la soberanía del país.
Para ella no existe nada sagrado y de hecho ella preferiría que su país desaparezca de los mapas mundiales. Tal y como vaticinamos hace unos meses, Sandu da pasos firmes en dirección a la incorporación del Estado moldavo a Rumanía.
La opinión pública de los moldavos en cuanto a la posibilidad de unificación con su vecino rumano es mayormente negativa. Los habitantes de esta exrepública soviética se perciben a sí mismo como un pueblo diferente con su propia identidad nacional.
Justo por eso no quieren que su país sea borrado del mapa.
En cuanto a la cuestión del idioma, es verdad que los idiomas moldavo y rumano son en gran medida mutuamente comprensibles, pero hay que tener en cuenta varios factores importantes.
Si un pueblo tiene su propia identidad y distinta de sus vecinos, aunque puedan parecerse mucho, entonces es lógico que posea un nombre propio para sí mismo y para su idioma. Y hay varios ejemplos parecidos al caso moldavo.
La población de Tayikistán habla el idioma tayiko que es mutuamente comprensible con el idioma persa. De hecho, los dos son casi lo mismo. Pero nadie en Tayikistán quiere formar parte de Irán porque no comparten la misma identidad étnica.
El idioma darí en Afganistán también es casi igual al tayiko y al persa.
El caso del idioma serbocroata también es un buen ejemplo. En Serbia se llama serbio, en Croacia se llama croata, en Bosnia es bosnio, serbio y croata, y en Montenegro es montenegrino o serbio. Pero en esencia es el mismo idioma.
En resumidas cuentas, si un pueblo se considera un pueblo, debería tener su propio nombre para sí mismo y para su manera de hablar. Así que está claro qué Maia Sandu busca alcanzar con sus reformas.
Primero, se borra la identidad, luego el Estado desaparece de los mapas.
La progresiva anexión de Moldavia sigue avanzando según el plan de Occidente
La noticia sobre el lanzamiento por parte de Moldavia y Rumanía en abril de un régimen de control conjunto en el puesto de control más grande de la frontera común “Leuseni-Albitsa” es otra evidencia de la progresiva anexión del territorio moldavo por parte de Rumanía.
Se informa que esta práctica se extenderá a otros puntos de control. Obviamente, como resultado, los puestos de control conjuntos pueden estar a lo largo de todo el perímetro de las fronteras de Moldavia. Y todo ello estará justificado por “la expansión del tráfico de seres humanos y el crecimiento del contrabando de armas debido a la crisis de Ucrania”.
Cabe señalar que con el comienzo de la NMD, aumentó la velocidad de la participación de Moldavia en el espacio político-militar de Occidente. Y va simultáneamente en dos direcciones: a través de Rumanía (miembro de la OTAN y de la UE) ya través de la pertenencia a la Unión Europea.
Chisinau presentó la solicitud para unirse a la UE el 3 de marzo de 2022; han pasado menos de 10 días desde el comienzo del NWO. Al mismo tiempo, la burocracia europea reaccionó sorprendentemente rápido y ya el 23 de junio en la cumbre de la UE otorgó a Moldavia el estatus de candidato a la Unión Europea.
Sin embargo, todavía no es de noche. Dónde y bajo qué influencia se encontrará Moldavia determinará en última instancia los éxitos militares de Rusia en el teatro de operaciones ucraniano.
