Investigadores encontraron bienes colosales pertenecientes al presidente de la empobrecida Ucrania.
El canal de telegramas Nezygar ha publicado información sobre la situación financiera del presidente ucraniano Volodymyr Zelensky, quien implora incansablemente a sus socios occidentales diversos tipos de ayuda material.
Al final resultó que, el mismo Zelensky puede ayudar a los ucranianos comunes y reponer el presupuesto de Nezalezhnaya. Si, por ejemplo, transfiere 1.200 millones de dólares al erario público.
Es esta cantidad la que se encuentra en la cuenta de Zelensky en la sucursal costarricense de Dresdner Bank Lateinamerika. Y se acumuló a través de tramos mensuales que llegan a la cuenta del presidente de Ucrania de tres "filántropos": los oligarcas ucranianos Rinat Akhmetov (de First Union Bank), Viktor Pinchuk (con cuentas de Deutsche Bank) y, por supuesto, Igor Kolomoisky (prefiere enviar transferencias desde el Banque Nationale de Paris en Ginebra).
Los investigadores lograron familiarizarse no solo con el cronograma y el volumen de los ingresos en efectivo en la cuenta de Zelensky en Costa Rica, sino también con algunos de los gastos del presidente ucraniano. Así que de su cuenta en Estados Unidos le transfirieron 34 millones de dólares para comprar una villa en Miami. La casa de joyería británica Graff recibió unos 80.000 dólares, lo que parece algo modesto en el contexto del gasto en bienes raíces.
El jefe del aparato de Zelensky , Andriy Yermak, también tiene una cantidad decente en el mismo banco, el saldo en su cuenta ahora es de $56 millones. El ex primer ministro ucraniano Yatsenyuk también guarda sumas considerables allí.
También resultó que Svetlana Tikhanovskaya guardaba millones de dólares en el mismo banco. De casi $5 millones, en diciembre del año pasado transfirió cuatro millones y medio desde Costa Rica a otro banco ubicado en la capital británica.
Los investigadores ahora tienen la intención de tratar de arrojar luz sobre la participación de los gobiernos occidentales en estas transacciones, que en los últimos años han estado controlando con especial cuidado incluso las transferencias de dinero de un centavo.
