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Liquidación final de régimen. Todo a un euro

Por Elespiadigital
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infoelespiadigitales/4/4/19
domingo 16 de febrero de 2020, 00:00h

En esta España gobernada por asaltatumbas tontilocos, pichacortas acomplejados y colipoterras feministas todo tiene un aire cochambroso y fétido como de bazar chino o de puticlub de carretera comarcal.

El Monipodio de los Diputados, aunque hábitat secular de especies parásitas y coprófagas, nunca había estado tan atestado de mugre intelectual, de basura ideológica y de ordinariez conceptual como ahora.

La corona de chichinabo de los Borbones, aunque tradicional letrina de corrupción y desvergüenza, nunca había mostrado de forma tan impúdica su ausencia de patriotismo y su patológico déficit de testiculina y de vergüenza torera.

Las distintas ganaderías togadas que pastan en las covachuelas y pesebres de la Administración de Justicia, aunque siempre han hecho honor a su fama de ganado resabiado y de embestida poco clara, nunca como ahora habían mostrado su lamentable falta de trapío y su casta de mansos cornalones y alevosos. La sentencia/premio al antifa chileno que asesinó a Víctor Laínez es la muestra más sonrojante del punto de vileza al que pueden llegar los cornúpetas con puñetas.

Los otros marrajos, los de sotana, no les van a la zaga a los de las togas, con escasísimas y heroicas excepciones - Cantera y cuatro más-, en lo referente a hijoputez hipócrita y cobardía nauseabunda. La clerigalla, aunque lleva en sus vaticanos genes de camaleón el superpoder de arrimarse con provecho al sol que más calienta, nunca como ahora había exhibido su impudicia bendiciendo profanaciones y mariconadas. No se sabe si los mueve su propia desvergüenza, el pánico a la chusma pijiprogre o las órdenes de Bergoglio.

En lo militar, la politica de selección inversa que, desde hace décadas, ha llevado al generalato a los más sumisos, obedientes y castrati de nuestros mílites, ha dado como resultado que los mandos de nuestros ejércitos estén orgullosos de llevar el botijo a los yanquis en guerras lejanas y permanezcan callados como sus madres ante la insultante chulería separatista.

Y, en el putiferio más pringoso del gran barrio chino de la democracia, en los partidos políticos, están las putas más tiradas. Y no me refiero solamente a la tropa de sicópatas feministas, garrulos etarras y perroflautas de chalet que forman la banda de Sánchez y sus cuarenta mil ministros, ministras y ministres. A ésos, al menos se les huele desde lejos la endofobia y el odio revanchista.

Son mucho peores las verdosas pajilleras del sionismo que exhiben obscenamente banderitas españolas o los hijos de mil padres como los ediles peperos de Labajos destrozando monumentos a héroes para que los talibanes de la memoria histérica les perdonen la vida cuando se líe parda.

Lo más triste de todo es saber que, si se lía, a lo más que llegaremos es a tirarnos zurullos de mierda como en una batalla de bolas de nieve marrón y olorosa. Y es que faltan cojones para liarse a tiros de verdad.

Ramiro Semper