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La empresa que contrató a los mercenarios de Haití es de un venezolano pro Guaidó. Detenido el cabecilla de la conjura. Análisis

Por Elespiadigital
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infoelespiadigitales/4/4/19
lunes 12 de julio de 2021, 15:00h

La empresa que contrató a los mercenarios para el magnicidio del presidente de Haití, Jovenel Moise, está registrada en Florida a nombre de un venezolano seguidor del opositor Juan Guaidó, así lo indicó la vicepresidenta venezolana, Delcy Rodríguez.

Durante una rueda de prensa ofrecida por la alta funcionaria para dar detalles de la Operación Gran Cacique Guaicaipuro, llevada a cabo en el oeste de Caracas, Rodríguez comunicó la información ya publicada por AP sobre el propietario de la empresa mercenaria involucrada en el asesinato de Moise.

"Hoy en AP aparece que la empresa mercenaria que contrató a los colombianos involucrados en magnicidio de Haití es de un activista de Juan Guaidó, Antonino Intriago, jefe de una compañía mercenaria establecida en Florida", sostuvo la también ministra de Finanzas.

Además, Rodríguez informó que Intriago ha llamado en sus redes sociales al magnicidio del presidente venezolano, Nicolás Maduro.

Esta compañía de seguridad, que lleva por nombre CTU Security, contrató a los colombianos señalados como los autores materiales del crimen. Algunos de ellos ya han sido abatidos por las fuerzas de seguridad haitianas.

CTU Security fue registrada en 2008 y Antonio Enmanuel Intriago Valera figura como su presidente, de acuerdo con AP. Intriago, de origen venezolano y residenciado en Miami, está también afiliado a varias otras entidades registradas en Florida, algunas de ellas ya disueltas, incluyen a la Academia Federal de la Unidad Contra el Terrorismo, el Consejo Nacional Venezolano Americano y Doral Food Corp.

El mandatario haitiano, Jovenel Moise, falleció el 7 de julio tras recibir 12 disparos en su residencia de Petion Ville, un barrio acomodado de la capital haitiana.

Hasta la fecha, los cuerpos de seguridad de Haití han identificado a 28 presuntos delincuentes, 26 de los cuales eran ciudadanos colombianos.

Por su parte, el Ministerio de Defensa de Colombia reveló los nombres y rangos de 11 de los 17 militares retirados del Ejército Nacional que fueron detenidos por las autoridades de Haití, entre los que se encuentran un teniente coronel y un capitán.

Detienen al presunto cerebro del asesinato de Jovenel Moise

PUERTO PRÍNCIPE (Sputnik) — La policía de Haití informó haber detenido al presunto autor intelectual del asesinato del presidente de Haití, Jovenel Moise, identificado como Christian Emmanuel Sanon, un médico del estado norteamericano de Florida.

“A la primera persona que llamaron cuando se bloqueó el avance de los bandidos fue a Enmanuel Sanon que trabajaba con otras dos personas implicadas en la autoría intelectual del asesinato”, confirmó en una rueda de prensa el director de la Policía León Charles.

Sanon es médico de profesión, y es el tercer haitiano arrestado en el marco de las investigaciones, por las cuales se detuvieron también a 18 colombianos, mientras otros cinco continúan a la fuga, y tres murieron en los enfrentamientos con las fuerzas del orden.

Charles aseguró que el Sanon llegó al país a inicios de junio a bordo de un avión privado, junto a algunos de los arrestados, bajo pretexto de proteger sus negocios, "pero esta misión cambió".

Luego recibieron una orden de arrestar al presidente, dijo el funcionario durante la intervención desde la residencia del primer ministro, Claude Joseph.

Igualmente, señaló que Sanon mantenía vínculos con una compañía especializada en seguridad, y durante el registro a su vivienda ocuparon equipos identificados como DEA (Administración de Control de Drogas, por sus siglas en inglés), así como armas, municiones, y matrículas de circulación de la República Dominicana, entre otros artículos.

Las nuevas informaciones son resultado de la estrecha colaboración con las unidades de Colombia presentes en el país desde el sábado 10 de julio, explicó el directivo, y aseguró que trabajan con celeridad para identificar a los autores intelectuales del magnicidio.

Arrestan al presunto reclutador de los asesinos de Jovenel Moïse

La Policía Nacional de Haití ha anunciado el arresto de un hombre sospechoso de reclutar a exmilitares colombianos para asesinar al presidente haitiano Jovenel Moïse.

El detenido es Gersaín Mendivelso Jaimes, quien trabajó de enfermero en el Hospital Naval de Cartagena. Es el 18.º colombiano en ser arrestado tras el magnicidio, ocurrido el pasado 7 de julio, junto a dos estadounidenses de origen haitiano, informa El Heraldo.

Nuevos detalles apuntan a que el presidente de Haití pudo haber sido torturado

Los detalles de la muerte del presidente de Haití, Jovenel Moise, indican que el mandatario podría haber sido torturado antes de que lo asesinara un grupo de mercenarios.

Esto se desprende del informe forense compartido por el juez haitiano Carl-Henri Destin, que arroja luz sobre lo que ocurrió la noche del 7 de julio, cuando el presidente del país caribeño fue acribillado a 12 balazos.

La autopsia reveló fracturas de huesos en uno de sus brazos y su pierna derecha. También se indica que su ojo izquierdo fue perforado y tenía agujeros en su frente y los pezones. Otros tres agujeros fueron localizados en su muslo y uno en el abdomen, detalló el juez al periodico local La Nouvelliste.

A raíz de esta información, el ministro encargado de Asuntos Electorales de Haití, Mathias Pierre, dijo en una entrevista a la cadena colombiana Wradio que el presidente había sido torturado debido a que los mercenarios querían que firmase una carta de renuncia. "Eran muchos en Haití quienes buscaban que el presidente Moise renunciara y se fuera, esto a pesar de que ya había un calendario publicado y un decreto de elecciones", explicó Pierre.

"Había un grupo que tenía miedo porque el presidente se puso en los últimos meses a luchar contra la corrupción. Por eso contrataron a los colombianos, quienes vivieron un mes en Haití y los entrenaron para cometer este delito", aseguró el funcionario.

El funcionario también indicó que por ahora no se puede determinar si los miembros de seguridad presidencial estaban involucrados en el magnicidio o no. Además, señaló que la ausencia de un intercambio de disparos durante el asalto a la vivienda del presidente llamó su atención.

Uno de los detenidos por magnicidio en Haití, familiar de un miembro del Gabinete de Iván Duque

Grosso Guarín, uno de los colombianos detenidos en Haití por el asesinato del presidente del país, Jovenel Moise, es familiar directo de uno de los miembros clave del Gabinete del presidente colombiano, Iván Duque.

Se trata de Rafael Guarín Cotrino, consejero presidencial para la Seguridad Nacional de Colombia. Guarín señaló en un comunicado que es primo de uno de los militares acusados por el magnicidio en Haití.

Guarín explicó que su padre confirmó esta información, luego de ser interrogado por el propio consejero tras ver que uno de los 18 militares colombianos arrestados en Puerto Príncipe tenía su mismo apellido y era oriundo de la ciudad de Sogamoso, de donde viene su familia.

"Mi padre me informó que el señor Mauricio Grosso Guarín es hijo de uno de sus diez hermanos", declaró Guarín, quien sí tenía información de que un primo era soldado profesional del Ejército.

Sin embargo, el alto funcionario explicó que nunca ha estado en contacto con Grosso. "Al respecto, manifiesto que no conozco a dicha persona, ni a lo largo de mi vida he tenido trato alguno, ni siquiera en el plano familiar".

En la lista de detenidos divulgada por la Policía de Haití y confirmada por las autoridades en Colombia, aparece el nombre de Manuel Antonio Grosso Guarín, pero no el de Mauricio Grosso Guarín.

Manuel Antonio Grosso es un militar de 41 años activo y no retirado, miembro del escuadrón de Paracaidista, de las fuerzas especiales y de operaciones antiguerrilleras, según información de Telesur.

El consejero presidencial sostuvo que "los organismos de justicia deben adelantar la investigación y determinar las responsabilidades que correspondan" y que quienes cometieron el "abominable homicidio del presidente Jovenel Moise deben responder ante la justicia con las mayores sanciones a las que haya a lugar".

Las autoridades de Haití informaron en la noche del 8 de julio que 26 colombianos y dos haitianos estarían detrás del asesinato del presidente, quien recibió 12 impactos de bala luego de que un comando ingresara a su vivienda el 7 de julio. La autopsia reveló que Moise podría haber sido torturado antes de su muerte.

Maduro: Gobierno de Colombia sabía sobre grupos mercenarios en Haití

CARACAS (Sputnik) — El presidente de Venezuela, Nicolás Maduro, afirmó que el Gobierno de Colombia sabía sobre el grupo de mercenarios que asesinó al mandatario de Haití, Juvenel Moise.

"El Gobierno de Colombia tiene que haber sabido de la preparación de ese grupo de mercenarios para cometer ese crimen del presidente de Haití, el Gobierno de Colombia sabía, y tiene que reconocerlo" expresó Maduro durante un acto militar en Caracas.

El mandatario señaló que el grupo de 26 militares colombianos salieron con su pasaporte a una operación militar en el Caribe, por lo que dijo que no puede ser que los organismos de inteligencia de ese país no lo supieran.

"Yo le dijo a presidente (Joe) Biden desde aquí, las agencias de inteligencia de Estados Unidos, tienen que haber conocido de este movimientos de mercenarios, porque se dieron en sus narices", expuso.

Además, Maduro indicó que uno de los involucrados es amigo personal del opositor y prófugo de la justicia, Leopoldo López, y Juan Guaidó.

Asimismo, Maduro condenó que hayan querido involucrar a Venezuela en el magnicidio.

Maduro anunció que presentará nuevas pruebas de mercenarios que se entrenan y preparan en Colombia para ejercer actos de terrorismo y sicariato en Venezuela.

Mercenarios: el nuevo producto de exportación colombiano

Tras conocerse la noticia de que entre los presuntos autores materiales del magnicidio del presidente haitiano Jovenel Moise habrían militares colombianos retirados, los ojos del mundo se han puesto sobre esta rara exportación de talentos.

Son 26 los colombianos que estarían presuntamente implicados en el asesinato del presidente haitiano Jovenel Moise, de los cuales 18 fueron capturados por vecinos y la Policía Nacional haitiana, mientras que tres fueron abatidos y cinco continuaban prófugos según fuentes oficiales.

La participación de mercenarios colombianos en el magnicidio deja expuesta una realidad desconocida para muchos en la región, pero que ha tenido suelo fértil en Colombia en los últimos años.

Tras décadas de conflicto político-militar entre el Ejército Nacional y las guerrillas de las FARC y el ELN, el entrenamiento prestado por los Estados Unidos en asuntos de inteligencia y contrainsurgencia a militares nacionales se intensificó con la puesta en marcha del Plan Colombia. Sin embargo, para muchos de estos militares entrenados, hoy resulta más atractivo ofrecer sus conocimientos y capacidades operacionales al mejor postor.

Decenas de hombres con entrenamiento militar se retiran del servicio activo y se jubilan incluso antes de los 40 años porque no pudieron ascender en la pirámide jerárquica del ejército, son llamados a retiro o procesados judicialmente, entre otras razones. Algunos exmilitares optan por estas alternativas muchas veces criminales, económicamente más redituables que las mismas fuerzas armadas nacionales, con muchos años disponibles aún para prestar sus servicios a otras causas.

Tal es el caso Manuel Antonio Grosso Guarín, militar retirado del Ejército colombiano capturado por la Policía Nacional de Haití por el asesinato de Moise. Grosso Guarín, oriundo del departamento de Boyacá, de 41 años, tiene formación en actividades de comando especial, con capacidad y entrenamiento en infiltración y experto de las Fuerzas Especiales Antiterroristas Urbanas —unidad de élite del Ejército Nacional de Colombia.

Las redes de mercenarios internacionales, cuyas listas estaban formadas principalmente por exmiembros de fuerzas armadas de países como Estados Unidos, Gran Bretaña, Sudáfrica, Francia o Israel, hoy son engrosadas por un generoso número de efectivos colombianos que pasan a retiro de manera temprana, pero altamente formados en áreas diversas que van desde comandos selváticos a francotiradores, de pilotos de helicópteros a agentes de inteligencia.

¿Por qué los mercenarios colombianos son requeridos?

El factor que les ha hecho ganar en popularidad a los sicarios colombianos sería principalmente el menor precio que cobran por estos servicios, lo que convirtió en competitivo al mercenario colombiano, dado su entrenamiento y formación. Las ofertas de trabajo circulan tranquilamente por redes sociales de militares en retiro y en servicio activo, según consignó El Tiempo de Colombia.

Con tareas que van desde vigilancia de oleoductos en Oriente Medio hasta el combate contra ISIS —autoproclamado Estado Islámico, proscrito en Rusia—, pasando por el sicariato o el narcotráfico, las empresas contratistas de seguridad internacionales —mayoritariamente estadounidenses— reclutan miembros en retiro de las principales fuerzas armadas para tareas de todo tipo, en regiones tan diversas como Irak, Yemen o Afganistán.

Sobre las implicancias de lo acaecido en Puerto Príncipe, el ministro de Defensa colombiano, Diego Molano, afirmó que "la información señala que son ciudadanos colombianos, miembros retirados del Ejército Nacional. Hemos dado las instrucciones, por parte del Gobierno nacional a nuestra Policía y al Ejército, para que de inmediato se preste colaboración para la investigación, para que se esclarezcan estos hechos", sostuvo el ministro en conferencia de prensa.

Aún no se esclarece quién patrocinó el magnicidio de Moise. Las autoridades haitianas solo han podido afirmar que el comando estaba fuertemente entrenado y armado. "Los mercenarios habrían entrado hace semanas a territorio haitiano, haciéndose pasar por agentes de la DEA", según expresó Bocchit Edmond, embajador de Haití en Estados Unidos.

El Gobierno, el Ejército y la Policía Nacional de Colombia, se han limitado a expresar sus deseos de colaboración con Interpol y las autoridades haitianas sobre este caso, pero han declinado de comentar el rol que tendría la estructura castrense del país en la conformación de este nuevo fenómeno criminal de exportación.

Jefe de las pandillas más poderoso de Haití se mete en la agitación y ve una conspiración detrás del asesinato del presidente

Uno de los líderes de pandillas más poderosos de Haití dijo el sábado que sus hombres tomarían las calles para protestar por el asesinato del presidente Jovenel Moise, amenazando con hundir más al empobrecido país caribeño en el caos.

Jimmy Cherizier, un ex policía conocido como Barbecue que encabeza la llamada federación G9 de nueve bandas, arremetió contra la policía y los políticos de la oposición a los que acusó de confabularse con la «burguesía apestosa» para «sacrificar» a Moise esta semana.

«Fue una conspiración nacional e internacional contra el pueblo haitiano», dijo en un video, vestido con uniforme militar caqui y sentado frente a una bandera haitiana.

«Le decimos a todas las bases que se movilicen, que se movilicen y que salgan a las calles para que se arroje luz sobre el asesinato del presidente».

Cherizier dijo que sus seguidores practicarían la «violencia legítima» y que era hora de que «los amos del sistema», magnates empresariales de ascendencia siria y libanesa que dominan partes de la economía, «devolvieran» el país.

«Es hora de que la gente negra con el pelo rizado como nosotros tengamos supermercados, concesionarios de automóviles y bancos», dijo.

Algunos de los magnates habían estado en desacuerdo con Moise.

Los temores de que los enfrentamientos empeoren tenían a los ciudadanos nerviosos en Puerto Príncipe, que ha sido atormentado por la violencia durante semanas mientras los pandilleros luchaban contra la policía por el control de las calles.

«Realmente no tienen la capacidad para manejar la seguridad», dijo Benoit Jean, residente de la ciudad. «No hay suficientes policías».

Más temprano el sábado, la viuda de Moise, Martine Moise, quien resultó herida en el ataque, acusó a oscuros enemigos de planear su asesinato para frustrar el cambio democrático.

«Enviaron mercenarios a matar al presidente en su casa con miembros de su familia por las carreteras, el agua, la luz y el referéndum así como las elecciones de fin de año para que no haya transición en el país», dijo.

Jovenel Moise había hablado de las fuerzas oscuras detrás de años de disturbios — rivales y oligarcas enojados por lo que llamó sus intentos de limpiar los contratos gubernamentales y la política — y propuso un referéndum para cambiar la constitución de Haití.

El referéndum, programado para el 26 de septiembre junto con las elecciones presidenciales y legislativas, podría abolir el cargo de primer ministro, remodelar el poder legislativo y fortalecer la presidencia. Los críticos lo llamaron una toma de poder.

El asesinato de Moise nubló esos planes y provocó un desorden político en Haití, lo que provocó las solicitudes de ayuda extranjera.

Estados Unidos dijo que no tiene planes de brindar asistencia militar a Haití por ahora, mientras que la solicitud a las Naciones Unidas necesitaría la autorización del Consejo de Seguridad.

LUCHA POR EL PODER

A última hora del viernes, el hombre Moise, quien fue nombrado primer ministro justo antes del asesinato, reclamó el derecho a dirigir Haití, enfrentándolo al jefe de estado interino Claude Joseph, cuyo gobierno ha manejado hasta ahora la respuesta al asesinato.

Ariel Henry, un neurocirujano a quien Moise nombró primer ministro el lunes, dijo a Reuters que era él quien tenía el poder, no el primer ministro interino Joseph, y que estaba formando un gobierno.

«Después del asesinato del presidente, me convertí en la autoridad más alta, legal y regular porque había un decreto que me nominaba», dijo.

Henry dijo que su gobierno crearía un nuevo consejo electoral que determinaría nuevas fechas para las elecciones que se realizarían «lo antes posible».

Pero Henry aún no ha prestado juramento y Joseph, quien fue nombrado primer ministro interino en abril, se ha quedado.

La lucha por el poder ha creado confusión sobre quién es el líder legítimo de los 11 millones de habitantes del país.

El ministro de Elecciones, Mathias Pierre, dijo que el primer ministro en funciones, Joseph, mantendría ese cargo hasta la votación del 26 de septiembre.

Mientras tanto, el Senado de Haití, que actualmente comprende solo un tercio de sus 30 senadores habituales, nominó a su presidente, Joseph Lambert, el viernes para actuar como presidente interino, mostró un documento revisado por Reuters.

Análisis: Jovenel Moïse rompió la liga de la resistencia, interna y externa

Salvador González Briceño

*A quién sirve el asesinato del presidente del país más pobre de Latinoamérica

*Urge atender la situación, porque la tentación autoritaria militar no es menor

Desbordará la crisis política en inseguridad y violencia, si no se realizan pronto elecciones libres y democráticas.

“Magnicidio”. La mañana del miércoles 7 de julio las noticias de portada de la prensa internacional son escalofriantes: Jovenel Moïse, presidente de Haití, fue asesinado esta madrugada (1:00 am., hora local) en la capital, Puerto Príncipe.

Un grupo de individuos bien armados llegó hasta su residencia ubicada en Pelerin, un sector exclusivo de mansiones ubicado en la parte más alta de Puerto Príncipe. Burlaron el cerco de seguridad del domicilio del presidente en funciones. La esposa de Moïse resultó herida en la balacera.

La condena internacional no se hizo esperar, como México, el Reino Unido, Francia, España, Estados Unidos y numerosos países de América Latina; el Consejo de la ONU dijo estar “profundamente consternado”. En tanto el vecino, República Dominicana, anunció el cierre de fronteras. Incertidumbre e inestabilidad con amenaza de más violencia en las calles.

De inmediato el primer ministro interino, Claude Joseph —ahora autoproclamado encargado del país— declaró, con el apoyo del Consejo de Ministros, el “Estado de sitio” en los términos del artículo 149 de la Constitución, y llamó a la población a “guardar la calma”, asegurando que la policía y el ejército garantizarán el orden público: La continuidad del Estado está asegurada, dijo.

No obstante, el país no posee las vías legales para nombrar a un sustituto del presidente asesinado, porque según la Constitución es la Asamblea General la que debe elegir al presidente, pero la misma no existe. Por lo que hay un vacío institucional al no poder autoerigirse presidente. “Encargado” sí, pero nada más. Eso crea un vacío de poder, para la tentación autoritaria de los militares.

El primer día fue de tensa calma. Pero la gente tiene miedo, y con razón. Haití, como se sabe, es el país más pobre de Latinoamérica. No se recupera del terremoto de 7 grados que sacudió a la isla en 2010, donde perdieron la vida más de 200 mil personas. Sin olvidar el tsunami que provocó el terremoto cinco años antes, de 9.3 grados en Yakarta que dejó una pérdida de vidas humanas de 225 mil.

Situación interna

Qué decir de la situación política: tan inestable como que en los últimos 30 años Haití ha tenido 20 presidentes. Una población carente de todo: de servicios básicos, de empleos, de infraestructura, vías de comunicación, vivienda, educación, agua potable, drenaje, todo. Y que se moviliza para protestar con razón por tanta desigualdad y pobreza; como contra los gobiernos que no atienden las necesidades.

País “ejemplar” porque fue el primero en liberarse del colonialismo en América Latina —o segundo, luego de Estados Unidos—, en su caso de la Francia colonial. No obstante, el costo en vidas de dicho proceso fue de 255 mil esclavos, la destrucción de las plantaciones y la infraestructura en general.

Instalación colonial, porque a la “declaración de la independencia” en 1804 (el temprano siglo XIX), el primer presidente y autonombrado “emperador”, Jean-Jacques Dessalines, ordenó asesinar a “todos los blancos” (entre 3 mil y 5 mil). Una venganza que le “ganó el desprecio” (sic) de muchos países, con Francia a la cabeza.

Sería en 1825 cuando siendo presidente Jean-Pierre Boyer, firmaría la “Ordenanza de Carlos X”. Era la trampa, la oficialización de las cadenas, por tratarse de una de las primeras formas cruentas del sometimiento colonial.

Con la “ordenanza” se obligó a la isla, para el “reconocimiento diplomático” como país independiente, a que el gobierno aceptara las siguientes condiciones: una reducción arancelaria del 50 por ciento para todas las importaciones francesas, así como; una indemnización por 150,000,000 (unos US$ 21,000 millones de 2018) a pagar en cinco cuotas, como compensación a los plantadores franceses por ¡tierra y esclavos! perdidos en la guerra.

Como esas cantidades eran el ingreso del gobierno “multiplicado por 10”, entonces para cubrir el primer pago Haití tuvo que pedir prestado. Francia lo autorizó solo que fuese con la banca francesa. El préstamo inicial fue por 30,000,000 de francos, con 6,000,000 de comisiones a cobro anticipado, mismos que pasaron de una mano a otra, del banco a la tesorería francesa.

Ahí comenzó la “espiral” de la “deuda de la independencia”, que posteriormente se regaría como plaga al resto del continente. Para Haití, la negociación de reducir el monto total de la deuda a la mitad en 1830, significó no obstante cubrir la deuda en ¡122 años!, hasta 1947. (Datos de la BBC: https://cutt.ly/imQKPfR).

Solo para dejar en claro que la “madre patria francesa” exprimió al país a revancha de su independencia, el asesinato del invasor y la destrucción de las fincas en tierras haitianas.

EE.UU. le roba la cancha a Francia

En otras palabras, Haití no nació pobre, Francia contribuyó primero. Posteriormente lo dejó a merced de Estados Unidos, cuya presencia militar comenzaría en 1915 con el envío de 330 marines a Puerto Príncipe por el presidente Woodrow Wilson, para la “protección” de las empresas. En los hechos, todavía no cubría la eterna deuda con Francia cuando ya estaba siendo invadido por el ejército estadounidense.

EE.UU. había iniciado el siglo XIX la invasión de lo que consideraría de entonces su “patio trasero”. Con intervenciones previas en Uruguay (1858), Panamá y Nicaragua (1860), México (1876) y Chile (1891); entre 1904 y 1914 llegó a ocupar Cuba, Nicaragua, Honduras y Haití. De entonces a la fecha, EE.UU. no saca sus fauces del continente latinoamericano.

La historia de la región es de intervenciones, presencia militar estadounidense, derrocamiento de gobierno no afines a los intereses de sus empresas, golpes de Estado, con duración de dictaduras militares en décadas; recientemente, bloqueos económicos, acoso de políticos mediante procesos judiciales, uso de gobiernos afines como base militar, financiamiento de ejércitos mercenarios, apoyo a sectores opositores para la orquestación de los “golpes blandos”, etcétera.

Estrategias todas de control, de poder colonial y neocolonial, EE.UU. las fortalece con la presencia de la CIA —y otras como la USAID— que ha sido crucial, así como el financiamiento de todas estas “operaciones” autorizadas por el Congreso y orquestadas desde Washington.

Los golpes de Estado para derrocar a gobiernos nacionalistas o mal llamados “populistas”, que persiguen una vía propia para sus países —salvo Cuba, la piedra en el zapato de muchos presidentes de EE.UU.—, son cuantiosos en las últimas décadas. La lista es larga. Y las acciones de la CIA y otros organismos también.

Por lo mismo, aún en pleno siglo XXI, lo que ocurra en la región latinoamericana difícilmente escapa de las manos de Washington. Los motivos son económicos siempre, por los recursos naturales, por resguardar las inversiones, para el pago de la deuda, por protección de los negocios propios.

Entonces, Haití ha sido una colonia explotada y sujeta por la bota militar financiada desde el exterior. Con algunos, muchos, “gobiernos provisionales” y unos cuantos “presidentes constitucionales”, desde Jean-Bertrand Aristide —tras las cruentas dictaduras de los Duvalier—, a la fecha.

El recién asesinado presidente, Jovenel Moïse, fincó su propia suerte, de derecha, neoliberal y con fuerte tendencia autoritaria. Gobiernos para servir, siempre, a los intereses estadounidenses y una pequeña cúpula local.

¿Qué pasó en Haití?

Primeramente, por razones internas. Sobre la participación externa no quedan claros todavía los móviles. Solo que entre los pistoleros había extranjeros con acento gringo, y hablando portugués o español. Profesionales, sin duda, “mercenarios” también pero no se sabe contratados por quién.

Sin datos no se hace más que especular. Salvo que el embajador de Haití en Estados Unidos, Bocchit Edmond, dijo que “tenemos un video y creemos que son mercenarios”. Porque se trató de “un ataque bien orquestado”, “cometido por profesionales”. Hizo un llamado a la “cacería internacional” para capturar a los responsables.

Dijo Joseph que entre los atacantes “hablaban inglés y español”. Pronto, el mismo día 7, en el lugar de los hechos algunas dudas comenzaban a aclararse tras la detención de los primeros presuntos asesinos —dos porque otros cuatro fueron abatidos—, como lo anunció el director general de la policía de Haití, León Charles.

Al ser “interceptados” los presuntos, dijo Edmond, los hombres “mintieron” al identificarse como agentes de la Agencia Antidrogas de Estados Unidos (DEA). El mismo The Miami Herald lo informó así: fue una voz con acento estadounidense gritando en inglés: “¡Operación de la DEA! ¡Retírense todos! ¡Operación de la DEA! ¡Retrocedan, retírense todos!”.

Solo que el portavoz del Departamento de Estado, Ned Price, negó cualquier implicación de la DEA en el magnicidio. Agregó que los asesinos pudieron huir hacia República Dominicana, donde se habla español. Además, no hay forma de salir para ellos del país que no sea por tierra, no hay avión. “Los informes son absolutamente falsos” dijo Ned sobre presunta implicación de la DEA y de EE.UU.

Empresario con muchas promesas para los pobres, Moïse había sido nombrado presidente en 2015, con fuertes denuncia de fraude generalizado. Eso le costó al país unos tres años de conflictos sociales, con protestas en las calles.

En 2017, igual electo con la baja participación del 18 por ciento de votos, con alegatos de fraude como en 2015 Moïse fue “legitimado” por las Naciones Unidas y la OEA. Enquistado en el poder, para un periodo de cinco años tendría que terminar el 7 de febrero de 2021. Pero nada.

Su implantación de la política neoliberal degradó la situación económica, aceptando la propuesta del FMI de eliminar los subsidios a los combustibles. El impacto envió a las calles a más de 2 millones de personas afectadas.

Desfalco en su gobierno

Señalado por un desfalco millonario de fondos públicos, implicaría a Moïse, sus empresas o altos funcionarios de su gestión.

El presidente gestó su caída desde que en el 2020 anuló el Parlamento, intervino el poder judicial, comenzó a gobernar por decreto y realizando masacres entre los barrios pobres haitianos. Además, la creación de la “policía política” bajo el nombre de Agencia Nacional de Seguridad. Señales de que rompió la liga.

Un día antes de su asesinato —el lunes 5—, habría anunciado el nombramiento de un nuevo primer ministro, Ariel Henry, para “la formación de un gobierno de base amplia” y “resolver el flagrante problema de la inseguridad”, así como para trabajar en la “celebración de elecciones generales y el referéndum”. Todo por determinación propia.

Pero fue tres meses antes de la celebración de las elecciones presidenciales y legislativas anunciadas para el 25 de septiembre 2021, en las cuales Moïse no podría participar. Él se aferró a terminar su gobierno hasta 2022.

Conjunto de imposiciones que colmaron a todos los sectores de la población. Es decir, Juvenel Moïse cultivó el rechazo político, cultivó enemigos incluso en el propio sector empresarial. Pero los pistoleros llegaron antes de cualquier elección o posible juicio político.

El crimen —inaceptable por todos los medios— ocurrió. Será que desde Washington nadie sabía nada. Como la burguesía local. Luego se verá, a partir de conocer quién contrató a los “asesinos profesionales”.