Militares

Alfonso Pardo de Santayana y Coloma

Elespiadigital | Domingo 22 de febrero de 2015

El peso inexorable de una reconocida familia militar

En junio de 2006, tras pronunciar en el Alcázar de Segovia una conferencia sobre la enseñanza militar, Pardo de Santayana propuso un brindis por el Rey como garante de la unidad de España ante un posible riesgo de división territorial, palabras que provocaron el airado abandono del acto por parte de varios representantes socialistas. El jefe del Ejército de Tierra, Carlos Villar, abrió una investigación (sin mayores consecuencias) aunque aquél puntualizara que cuando pronunció el brindis “no estaba pensando ni en el Gobierno ni en el Estatuto de Cataluña porque no tenía ninguna intencionalidad política”.

 



 

El peso inexorable de una reconocida familia militar

ALFONSO PARDO DE SANTAYANA nació el 4 de abril de 1936 en Valladolid. Siguiendo la estela profesional de su padre, el general Ramón Pardo de Santayana, tres de sus hermanos mayores también optaron por la carrera militar, alcanzando, como él, los entorchados de teniente general del Arma de Artillería.

Ingresó en el servicio en enero de 1950. Obtuvo el empleo de teniente en 1956, al que siguieron los de capitán en 1964, comandante en 1975, teniente coronel en 1982 y el de coronel en 1986. Fue promovido a general de brigada en 1989, a general de división en 1992 y a teniente general el 10 de febrero de 1995.

Su trayectoria profesional se inicia ocupando destinos sucesivos en los regimientos de Artillería nº 46 y nº 11, en el Regimiento de Artillería Antiaérea nº 74, en la Escuela de Aplicación y Tiro de Artillería y en la Escuela de Estado Mayor del Ejército. A continuación fue designado jefe de Estado Mayor de las Fuerzas Aeromóviles del Ejército de Tierra (FAMET), puesto en el que permaneció hasta su traslado a Estados Unidos como agregado militar en la Embajada de Washington.

A su regreso a España, ya en la etapa madura de su carrera militar, fue designado jefe de las FAMET, siendo destinado posteriormente al Estado Mayor del Ejército como jefe de la Sección de Tratados Internacionales y asumiendo, a continuación, la jefatura de la División de Planes y Organización.

En febrero de 1993, y ya en el empleo de general de división, fue designado segundo jefe del Estado Mayor del Ejército de Tierra, destino en el que estuvo primero a las órdenes de teniente general Ramón Porgueres y después, desde febrero de 1994, a las de José Faura. Ocupando ese destino, y tras haber sido el impulsor de la reorganización del Ejército de Tierra (Plan Norte), el 10 de febrero de 1995 fue promovido al empleo de teniente general, permaneciendo de forma momentánea como asesor del Jefe de Estado Mayor del Ejército (JEME).

En el Consejo de Ministros del 26 de mayo de 1995 fue nombrado general jefe de la Tercera Región Militar (Levante), con sede en Valencia. Durante su primer año en ese destino, se puso en marcha el Plan Norte, trasladando o disolviendo varias unidades de aquella Región Militar, de gran importancia dado que desde ella se dirigirían la mayoría de las unidades del Ejército de Tierra. Una vez creado el Cuartel General de la Fuerzas de Maniobra (FM) en 1996, también con sede en Valencia, el 1 de agosto de 1997 Pardo de Santayana fue designado jefe de la misma y cesado en su anterior cargo al frente de la Tercera Región Militar.

El 25 de septiembre de 1998 fue nombrado JEME, ocupando el inmediato 1 de octubre la vacante dejada con el pase a la reserva del teniente general Faura. Desde la cúpula del Ejército de Tierra condujo la puesta en marcha del modelo de defensa nacional plenamente profesionalizado, a tenor de lo establecido en la Ley 17/1999, de 18 de mayo, de Régimen del Personal de las Fuerzas Armadas, norma por la que también se convirtió en el primer General de Ejército de las Fuerzas Armadas Españolas. El 17 de enero de 2003 cesó como JEME, siendo relevado por el general Luís Alejandre. Una semana más tarde, el Consejo de Ministros le concedió la Gran Cruz de la Orden de Isabel la Católica.

En junio de 2006, tras pronunciar en el Alcázar de Segovia una conferencia sobre la enseñanza militar, Pardo de Santayana propuso un brindis por el Rey como garante de la unidad de España ante un posible riesgo de división territorial, palabras que provocaron el airado abandono del acto por parte de varios representantes socialistas. El jefe del Ejército de Tierra, Carlos Villar, abrió una investigación (sin mayores consecuencias) aunque aquél puntualizara que cuando pronunció el brindis “no estaba pensando ni en el Gobierno ni en el Estatuto de Cataluña porque no tenía ninguna intencionalidad política”.

Pardo de Santayana completó su formación militar con la obtención de los diplomas de Estado Mayor del Ejército de Tierra y de Estado Mayor  de los Estados Unidos (graduado de honor). También realizó los cursos de Piloto de Helicópteros, Piloto de Ala Fija del Ejército (EEUU), Sistemas de Dirección de Tiro y DLO, misiles SAM-HAWK (EEUU), Cooperación Aeroterrestre, Avanzado de Artillería (EEUU) y el de generales de la OTAN.

En relación con el prestigio artillero de su estirpe familiar, en medios militares llegó a circular la broma de que junto a las cuatro armas tradicionales del Ejército español existía una quinta, denominada “Pardos de Santayana”.

El mayor de los cuatro hermanos artilleros, José Ramón, fue número uno de su promoción (la III) y se le ha considerado como el más preparado de todos y firme candidato a culminar su carrera como JEME, posibilidad frustrada cuando al estrenarse en España el polémico film “Je vous salue, Marie” (Yo te saludo, María) dirigido por el cineasta francés Jean-Luc Godard, envió a sus subordinados en la Dirección General de Política de Defensa una misiva recomendándoles que se abstuvieran de visionarlo. El segundo hermano, Fernando, también fue número uno de su promoción (la VII), mientras que Javier, quizás el más intelectual de todos, vio truncada su posición de “primeraco” en la Academia General Militar cuando en la de Infantería de Toledo se sobrevaloró a Agustín Muñoz-Grandes al obtener el despacho de teniente para que alcanzara esa posición con la X Promoción de la AGM.

Paradójicamente, sería Alfonso, el menor de los cuatro hermanos Pardo de Santayana, y acaso no el más acreditado, quien alcanzase la jefatura del Estado Mayor del Ejército, cargo en el que destacó como uno de sus grandes titulares, y el rango superior de general de Ejército.

Falleció el 28 de febrero de 2015, acompañado de un sentimiento general de consternación en la institución militar, a la que sirvió durante toda su carrera como un modelo de honradez personal y profesional, caballerosidad y hombría de bien.

Fue padre de siete hijos, varios de los cuales han seguido también la tradición militar de la familia.

Entre las numerosas condecoraciones españolas con las que ha sido distinguido, destacan la Gran Cruz del Mérito Militar; la Cruz, Placa y Gran Cruz de la Real y Militar Orden de San Hermenegildo; la Medalla de la Campaña del Sáhara; Seis Cruces del Mérito Militar y la Cruz del Mérito Aeronáutico… Ente las distinciones extranjeras merecen especial mención el nombramiento de Gran Oficial del Infante Don Henrique (Portugal); la Gran Cruz del Mérito Militar Portugués; la Medalla de Servicios Distinguidos (Estados Unidos); la Medalla Escuela de Guerra (Argentina); la Medalla Minerva (Chile); el Premio Asociación Ejército EEUU y el nombramiento de Caballero de la Orden del Santo Sepulcro de Jerusalén.

FJM (Actualizado 01/03/2014)

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