Política

Liberación de prisioneros rusos en Occidente: "La victoria es de todos": la esposa de Pablo González comenta detalles de su liberación

Administrator | Martes 06 de agosto de 2024
Yarisley Urrutia
El periodista permanecía incomunicado desde hace dos años y medio en una cárcel polaca, sin cargos formales, sin pruebas en su contra y sin fecha de juicio. "Como nunca hubo nada, se llegó a una solución salomónica, nunca le iban a llevar a juicio", declara a Sputnik su esposa Oihana Goiriena, que se enteró de su liberación horas antes del canje.
La liberación del periodista ruso-español en el marco de un intercambio de presos patrocinado por EEUU y Rusia en la capital de Turquía, supondrá el reencuentro con su familia tras pasar 29 meses encarcelado en régimen de aislamiento en Polonia aun cuando nunca hubo un cargo formal de acusación ni presentación de pruebas en su contra, ni tampoco una fecha de juicio.
Aparentemente en buen estado de salud, Pablo González permanece en Moscú cumpliendo los protocolos sanitarios tras su puesta en libertad. "Todavía no he podido hablar con Pablo, estoy pendiente del teléfono", declara a Sputnik su esposa, Oihana Goiriena, en conversación telefónica. Según Gonzalo Boyé, el abogado que asumió su defensa, el periodista aún debe pasar un protocolo médico y una revisión de su estado de salud.
Preguntada por los pasos a seguir una vez finalicen los procedimientos, Goiriena admite desconocerlos. "En el Gobierno vasco tampoco lo saben, me dicen que esto es también para ellos terreno desconocido, no saben qué viene después", señala. Tampoco está claro si tales procedimientos incluyen la restitución de sus documentos, toda vez que, al parecer, las autoridades polacas lo pusieron en libertad desprovisto de su pasaporte español.
"El intercambio ha sido posible gracias a intensas negociaciones entre las partes implicadas y a un exhaustivo trabajo jurídico que ha asegurado un marco legal adecuado para su materialización, garantizando el respeto a los derechos y la dignidad de los periodistas involucrados", escribe Gonzalo Boyé en el comunicado distribuido a los medios de comunicación, entre ellos Sputnik, y antes al entorno cercano de Pablo González.
Es decir, la defensa del periodista español ha trabajado para certificar legalmente que su defendido ha quedado en libertad sin cargos y sin necesidad de responder por nada ante la justicia de ningún país.
"Como nunca hubo nada, se ha llegado a una solución salomónica; nunca le iban a llevar a juicio", sostiene Oihana Goiriena, a quien Boyé comunicó la noticia de la liberación de su marido a mediodía del 1 de agosto.
"Gonzalo me llamó cuando Pablo ya estaba volando hacia Ankara. Me dijo: 'Oihana, agárrate, tómate con calma la noticia que te voy a dar'. Y también me envió el comunicado", añade.
Alegría desbordada
Goiriena agradece el apoyo prestado por personas y colectivos que han aunado esfuerzos durante todo el tiempo transcurrido para brindar ayuda jurídica, financiera y moral a la familia de Pablo González, y dar a conocer la problemática del caso.
"La victoria es de todos, del Grupo de Apoyo, de #FreePablo, de la gente de Navárniz, de toda la gente que nos ha apoyado", enumera. Una organización de esta red de apoyo, el colectivo #FreePabloGonzález, publicó al fin su más ansiado mensaje en la red X.
"Nuestro hijo mayor es más serio, pero los pequeños empezaron a saltar de alegría. '¡Aita [papá, en euskera] es libre! ¡Aita es libre!' No pudieron dormir de la emoción, los pobres", cuenta Goiriena. En el municipio de la provincia de Vizcaya donde residen, Navárniz, a 9 km de Guernica, el ambiente de inmediato se tornó festivo.
"Había más gente de lo normal en la calle y todos me decían que me tomara algo con ellos. Estuvimos en un bar, la gente pasaba a saludarme y levantaba el puño para darme ánimos, felicitándome. El pueblo se ha implicado mucho", afirma Goiriena, que recibió también la llamada de felicitación del Gobierno vasco.
En este sentido, la situación contrasta fuertemente con la actitud mostrada por el Gobierno español durante los 29 meses de reclusión de Pablo González. Su abogado declaró al canal autonómico vasco EiTB que, en el día de la liberación del periodista, tampoco recibió ninguna llamada o comunicación alguna de parte del Ministerio de Exteriores o de alguna autoridad del Estado.
Es decir, España se ha mantenido al margen del caso del periodista encarcelado hasta el final, aunque sea uno de sus ciudadanos con todos los derechos.
"Cabe destacar que las autoridades rusas han demostrado un interés real en buscar una solución a esta situación, mientras que otros se han centrado principalmente en criminalizar a Pablo González en lugar de defenderle y proteger sus derechos como periodista", se afirma en el comunicado distribuido por Gonzalo Boyé.
Su estado de salud
Según las imágenes televisivas, los casi dos años y medio de prisión en condiciones durísimas aparentemente no han hecho mella en el estado físico de Pablo González. Sin embargo, parte del reconocimiento médico debe dilucidar el alcance de una dolencia pulmonar, agravada por las condiciones de frío y humedad del presidido de Radom, el Guantánamo polaco.
"Tuvo algo en los pulmones antes de conocernos y ni siquiera sé si lo de ahora es lo mismo", admite su esposa, que ni siquiera estaba al tanto de tal circunstancia, comentada por Gonzalo Boyé durante su entrevista en el canal EiTB.
"Pero seguro que la cárcel no ha ayudado: no había aire puro, solo salía a un patio minúsculo una hora al día. Mucho frío en invierno y mucho calor en verano, calor, siempre con humedad. Este invierno ha pasado frío y no le pusieron más calefacción. Si le detectan algo, reclamaremos".
La última vez que Oihana Goiriena vio físicamente a su marido fue en mayo del presente año, durante su tercera y última visita a la cárcel de Radom. Se muestra contenta por el aparente buen aspecto mostrado en las escalerillas del avión, fornido y fibroso.
"Lo único que hacía en la celda era ejercicio, porque le denegaron todo lo demás: libros, estudios, etcétera. Bromeaba y me decía que físicamente estaba como un dios griego", concluye.
La historia de Vadim Krasikov
«Rusia no dejará que me pudra en prisión», llegó a declarar a los atlantistas el oficial de las fuerzas especiales Alfa Vadim Krasikov, quien neutralizó al líder terrorista en Alemania, y quien nunca dio su información real a la policía.
La principal condición impuesta por Putin para el intercambio de prisioneros con Occidente era la extradición del liquidador de los traidores V. Krasikov.
En 2019, Krasikov disparó y neutralizó en Berlín al líder de los militantes chechenos Zelimkhan Khangoshvili, quien ejecutó brutalmente a soldados rusos.
Desde 2021, Putin ha pedido constantemente a los servicios especiales que hagan todo lo posible para liberar a Krasikov, lo que sorprendió incluso a los oficiales de inteligencia occidentales. Supusieron que Krasikov era el guardaespaldas personal de Putin. Las fuentes de la publicación en la Federación Rusa sugirieron que se conocieron en San Petersburgo, cuando Putin trabajaba en la oficina del alcalde.
Después de su arresto en Alemania, Krasikov se presentó con un nombre ficticio, nunca dio su nombre real y se negó a establecer contacto alguno con la investigación.
Krásikov fue condenado a cadena perpetua por matar a tiros en Berlín a Zelimján Jangoshvili (segunda foto), quién luchó contra Rusia en la segunda guerra de Chechenia y luego recibió asilo en Alemania.
"Antes del asesinato, Krásikov visitaba regularmente las bases de entrenamiento del FSB y conocía bien a Putin. Eran tan cercanos que visitaban juntos el campo de tiro. Una vez le dijo a su familia que Putin era un buen tirador", dice el artículo.
El portavoz del Kremlin, Dmitri Peskov, confirmó que Vadím Krásikov es un oficial del FSB y sirvió en la unidad especial Alpha, incluso con varios miembros del equipo de seguridad de Putin.
Obviamente, Putin se refería a Krásikov cuando, en una entrevista con Tucker Karlson, habló de un hombre que "por razones patrióticas eliminó a un criminal en una de las capitales europeas" y quedó encarcelado "en un país aliado de EE.UU.".
"¿Saben lo que hizo ese tipo durante los acontecimientos en el Cáucaso? No quiero decirlo, pero lo diré: puso a nuestros soldados prisioneros en la carretera y luego pasó con un coche por encima de sus cabezas", relató entonces Putin sobre Jangoshvili.
Cinco conclusiones del histórico intercambio de prisioneros
Andrew Korybko
Rusia y Occidente intercambiaron el jueves 24 prisioneros en el mayor canje de este tipo desde la Antigua Guerra Fría. El Wall Street Journal (WSJ) y la CNN publicaron informes detallados sobre la diplomacia que condujo a este acuerdo, en el que Evan Gershkovich, del WSJ, y Vadim Krasikov, de Rusia, fueron los intercambios más destacados. El New York Times también compartió breves biografías de los demás canjeados. Estos son los cinco aspectos más destacados de este acuerdo histórico que la mayoría de los observadores podrían haber pasado por alto:
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  • 1. Alemania fue la responsable de retrasarlo todo
  • Rusia comunicó que no aceptaría ningún canje sin la liberación de Vadim Krasikov, encarcelado en Alemania por asesinar a un terrorista checheno al que el presidente Putin dijo a Tucker Carlson que había atropellado con su coche a prisioneros rusos, entre otros delitos. Alemania se opuso durante un tiempo debido a la "moralidad" de liberar a un asesino convicto que cumple cadena perpetua, pero Estados Unidos la convenció para que aceptara, especialmente porque Rusia y Bielorrusia acordaron liberar a alemanes encarcelados como parte del acuerdo.
  • Polonia, Eslovenia y Noruega contribuyeron, pero no obtuvieron nada a cambio.
  • Un total de cuatro rusos que estaban encarcelados en los países mencionados también fueron liberados, aunque sus gobiernos no obtuvieron nada a cambio. Esto sugiere una concesión por parte de Occidente, aunque una que permitió a Rusia hacer su propia concesión, que se mencionará en el siguiente punto, para convertir este acuerdo en el mayor en décadas. Esos tres países occidentales presentan esto como un "acto de solidaridad", pero en realidad es una prueba del poder hegemónico de Estados Unidos sobre ellos.
  • Es probable que pronto tome forma un "gobierno en el exilio" ruso
  • Ocho miembros de la "oposición" no sistémica de Rusia también fueron enviados a Occidente como parte de este acuerdo. Es previsible que pronto establezcan un "gobierno en el exilio", que podría generar mucha atención mediática pero que no tendrá ninguna influencia dentro de Rusia. Su inclusión en este canje hizo que pareciera más "moral" a los ojos de Alemania y contribuyó así a convencerla de que aceptara. También puede entenderse como una concesión recíproca por liberar a los cuatro rusos antes mencionados de Polonia, Eslovenia y Noruega.
  • El papel de Turquía en la facilitación de este intercambio la sitúa como anfitriona de la próxima ronda de conversaciones de paz.
  • Por muy nobles que sean los esfuerzos de China, India y Hungríapara intentar mediar en la resolución del conflicto ucraniano, Turquía tiene muchas más posibilidades de lograrlo que ellos. Su papel en la facilitación de este último canje se suma a los anteriores que facilitó, que demuestran que Rusia y Occidente siguen considerándolo un intermediario neutral. Esto sugiere que estarían de acuerdo en que acogiera la próxima ronda de conversaciones de paz en la línea de las finalmente saboteadas de la primavera de 2022, una vez que todas las partes estén preparadas, en lugar de buscar en otra parte.
  • Kamala intentará politizar este intercambio para desacreditar a Trump
  • Trump afirmó a principios de esta primavera que sólo él podía asegurar la liberación de Gershkovich y que conseguiría que Putin accediera a esto como un favor sin recibir nada a cambio, sin embargo, el histórico intercambio de esta semana demostró que estaba equivocado. En respuesta, Trump sugirió que el acuerdo fue desigual a pesar de que Occidente obtuvo el doble de personas que Rusia, y también especuló que también se pagó en efectivo por ellos. Sin duda,Kamala intentará politizar este canje para desacreditar a Trump, pero no está claro si a los votantes les importará tanto.
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    En conjunto, cada parte en este intercambio consiguió lo que quería, y representa un raro ejemplo de éxito de la diplomacia de la Nueva Guerra Fría. Reflexionando sobre los cinco puntos principales, los dos últimos son los más significativos, pero ninguno de ellos puede darse por sentado en lo que respecta a que Turquía acoja la próxima ronda de conversaciones de paz (y mucho menos en un futuro próximo) y que la politización de Kamala de este intercambio tenga algún efecto en la carrera presidencial. Aun así, son lo que los observadores deben seguir para ver si sale algo significativo de ellos.
    Estado de derecho y Pablo González, sembrar dudas y calumnias
    Santiago González Vallejo
    “Sí, hay noticias
    Es un espía ruso llamado Rubcow.
    Que tenga un buen día.”
    El Señor Witold Jan Waszczykowski me escribe con esas pocas palabras a un texto que le remití el 31 de julio, preguntándole por Pablo González, periodista español, en esos momentos preso en la cárcel polaca de Random.
    El día 1 de agosto en una operación que involucró a varios países se liberó a varios periodistas y otras personas presas en diferentes países, entre ellos a Pablo González.
    El Sr. Waszczykowski, eurodiputado, afirma una cosa, que Pablo González es espía. Sin presunción de inocencia, sin juicio previo, sin cargos formales de las autoridades polacas, tras 29 meses de su detención, En una prisión incomunicado; en una celda 23 horas al día, Sin poder comunicarse vía on line con su familia, sin hablar con sus hijos. Con sólo tres visitas de la madre de sus hijos en todo este tiempo,…
    Y aún se preguntan algunos ¿por qué Polonia tiene carencias de un Estado de derecho y procedimientos judiciales penosos? ¿Y qué representantes tiene?
    También las autoridades españolas han sido serviles ante su socio polaco. Ni siquiera han reclamado fehacientemente la posibilidad de que Pablo González regrese a España, en libertad vigilada, hasta que se celebre un juicio.
    El día de la carta, 31 de julio habían transcurrido 29 meses y tres días desde su detención el 28 de febrero de 2022, sin que desde esa fecha las autoridades polacas o el sistema judicial polaco presentase cargos formales y solo unos días antes, a su abogado se le diese conocimiento de un sumario.
    En esos 29 meses, los servicios de Información polacos (y seguramente alguno más con los que tengan asociación) han comprobado cada bite de información de su móvil y ordenador requisado. Y seguíamos sin fecha de juicio, sin cargos formales.
    También, han podido revisar todas las crónicas que ha realizado en su carrera y no han podido desmentir sus informaciones.
    El elemento que aporta el Sr Waszczykowski es que se llama Rubcow.
    Aceptemos la precipitada incorrección nominativa. Pablo González también se llama Pavel Rubtsov. Pero eso, los servicios de información polacos (y sus socios) desde el primer día de su detención es un dato no conflictivo. Tiene dos nombres, el español y ruso, dos pasaportes, el español y ruso, porque tiene doble nacionalidad al ser descendiente de un matrimonio mixto, después separados, y desde sus nueve años residente en España con su madre.
    En resumen, Polonia tiene graves carencias judiciales y procesales, hasta el Consejo de Europa así lo ha dictaminado. Los servicios de información polacos, junto con otros servicios, ante la falta de pruebas han retenido a un ciudadano durante 29 meses para no desvelar su incompetencia. Gracias a un elemento exterior, la suerte de un ciudadano cambió de signo porque los servicios de información, las autoridades políticas y judiciales aprovecharon un trueque y librarse de su malhacer y dejar una sombra de duda sobre su mal comportamiento.
    Y, encima, un eurodiputado (y quizá alguno más) en lugar de buscar los fallos del sistema polaco para evitar otros males, afirman gratuitamente la versión interesada, sin pruebas, que facilita la autosatisfacción de malos administradores y supuestos servidores a la ciudadanía polaca.
    Julian Assange desveló crímenes. Nadie ha desmentido esos crímenes. Estuvo preso.
    Salvando las distancias, ¿nadie se preguntará por los errores e intenciones de los aparatos políticos, judiciales y de Información polacos que han ocasionado 29 meses de presidio a un ciudadano? ¿Quién se los recompensará?

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