Política

"Se ocultó la realidad": ¿quién estuvo realmente detrás del proceso de independencia en Cataluña?

Administrator | Domingo 25 de febrero de 2024
Yarisley Urrutia
La resolución del Europarlamento que insta a España a investigar presuntos lazos del Kremlin con la causa independentista, publicita unas acusaciones contra Rusia que no son nuevas ni están fundadas, explican a Sputnik investigadores y expolíticos, que señalan por contra una injerencia proveniente de estructuras occidentales y países de la OTAN.
El pasado 8 de febrero, con 433 votos a favor, 56 en contra y 18 abstenciones, la Eurocámara aprobó una resolución mediante la que se conmina a España a investigar "a fondo" los supuestos vínculos del independentismo catalán con Rusia.
Los contactos del Gobierno catalán, se aventura en el texto de la resolución, formarían parte de un presunto "plan más amplio" del Kremlin "para desestabilizar la democracia en la UE". El Europarlamento también expresa una "preocupación profunda por las campañas de desinformación a gran escala". La resolución también emplaza a investigar a "los eurodiputados presuntamente asociados con el Kremlin".
Se alude así a los tres europarlamentarios de la formación independentista catalana Junts, Carles Puigdemont incluido, y a la europarlamentaria letona Tatjana Zdanoka, recientemente catalogada por la publicación Insider de "espía rusa". La resolución también incluyó enmiendas propuestas por los parlamentarios del Partido Popular y Ciudadanos para hacer una mención a la futura ley de amnistía. Puigdemont ha calificado las acusaciones de "delirantes".
Respecto a la acusación contra Zdanoka, el exeurodiputado español Javier Couso recuerda que su apoyo a la causa independentista siempre fue explícito. "Pero también decía que Rusia no apoyaba la independencia", revela a Sputnik.
"Ella había sido apátrida, porque durante mucho tiempo estuvo sin pasaporte, como buena parte de la ciudadanía de Letonia, cuyo Gobierno no cumple con los valores de la UE que dice representar. Pertenece al grupo de Los Verdes/Alianza Libre Europea y se la ataca porque defiende la normalización de relaciones con Rusia", añade Couso.
¿Existe una "trama rusa"?
La iniciativa del Europarlamento se inscribe en un contexto en el que en España arrecian las investigaciones judiciales contra el expresidente de la Generalidad de Cataluña, Carles Puigdemont, y su entorno, so pretexto de presuntamente haber organizado acciones de protesta en 2019 que pueden ser catalogadas de "terrorismo", y de figurar en una supuesta "trama rusa" que supuestamente recabó apoyos del país euroasiático para favorecer el proceso independentista en Cataluña
El contenido de la resolución aprobada por el Europarlamento es un discurso que ya se promovió a partir del 1 de octubre de 2017, cuando se celebró el referéndum unilateral de independencia de Cataluña al margen de la Constitución española. Muchas de las acusaciones y argumentos actuales, tanto en la investigación del juez Javier Aguirre en Barcelona como en el texto aprobado en la Eurocámara, son calcados a los de entonces.
"A mí no me sorprende nada", confiesa Couso, que asegura que el espíritu que guía la resolución está alentado por EEUU y Reino Unido con el único fin de "poner en tensión" al continente para "que no se lleve bien con el vecino que le suministra energía barata".
Couso, que llegó a elaborar un informe sobre el origen de las iniciativas promovidas en el Europarlamento para minar la relación con Rusia que posteriormente plasmó en un libro de análisis sobre la rusofobia, califica las acusaciones de "invenciones" que fueron puestas en circulación por "periodistas vinculados no solo a agencias, ONG o institutos de investigación, sino directamente pagados por la inteligencia británica".
"Para mí no hay causa. Ya vimos lo que pasó en 2017, cuando fueron Mira Milosevic [Instituto Elcano], [Francisco de] Borja Lasheras [entonces al mando de la oficina en Madrid del Consejo Europeo de Relaciones Exteriores] y David Alandete [entonces subdirector de El País] a declarar ante una comisión de investigación del Parlamento británico y fue un escándalo porque no pudieron probar nada".
Al preguntarle sobre la presencia de supuestos espías rusos en Barcelona en otoño de 2017, Couso afirma que "todos los servicios de inteligencia del mundo tenían gente en Cataluña durante aquellos días" y que nunca ha habido "ninguna prueba clara" de la implicación del Kremlin al proceso independentista catalán. "Y en esa época –recuerda–, el Instituto Criptológico Nacional, que depende del CNI, dijo claramente que no hubo interferencia cibernética alguna ni antes ni durante el referéndum".
Hubo injerencia, pero no de Rusia
En abril de 2018, dos investigadores españoles, Juan Antonio de Castro y Aurora Ferrer, presentaron al juez Pablo Llarena, encargado de instruir la causa especial del Tribunal Supremo contra los independentistas catalanes, y a la Unidad de Delincuencia Económica y Fiscal (UDEF) de la Policía Nacional, el resultado de sus investigaciones, donde se constataba que la injerencia en Cataluña provenía en realidad de instituciones y servicios especiales de países del ámbito de la OTAN.
"Son un equipo que han ido juntos a todas las revoluciones de colores, en los países árabes y también en Cataluña. Son siempre los mismos. Llegan hasta Cataluña y el juez Aguirre nos quiere decir aquí, que esto se debe a Rusia. Es una historia tan infantil, que quieren que nos la creamos", explica a Sputnik Juan A. de Castro, profesor de Economía Internacional y Desarrollo en la Universidad Complutense de Madrid (UCM), que junto con A. Ferrer publicó su trabajo en 2018 bajo el título Soros, rompiendo España.
Este profesor afirma que la Open Society Foundation que dirige el financiero George Soros "actúa siempre" en colaboración con la agencia estadounidense de cooperación (USAID) y con el National Endowment for Democracy (NED), organismo financiado por el Congreso de los EEUU. También figuran la Carnegie Foundation y estructuras del Gobierno del Reino Unido y Noruega. Es decir, la injerencia provino de Estados miembros de la OTAN.
"Hay más de 400 interrelaciones que demuestran que Open Society Foundation está en el centro del golpe catalán", afirma este profesor, que sostiene que los investigadores de la UDEF abordaron la periferia de las conexiones del entramado, en cuyo centro situaron a Rusia. "Pero el centro estaba en Open Society Foundation, no en Rusia", lamenta.
Una de las pruebas aportadas remite a Independent Diplomat, un think tank con sede en Washington dirigido por un exmiembro del Foreign Office y del MI6, Ken Ross, "especializado en generar independencias de territorios que lo desean", explica De Castro. En 2013, una delegación de Diplocat, el consorcio promovido por la Generalidad de Cataluña para impulsar sus relaciones exteriores, marchó a Washington. "Y no a Moscú, porque sabían perfectamente que quien te avala la independencia es EEUU, no Rusia", subraya.
A su vez, miembros de Independent Diplomat acudieron a Cataluña para preparar con el Gobierno de la Generalidad el referéndum. "¿Y quién financia a Independent Diplomat? –plantea De Castro–. Pues la Open Society Foundation, el Gobierno de Noruega, el de Reino Unido, el Congreso de EEUU a través de la NED, la Carnegie Foundation y algunos más. Soros aportó de inicio 2,5 millones de dólares a Independent Diplomat para lograr la independencia. Y, a su vez, Diplocat metió otros 1,6 millones".
La presión del Europarlamento
Con el nuevo aliento que reciben ahora las investigaciones en España del juez Aguirre vuelven a aflorar consideraciones tales como que Rusia supuestamente planeó enviar tropas a Cataluña. Unos 10.000 soldados, a tenor de una conversación sostenida en 2017 entre Víctor Terradellas, un asesor de C. Puigdemont, y Xavier Vendrell, un exdirigente de ERC.
"En la Eurocámara decían cosas aún más locas: por ejemplo, cuando aprobaron una resolución, apoyada también por el grupo socialista y que fue la antesala para prohibir los medios rusos y las actividades de sus periodistas en Europa, donde se comparaba a la prensa rusa con la propaganda del ISIS", recuerda Javier Couso, partidario de que "se investigue, pero que se investigue todo", dado el nivel de "locuras".
"Evidentemente, todo esto son patrañas. Y los que hemos estudiado un poco a los líderes del independentismo hemos visto que no pedían tropas rusas; al revés, querían subcontratar al Ejército francés y convertir a Barcelona en un puerto de la OTAN", asegura Couso.
Un tercio de la composición del Europarlamento es afín a las pretensiones de George Soros y sus enviados, afirma Juan A. de Castro. "Sus visitas a Bruselas son constantes, unas 60 al año. Y Soros visita la Comisión Europea entre 15 y 20 veces", asegura. La financiación y transparencia de las ONG vinculadas al Consejo de Europa es oscura y al presidente de la Asamblea Parlamentaria del Consejo de Europa, el español Pedro Agramunt, le costó el puesto su denuncia. "Su fuerza es impresionante, Soros les entrega 1.000 millones de euros cada año", alerta De Castro.
¿Cuál es el fin?
Cabe preguntarse qué se persigue impulsando externamente la secesión de un territorio en un país miembro de la OTAN y la UE desde países de este mismo ámbito. "La independencia es interesante para varios lobbies internacionales, que convertirían a Cataluña en un inmenso lavadero de dinero y un centro esencial de Europa para el tráfico de drogas", comentó el historiador y periodista César Vidal en el editorial del 13 de febrero de su programa La Voz.
Según él, las informaciones que establecen una supuesta pista rusa en el proceso independentista catalán "proceden de la inteligencia británica, filtradas a través de Finlandia". Vidal recuerda que fueron Alemania, Reino Unido, Suiza y Bélgica los países que dieron amparo a los políticos catalanes huidos de la justicia española, que Rusia jamás mostró simpatías por el proceso ni reconoció la independencia de Cataluña, y que los observadores internacionales destacados en la consulta provenían todos de países de la OTAN.
"Fue IBM quien entregó a los golpistas un programa informático para su futura Hacienda. El impulso mediático fue llevado a cabo por el grupo Mediapro y su jefe Jaume Roures, hombre de Soros en Cataluña y abiertamente contrario a Rusia y Putin. Buena parte de las urnas para el referéndum se ocultó en los consulados de una república báltica", asegura Vidal, que añade que Valdis Dombrovskis, el entonces primer ministro de Letonia, apoyó a los independentistas y cobró seis millones de euros por tal apoyo.
Javier Couso también señala el apoyo de los países bálticos a la causa independentista catalana. "Pero eso cambió en la época de [José Manuel García] Margallo como ministro de Exteriores, él mismo lo ha contado, cuando les pidió una contrapartida por la presencia del contingente militar español en el Báltico", recuerda, en alusión al cambio de postura de Lituania, Letonia y Estonia.
La secesión no triunfó y el mismo Puigdemont revocó la declaración de independencia segundos después de formularla porque, según Vidal, los líderes independentistas no estuvieron dispuestos a acompañarla con una revuelta popular y un número "no elevado" de muertos que provocara una intervención internacional.
"La comprensión de lo que estaba sucediendo, llevó al Gobierno de Rajoy a la pasividad. Ni uno solo de los golpistas huyó a Rusia. Pero se ocultó la realidad y se creó un relato alternativo", sentenció Vidal.

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