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Exministra de Exteriores austríaca: Rusia superó a la economía alemana justo como lo predijo Putin

Administrator | Miércoles 03 de enero de 2024
Rusia ha superado a la economía alemana dos meses después de que el presidente ruso, Vladímir Putin, mencionara esta posibilidad, afirmó la exministra austríaca de Exteriores, Karin Kneissl, y tildó lo sucedido como "evolución de la política económica". En la opinión de Putin, Rusia "dio un gran paso adelante" pese a la presión occidental.
Hablando de temas económicos, Karin Kneissl recordó cómo Vladímir Putin señaló en el Foro Económico de San Petersburgo, en junio de 2023, que Rusia estaba entre las diez mayores potencias económicas y ocupaba el sexto lugar, pero que podría superar a Alemania. En sus palabras, dos meses después, eso es exactamente lo que ocurrió.
"Se trata de una evolución de la política económica", declaró la exministra en una entrevista con el periodista Flavio von Witzleben.
El 14 de diciembre, durante su conferencia de prensa anual, el mandatario estimó que pese a las sanciones occidentales, la economía rusa "dio un gran paso adelante". Putin subrayó, que, gracias a la gran consolidación de la sociedad y a la estabilidad del sistema financiero del país, Moscú "ha hecho frente a la presión".
Según expertos, el país ha podido contrarrestar la estrategia de sanciones de Occidente y supera a Europa en crecimiento económico, gracias a varios factores, entre ellos la política económica restrictiva de la UE y las alianzas estratégicas que Rusia establece en todo el mundo.
Rusia importa muchas más máquinas herramienta de precisión (reforzando la industria china de bienes de capital, predecible). Esto significa que están construyendo una estructura de capital sólida y mejorada. Las sanciones y la guerra parecen estimular el desarrollo económico ruso en lugar de obstaculizarlo.

Lavrov: los responsables de los crímenes en Donbás "tendrán que rendir cuentas"
Las investigaciones sobre los crímenes del "régimen de Kiev ya están en marcha" y sus responsables también "tendrán que rendir cuentas", declaró a Sputnik el canciller ruso, Serguéi Lavrov. Además, durante su entrevista comentó el conflicto palestino-israelí, las manifestaciones en Serbia y las relaciones entre Moscú y Washington.
Serguéi Lavrov recordó que los tribunales rusos, sobre la base de las pruebas reunidas por el Comité de Investigación de Rusia, condenaron a "más de 200 representantes de las formaciones armadas ucranianas" a largas penas de prisión por las atrocidades cometidas.
"El mismo destino espera a todos los demás criminales. Cada uno de ellos recibirá su castigo merecido". Serguéi Lavrov
Según el jefe de la diplomacia rusa, Moscú abrió más de 4.000 expedientes penales contra unos 900 ucranianos que cometieron crímenes.
"Entre ellos figuran no solo integrantes de los grupos radicales nacionalistas, militares y mercenarios, sino también miembros de la cúpula militar y política de Ucrania", detalló el titular.
Lo ocurrido en Serbia "es un intento más de organizar una toma ilegal del poder"
"Los sucesos de Belgrado son otro intento de orquestar una toma ilegal del poder. Al parecer, no todos en Occidente están dispuestos a aceptar el hecho de que los votantes en Serbia expresaron su apoyo al presidente Aleksandar Vucic y su curso político en las elecciones", aseguró el canciller ruso.
El ministro también señaló que la gente en Serbia tiene presente el golpe de Estado de 2014 en Ucrania, lo que explica por qué "el número de manifestantes es relativamente pequeño: solo unos pocos cientos de personas."
"Los ciudadanos no confían en individuos que dicen estar en contra de la violencia, pero que en realidad se comportan de forma contraria: ignoran el resultado del voto popular y provocan a las fuerzas del orden", dijo Lavrov.
El canciller de Rusia también afirmó que la relación de su país con Serbia "va a buen ritmo" y se caracteriza por la apertura.
Moscú califica la situación en Belgrado como estable, las autoridades del país balcánico mantienen la situación bajo un control estricto, aseguró también Lavrov.
"Consideramos que en general la situación en Serbia es estable. Las autoridades del país mantienen la situación bajo un control estricto, entendiendo claramente que eso corresponde actualmente a los intereses nacionales". Serguéi Lavrov
El jefe de la diplomacia rusa destacó además que las relaciones entre Moscú y Belgrado persiguen desarrollar el intercambio en diferentes ámbitos, en particular, en el ámbito de la seguridad.
"Se trata de una esfera muy sensible. Lo correcto sería decir que Moscú siempre está dispuesta a tender una mano a sus amigos serbios", subrayó.
Moscú siempre apoya el inicio de negociaciones entre Israel y Palestina
En cuanto al conflicto palestino-israelí, el canciller ruso subrayó que Rusia se ha mostrado siempre favorable al inicio de negociaciones entre ambos Estados. Uno de los obstáculos para ellas sigue siendo la falta de unidad palestina, añadió.
"Ayudamos a nuestros amigos palestinos a encontrar una solución. Les hemos proporcionado una plataforma rusa para reunirse. Les animamos a unirse en la plataforma política de la Organización para la Liberación de Palestina. Les explicamos el peligro que supone la división para las perspectivas de creación de un Estado palestino", señaló.
El ministro recordó que en abril de 2023, Rusia lanzó una iniciativa para convocar consultas multilaterales con el fin de sincronizar los enfoques hacia la unidad palestina. En una segunda fase, se prevé incluir en el diálogo a representantes de los principales movimientos palestinos. "Nuestra propuesta sigue sobre la mesa", continuó Lavrov.
"Rusia no será la primera en desplegar misiles previamente prohibidos"
Rusia tomará medidas serias en respuesta a un inminente despliegue de los sistemas de misiles terrestres de EEUU, previamente prohibidos por el Tratado sobre Misiles de Corto y Medio Alcance (Tratado INF), declaró Lavrov. El titular subrayó que "debido a las características y peculiaridades del uso de armas de esta clase, la cuestión de su despliegue por los países hostiles resulta muy sensible para la seguridad de Rusia".
"En el caso de Estados Unidos, ese aspecto adquiere una importancia especial, dada su relación directa con otros factores que afectan la estabilidad estratégica. Es obvio que la creación por parte de Washington de riesgos adicionales de misiles nos obligará a tomar medidas de respuesta serias", subrayó.
Al mismo tiempo, según él, en ausencia de pasos extraordinarios por parte de Washington con el objetivo de aumentar la presión sobre Moscú por otros medios, "Rusia no será la primera en desplegar armas de misiles previamente prohibidas por el Tratado INF".
"Sin embargo, a juzgar por los preparativos del Pentágono, no queda mucho tiempo para que los estadounidenses tomen medidas prácticas para desplegar misiles terrestres de corto y medio alcance en varias regiones del mundo. Así que el momento en que tendremos que tomar las decisiones políticas necesarias, de hecho, se acerca", señaló Lavrov.
Lavrov asegura que Washington evita destruir del todo sus relaciones con Moscú
El Kremlin cree que la Casa Blanca está evitando "destruir por completo" las relaciones con Moscú, pero Washington tampoco está listo para respetar los intereses rusos, declaró el canciller ruso.
"Aunque la Casa Blanca todavía no se decide a destruir todo lo que queda de las relaciones, por completo, está claro que los estadounidenses no están listos para mantener un diálogo honesto, basado en el respeto mutuo y en la atención a los intereses de los demás". Serguéi Lavrov
Según sus palabras, se podría llegar a una fórmula de la coexistencia pacífica, con un intercambio en ciertas esferas, "solo después de que Washington reconozca los intereses nacionales fundamentales y comience a negociar en serio" con Moscú.
"Mientras tanto, los círculos gobernantes de Estados Unidos niegan las realidades del mundo multipolar y aún piensan en las categorías de su propia superioridad y exclusividad", concluyó el ministro.
Análisis: La lucha por el poder mundial continúa: el futuro de la política internacional en 2024
Valdir da Silva Bezerra
El año 2024 marcará la continuación de la lucha por el poder mundial. Por un lado, Occidente seguirá tratando de reforzar instituciones como la OTAN y el papel del G7 en la planificación económica internacional, mientras que iniciativas políticas como los BRICS y el G20 prometen luchar por una mayor representación de las potencias emergentes.
Empecemos por Occidente. Liderada por Estados Unidos, se espera que la OTAN aumente su cooperación con los países del Indo-Pacífico en 2024, impulsando la dinámica de globalización de la Alianza Atlántica, en oposición a Rusia y China en el continente asiático.
Ante esta situación, Washington tendrá que esforzarse por cooptar a la India en el marco del QUAD (Diálogo Cuadrilateral de Seguridad con Australia, la India y Japón) para oponerse a la creciente influencia de China a nivel regional.
Sin embargo, la India de Narendra Modi, como una de las grandes potencias del sistema internacional, ha mostrado un relativo grado de autonomía estratégica, al mantener relaciones amistosas con Rusia, a pesar del disgusto de Washington.
Sin embargo, en 2024 Washington luchará por mantener su dominio internacional precisamente a través de iniciativas minilaterales (como el QUAD) y multilaterales (como el G7) para alcanzar sus objetivos estratégicos en el mundo.
Entre otras cosas, esta política de la Casa Blanca promete aumentar la inestabilidad regional en distintos continentes, antagonizando con países como China (en Asia), Rusia (en Europa), Venezuela (en América Latina) e Irán (en Oriente Medio).
En Asia, Estados Unidos utilizará sus bases militares en países como Japón, Corea del Sur y Tailandia para vigilar las actividades de Pekín en el mar del Sur de China. En Europa del Este, continuarán los paquetes de apoyo militar y financiero a Ucrania para financiar el esfuerzo bélico de Occidente contra Rusia hasta el "último ucraniano".
En Oriente Medio, con las tropas israelíes invadiendo la Franja de Gaza, los estadounidenses seguirán apoyando a Israel en sus operaciones, aunque aumenten la tensión y la inestabilidad en Oriente Medio.
Con una agenda fijada para supuestamente combatir a Hamás en Gaza, el aumento del número de muertos palestinos en la región tiende a empeorar la reputación de Israel a los ojos del sur global, al socavar la retórica estadounidense y occidental en defensa de la democracia y los derechos humanos.
Tras los acontecimientos mencionados, grupos como los BRICS, la Organización de Cooperación Islámica y los Estados árabes presionarán para lograr una resolución pacífica del conflicto, basada en la diplomacia y el respeto del Derecho internacional y de la integridad de la población palestina de Gaza.
Además, independientemente de que el actual presidente de Estados Unidos, Joe Biden, gane o no las próximas elecciones presidenciales, Washington seguirá utilizando la dependencia de varios Estados clave de todo el mundo de su paraguas nuclear y militar para chantajear a sus aliados políticos, ya sea en Europa o en Asia.
Siguiendo con el tema de las elecciones, se espera que el actual mandatario ruso, Vladímir Putin, gane otras elecciones en marzo de 2024, lo que confirmaría que seguirá al frente del país hasta 2030.
Mientras tanto, la cooperación militar, económica y geoestratégica de Rusia con China promete fortalecerse aún más en 2024, especialmente en vista de la dura política de sanciones de Occidente contra Moscú como resultado de la operación militar especial. En vista de esta asociación chino-rusa, Occidente se esforzará en el seno de la OTAN y del G7 por socavar la cooperación entre ambos países con el fin de mantener su supremacía internacional.
Para ello, se espera que tanto Washington como los países europeos sigan fomentando su guerra por poderes contra Rusia en Ucrania y, posiblemente, contra la propia China en un futuro próximo, utilizando las tensiones políticas en torno a Taiwán.
En resumen, los estadounidenses actuarán en 2024 para coaccionar a sus socios occidentales para que den prioridad no a sus objetivos nacionales, sino a los objetivos de política exterior definidos y formulados en Washington.
En el continente euroasiático, sin embargo, China sigue aumentando su influencia regional a través de su nueva Ruta de la Seda, continuando sus inversiones y el desarrollo de infraestructuras de transporte en varios países del continente, desde Asia Central hasta Europa.
Teniendo en cuenta estas realidades, la presidencia brasileña del G20 en 2024 deberá promover un conjunto de herramientas políticas, económicas y financieras destinadas a compensar el peso de las políticas erráticas de los países occidentales representados por el G7, lo que promete una mayor participación de las potencias emergentes en la planificación de acciones destinadas a un desarrollo global más justo e inclusivo.
El año 2024, en definitiva, marcará un nuevo equilibrio de poder en la política internacional, en un entorno de enfrentamiento cada vez más evidente entre las dos superpotencias del siglo XXI, Estados Unidos y China.
Mientras tanto, Europa será incapaz de posicionarse de forma autónoma, dada su sumisión a los designios de Washington sobre el continente, que implican sacrificar las economías y el bienestar de los europeos en favor del debilitamiento de Rusia.
Teniendo en cuenta todo esto, la tendencia es que a Occidente le resultará cada vez más difícil mantener su posición de primacía en el sistema, especialmente dada la firme oposición de países importantes como Rusia, China, Irán y otros países que integran tanto a los BRICS como al G20.
Al final, en 2024, cambia el calendario, pero la lucha por el poder mundial sigue tan viva como siempre. Una lucha marcada por potencias en declive que se aferran a un mundo que ya no existe y potencias en ascenso que anuncian la llegada de un nuevo mundo por venir.

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