El motín del 24 de junio y los acontecimientos posteriores son relevantes no sólo para el futuro de Rusia, sino también para varios otros países. Las estructuras de la PMC Wagner van a ser reasignadas y reformadas. A pesar del acuerdo de no procesar, la estructura ya no existirá en su forma anterior. Se ha perdido la confianza del Estado en ella. Sin embargo, se plantea la cuestión de cómo se compensará el funcionamiento de la empresa militar privada fuera de Rusia.
Katehon think tank
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Los intentos occidentales de fomentar el pánico no tienen éxito
El motín del 24 de junio y los acontecimientos posteriores son relevantes no sólo para el futuro de Rusia, sino también para varios otros países. Las estructuras de la PMC Wagner van a ser reasignadas y reformadas. A pesar del acuerdo de no procesar, la estructura ya no existirá en su forma anterior. Se ha perdido la confianza del Estado en ella. Sin embargo, se plantea la cuestión de cómo se compensará el funcionamiento de la empresa militar privada fuera de Rusia.
Seguridad en África
Las formaciones que los medios de comunicación atribuyeron a la PMC Wagner, desempeñaron un papel positivo en la lucha contra los terroristas en Siria y en el refuerzo de la seguridad de los aliados africanos de Rusia. El primero y más importante es la República Centroafricana, donde los instructores rusos de la Mancomunidad de Oficiales para la Seguridad Internacional (CISO) pudieron derrotar a los rebeldes que intentaban apoderarse de la capital del país y ampliar la zona de control del gobierno central al 90% del país, algo nunca visto. Actualmente hay 1.890 instructores rusos en la RCA. Anteriormente, las autoridades de la RCA presentaron una solicitud de 3.000 personas más.
El número de instructores rusos en Mali se estima en 300. Ambos países son importantes para los intereses rusos. Estos países africanos poseen ricas reservas de oro (Malí), diamantes, uranio y petróleo (RCA). Ambos muestran su disposición a permanecer junto a Rusia en la lucha contra el colonialismo y por un mundo multipolar; en ambos, Rusia puede demostrar (y ha demostrado) su eficacia en la lucha contra el terrorismo y los grupos rebeldes.
Además, fue la estructura de la PMC Wagner la que anteriormente apoyó al ejército del mariscal de campo Jalifa Haftar en Libia, intentó hacerse un hueco en Mozambique, operó en Sudán y mostró interés por otros países africanos.
"¿Un vacío de poder?"
Si la rebelión de la PMC Wagner y la posterior reestructuración de esta formación afectan a la gestión de las operaciones en Malí y la RCA, las consecuencias se producirán para toda la política rusa en África. Los expertos occidentales creen que la situación es favorable a la expansión de la influencia estadounidense al sur del Sáhara. Los líderes africanos se verán obligados a recurrir a EEUU, Francia y el Reino Unido en busca de ayuda contra los terroristas y los insurgentes. No es imposible que Turquía, donde existe un CMP islámico SADAT, intente ocupar nuevas posiciones.
Los medios de comunicación occidentales anticipan un "vacío de poder" que podría surgir en África. Algunos medios han especulado con la posibilidad de que supuestas empresas militares privadas chinas sustituyan a las rusas en África. En realidad, se trata de una provocación de Occidente destinada a enfrentar a Moscú y Pekín. Las PMC chinas no operan como los asesores militares rusos. Sólo pueden ser sustituidos por militares de carrera de la propia Rusia, PMC rebautizadas y reestructuradas, o militares de carrera de otros países con experiencia de trabajo con tropas en la región. En primer lugar, Estados Unidos, Gran Bretaña y Francia.
Rusia conserva su influencia
Sin embargo, según el ministro ruso de Asuntos Exteriores, Sergei Lavrov, los instructores rusos seguirán trabajando en Mali y en la RCA. En vísperas del Foro Rusia-África previsto para finales de julio, Moscú debe demostrar su fuerza, su capacidad para resolver sus crisis internas (de lo contrario uno se pregunta cómo puede resolver las crisis en el exterior) y, al mismo tiempo, mantener el potencial de poder que le ha proporcionado la proyección de la fuerza y la exportación de la seguridad en África.
Cabe señalar que todos los acuerdos en virtud de los cuales los militares rusos se encuentran en África están hechos y apoyados por el Estado ruso.
"Además de las relaciones con las CMP, los gobiernos de la RCA y Malí mantienen contactos oficiales con nuestros dirigentes. A petición suya, varios centenares de soldados trabajan en la RCA como instructores. Este trabajo continuará", declaró Sergei Lavrov en una entrevista a RT.
Así lo confirmó también el portavoz de la presidencia rusa, Dmitri Peskov. Según él, Rusia continuará la cooperación militar con la República Centroafricana y el número de asesores militares será tan grande como sea necesario.
El número de militares rusos que trabajan en África -por parte de las empresas militares privadas o del Estado- no supera varios miles de personas. Sin embargo, el efecto político positivo de sus actividades es enorme. Por lo tanto, si se desea, otras PMC rusas o el Ministerio de Defensa pueden sustituir a los "wagnerianos", sin desviar serios recursos de la Operación Militar Especial en Ucrania. Es posible que se llegue a un entendimiento con las unidades de las PMC "sobre el terreno", que, al encontrarse en África, no podrían participar en la insurgencia. Sobre todo porque oficialmente utilizan otras marcas.
Teóricamente, podría haber problemas para Jalifa Haftar en Libia, porque el Moscú oficial no ha firmado ningún acuerdo de apoyo militar con él y prefiere comunicarse con todos los centros de poder de ese país, dividido desde 2011, tras la intervención militar de la OTAN y el derrocamiento de Muamar Gadafi.
¿Una oportunidad para Bielorrusia?
Aún es prematuro decir si Bielorrusia, adonde se trasladó el jefe de Wagner, podrá y querrá utilizar sus conocimientos, conexiones y experiencia para actuar en el continente africano. Sin embargo, no se puede subestimar el potencial bielorruso en África. Bielorrusia actúa en el continente y mantiene estrechas relaciones con Zimbabue y Sudán, a los que suministra armas y productos agrícolas.
El presidente bielorruso, Alexander Lukashenko, demostró en la insurgencia del 24 de julio que Bielorrusia es un exportador de seguridad en Eurasia. Esto refuerza la posición de Minsk en África y en la escena mundial en general. Teóricamente, Bielorrusia podría reforzar su capacidad y resolver el problema de un posible vacío de poder para Moscú integrando lo que antes se llamaba la CMP de Wagner en su componente de fuerza y en su estrategia para el continente africano y alineándola con Moscú a nivel del Estado de la Unión. Esto último podría resolver el problema de la responsabilidad y controlabilidad de la unidad.