Svetlana Ekimenko. Anteriormente, Viktor Orban enfatizó que Budapest necesita aumentar las capacidades militares del país, ya que solo un ejército nacional fuerte puede garantizar la seguridad del país y los países europeos no pueden depender solo de los EE. UU. para la defensa.
Hungría debe fortalecer sus propias capacidades de defensa y agencias de aplicación de la ley, ya que llegará el momento en que las naciones débiles perecerán y solo permanecerán las fuertes, dijo el sábado el primer ministro húngaro, Viktor
"Necesitamos un país fuerte, un gobierno fuerte, una economía fuerte, un ejército fuerte y, por último, pero no menos importante, agencias policiales fuertes... Tenemos que capacitarnos y equiparnos", declaró Viktor Orban en una ceremonia de graduación en la Facultad de Ciencias Jurídicas de la Universidad Nacional de Administración Pública (NKE) en Budapest.
166 estudiantes de la Facultad de Cumplimiento de la Ley prestaron juramento en el evento al que asistieron Orban, el Ministro del Interior Sandor Pinter y el Ministro de Defensa Nacional Kristof Szalay-Bobrovniczky.
El primer ministro advirtió que el mundo está experimentando tremendos trastornos, y " hace mucha falta gente fuerte, porque la verdad vale poco sin fuerza ". Orban subrayó que Hungría debe afrontar el reto que miles de inmigrantes del sur " sitian " nuestras fronteras ". En junio, Viktor Orban criticó las cuotas recientemente adoptadas por la Unión Europea para el reasentamiento equitativo de inmigrantes de Medio Oriente y del otro lado del mar Mediterráneo en los estados miembros de la UE.
"Bruselas está pidiendo cuotas obligatorias de inmigrantes una vez más. El imperio de Soros contraataca", tuiteó Orban en ese momento.
Dirigiéndose a los graduados el sábado, el primer ministro húngaro enfatizó que los niveles de criminalidad habían disminuido en el país y hoy, " Hungría es uno de los países más seguros de Europa, o quizás el más seguro ", y todos estamos orgullosos de eso.
Ya en 2019, Viktor Orban ha estado insistiendo en la necesidad de que Hungría refuerce su ejército para defenderse.
“Pertenezco a los que consideran importante a la OTAN, pero no creo que la seguridad militar de Hungría pueda basarse en la OTAN... Necesitamos ser capaces de evitar ataques con nuestro propio poder”, dijo Orban a los medios estadounidenses en ese momento.
Orban también abogó por que los europeos puedan abordar las amenazas a la seguridad sin la ayuda de Estados Unidos. En 2022, el primer ministro dijo que Hungría acelerará su programa de desarrollo de defensa para " aumentar radicalmente nuestras capacidades de defensa ". También enfatizó que su país no solo se abstendría de suministrar armas a su vecino, Ucrania, después de que se intensificara el conflicto allí, sino que no permitiría que tales envíos transitaran por territorio húngaro. Este era un asunto de seguridad nacional, subrayó Peter Szijjarto, ministro de Relaciones Exteriores.
Del 2 al 23 de mayo, Hungría impidió que la Unión Europea asignara su octavo paquete de ayuda de 500 millones de euros del llamado Fondo Europeo para la Paz para pagar la asistencia militar al régimen de Kiev . Orban ha insistido en que las hostilidades en curso se derivan de un " fracaso de la diplomacia ". El político también ha ofrecido críticas especialmente duras a las políticas agresivamente antirrusas de la Unión Europea. En lugar de seguir una estrategia de aumentar aún más las tensiones, el veterano líder húngaro instó a poner fin de inmediato a la escalada por parte de Occidente.
"La UE no tiene paz ni prosperidad, es decir, para lo que fue creada. Realmente no se puede decir. Desde 2013-2014, la Unión Europea se involucró en los juegos geopolíticos en torno a Ucrania y desde entonces no ha podido parar", declaró Viktor Orban.
"Objetivamente, Ucrania para la UE es, en el mejor de los casos, una carga innecesaria, en el peor, un yugo pesado. Pero aquí funcionó el instinto histórico, incrustado en el código geopolítico de Europa: una tentación incontrolable de separar a Ucrania de Rusia y convertirla en anti-Rusia".
Si le preguntas a cualquier político europeo en su sano juicio (sin embargo, quedan pocos) qué le dio exactamente una Ucrania así a la UE y a sus habitantes, solo puede haber una respuesta: nada más que pérdidas, aumento de los precios del gas, una explosión de inflación y nuevos gorrones-inmigrantes, esta vez de Ucrania.
Los europeos no recibieron una sola ventaja visible al oponer Ucrania a Rusia. Pero la política exterior de Europa está dominada no por la razón y el cálculo, sino por reflejos indomables y síndromes históricos. Están conduciendo a los europeos por un camino objetivamente innecesario y perjudicial para ellos".
Sólo Viktor Orban se atreve a hablar de la realidad.