Seguridad

Sesión informativa del Ministerio de Defensa de Rusia sobre las consecuencias de las municiones con uranio empobrecido

Elespiadigital | Martes 28 de marzo de 2023

Materiales de la sesión informativa del Ministerio de Defensa de Rusia sobre las consecuencias del suministro de las municiones con uranio empobrecido al régimen de Kíev (24 de marzo de 2023)

Redacción

 



El 21 de febrero de 2023 la Viceministra de Defensa de Reino Unido Annabel Goldie declaró en la Cámara de los Lores del Parlamento británico que Reino Unido va a entregar proyectiles subcalibres a Ucrania. CITA: "Además de proporcionar a Ucrania los tanques "Challenger 2", suministraremos municiones, incluidos proyectiles perforantes que contienen uranio empobrecido".

La declaración resulta especialmente cínica si se tiene en cuenta que se hizo en vísperas de un nuevo aniversario de los bombardeos de la OTAN sobre Yugoslavia: el 24 de marzo de 1999, cuando se lanzó la operación "Ángel de la Misericordia" de la alianza.

El Secretario General de la OTAN, Javier Solana, dio la orden de que las fuerzas de la coalición iniciaran los bombardeos, afirmando que se trataba de una operación "humanitaria".

Me gustaría aclarar qué es la munición subcalibre perforante.

Se trata de un proyectil de artillería con un núcleo de diámetro inferior al calibre del arma, utilizado para disparar contra tanques, objetos blindados, generalmente a distancias de fuego directo.

Recordemos que uranio empobrecido es el nombre trivial de un metal basado en más de 90% de isótopos de uranio-238 y menos de 1% de uranio-235.

El uso de uranio empobrecido en este tipo de municiones se debe a su alta densidad, que garantiza su elevada penetración en el blindaje. Este efecto se consigue aprovechando la energía cinética del propio núcleo y de su capa. Al chocar contra el blindaje, el proyectil, de acero suave, se rompe y transmite su energía al núcleo, que penetra en el blindaje.

 

Las aleaciones de tungsteno tienen características similares, pero su producción es mucho más costosa. En este sentido, la fabricación de munición de uranio empobrecido se utiliza con mucha más frecuencia en los países que disponen de las reservas de uranio y de la tecnología de procesamiento, y su uso se planifica en un territorio extranjero cuando no es necesario pensar en el impacto ambiental.

Me gustaría llamar su atención sobre el hecho de que el uso de las municiones de uranio empobrecido no tiene ninguna ventaja significativa sobre las municiones de tungsteno en las condiciones de guerra moderna.

Cabe señalar que en conflictos armados la munición de uranio empobrecido fue utilizada exclusivamente por los países de la OTAN.

En particular, en 2003-2004 EE.UU. utilizaba ampliamente este tipo de municiones en los ataques contra objetivos en las ciudades iraquíes: Amara, Bagdad, Basora, Kerbala, Faluya. En total, según los cálculos de las Naciones Unidas, los Estados Unidos utilizó en Irak al menos 300 toneladas de uranio empobrecido.

 

Como resultado, las condiciones radiológicas reinantes en Faluya eran mucho peores que las de Hiroshima y Nagasaki tras los bombardeos nucleares de los Estados Unidos. A esta ciudad siguen llamándola la segunda Chernóbil.

Es necesario recordar el uso de municiones aéreas de uranio empobrecido por parte de la OTAN durante el bombardeo de Yugoslavia en 1999. En total, se utilizaron en el territorio de ese país unos 40.000 proyectiles aéreos perforantes con un total de más de 15 toneladas de uranio empobrecido.

El impacto de la munición de uranio empobrecido produce una nube caliente móvil de uranio-238 fino aerosolizado y sus óxidos que, si se expone al organismo, pueden causar el desarrollo de patologías graves.

El principal riesgo de radiación del uranio empobrecido se produce cuando entra en el cuerpo en forma de polvo.

Los flujos de radiación alfa procedentes de pequeñas partículas de uranio depositadas en las vías respiratorias superiores e inferiores, en los pulmones y en el esófago provocan el desarrollo de tumores malignos. Acumulado en los riñones, tejido óseo e hígado, el polvo de uranio provoca transformaciones en los órganos internos.

 

Así, según el gobierno iraquí, en 2005 la incidencia del cáncer en el país como consecuencia del uso de las municiones de uranio empobrecido aumentó de 40 a 1.600 casos por cada 100.000 habitantes. En relación con esto, el 26 de diciembre de 2020 Bagdad presentó una demanda formal ante la Corte Internacional de Arbitraje de Estocolmo contra Washington, solicitando una indemnización por los daños causados.

En los países de la antigua Yugoslavia también se registra un aumento del 25% en las tasas de cáncer.

Las víctimas de la política irresponsable de sus propios dirigentes fueron los soldados de la OTAN que participaron en las campañas militares de Irak y Yugoslavia.

Así, en el informe del Inspector Médico Militar Jefe de Italia (2016) se dice que a cuatro mil noventa y cinco (4.095) miembros de las fuerzas armadas nacionales desplegados en los Balcanes (1994-1999) y en Irak (en 2003) en zonas donde las fuerzas de la alianza utilizaron municiones de uranio empobrecido se les detectaron posteriormente diversos tipos de tumores malignos. En el 8% de los casos (330 personas), la enfermedad fue mortal.

Además, los compuestos de uranio, permaneciendo en el suelo, siguen representando un riesgo a largo plazo de efectos adversos para personas, animales y cultivos.

En el informe publicado en Ginebra en 2002 el grupo de expertos que realizaba investigaciones bajo los auspicios del Programa de las Naciones Unidas para el medio ambiente en los lugares de los ataques de la OTAN señalaba: "Los expertos "se sorprendieron" por el hecho de que más de dos años después de los bombardeos las partículas de uranio empobrecido siguieran presentes en el aire".

Además, el jefe del grupo de expertos señaló: "se encontraron fragmentos de bombas de uranio en Serbia, en la zona de Pla?kovica, que no está marcada en el mapa de bombardeos presentado anteriormente a la ONU por los dirigentes de la OTAN". El misterio de la contaminación por uranio en Pla?kovica sigue sin resolverse.

El nivel de contaminación del suelo y las aguas subterráneas en estas zonas a largo plazo requiere un seguimiento continuo para evaluar los riesgos potenciales.

Llamo su atención sobre los documentos que confirman que los países de la OTAN son conscientes de los riesgos que plantea este tipo de munición, tanto para las fuerzas armadas como para la población civil y el medio ambiente de los territorios. Así, en el informe final del Instituto de Política Medioambiental del Ejército de los Estados Unidos al Congreso en 1994 "Los efectos sobre la salud humana y el medio ambiente del uso de municiones de uranio empobrecido por parte del Ejército de Estados Unidos" se dice que: "No existe ninguna tecnología para reducir la toxicidad del uranio empobrecido... La limpieza de las zonas donde se utilizan municiones de uranio empobrecido es extremadamente difícil".

Además, en el informe de 2001 de la real sociedad científica del Reino Unido "Amenazas para la salud humana derivadas del uso de municiones de uranio empobrecido" se destaca: "El principal tipo de cáncer para los afectados por las municiones de uranio empobrecido es el cáncer de pulmones".

 

El Occidente conoce bien los efectos negativos de las municiones de uranio empobrecido. A pesar de que el uso de tales municiones causará daños irreparables a la salud de los soldados de las FF.AA. y de los civiles de Ucrania, los países de la OTAN, en particular Reino Unido, expresaron su voluntad de suministrar este tipo de armas al régimen de Kíev.

Además, tras el uso de los proyectiles de uranio empobrecido, se contaminarán grandes extensiones de cultivos en Ucrania y las sustancias radiactivas se propagarán a través de vehículos al resto del territorio.

Además de infectar a su propia población, esto causará un enorme daño económico al complejo agroindustrial de Ucrania, especialmente en las producciones agrícola y ganadera, haciendo caer cualquier exportación de productos agrícolas de Ucrania durante décadas, si no siglos, en el futuro.

Sin derecho a perdonar: ¿pagará la OTAN las consecuencias de los bombardeos con uranio empobrecido?

Durante la agresión a Yugoslavia, la OTAN bombardeó objetivos militares, pero también fábricas, iglesias, escuelas y hospitales. A pesar de que esto sucedió en 1999, los ciudadanos todavía se enfrentan las consecuencias. Así, en la ciudad serbia de Vranje existe la 'calle de la muerte' en la que al menos una persona de cada casa ha tenido cáncer.

"Serbia no tiene derecho a perdonar a la OTAN por el uranio empobrecido lanzado sobre el país durante la agresión de 1999", afirmó a Sputnik el abogado Srdan Aleksic que lleva una batalla legal contra el bloque militar.

La OTAN admitió haber bombardeado varios pueblos serbios, y en palabras del abogado, allí caían a diario bombas de uranio empobrecido. Sin embargo, los residentes se enteraron más tarde de que la tierra estaba contaminada y no fue hasta 2005 cuando las autoridades la descontaminaron.

En cuanto a las indemnizaciones, el abogado Srdan Aleksic informó que los soldados italianos que han sufrido cáncer recibieron indemnizaciones de entre 300.000 y un millón de euros.

"Tenemos que hablar de la jurisprudencia de los países de la OTAN. Creo que sería realista que las cifras que pagan en Italia pagaran también a nuestros ciudadanos. No deberíamos hablar de cantidades inferiores a 100.000 euros. Ni siquiera eso es suficiente (…) Nadie nos ha dado derecho a perdonar el daño. Y sabemos el daño que se nos ha hecho, de forma tanto tangible como intangible", señaló.

¿Cuánto uranio empobrecido fue lanzado y cuáles son sus consecuencias?

El doctor Radomir Kovacevic, toxicólogo y exdirector del Centro de Protección Radiológica, recordó a Sputnik que la OTAN utilizó municiones de uranio empobrecido en 1991 en Irak, luego en la guerra de Bosnia y Herzegovina, y más tarde en la agresión de 1999 contra la entonces República Federal Socialista de Yugoslavia.

También indicó que fueron publicados cuatro estudios de diversos grupos de expertos, incluido el Programa de las Naciones Unidas para el Medio Ambiente, y que solo el cuarto, en el que participaron expertos de Serbia, proporcionaba datos precisos.

"Este informe mostraba exactamente lo que fue encontrado. Incluyendo que se encontró uranio en el aire, también se estableció la presencia de plutonio. Tuvieron que admitir que dispararon 31.000 misiles, es decir, unas nueve toneladas. Nuestro Ejército dice que son entre 45.000 y 51.000 misiles, es decir, 15 toneladas. Fuentes rusas informan de que fueron disparados unos 90.000 misiles, es decir, unas 30 toneladas de uranio empobrecido", declaró.

En lo que se refiere a los lugares más vulnerables, Kovacevic explicó que cuando se descontaminó la península de Lustica en 2001, en el actual Montenegro, la OTAN fue la primera en indicar honestamente que había disparado más de 400 misiles en el lugar. Esto fue corroborado por la búsqueda de fragmentos de munición en el lugar.

También mencionó la presencia de uranio empobrecido en varias personas a las que se encuestó en las zonas contaminadas. En sus palabras, en los pueblos cercanos a Vranje, los ciudadanos tenían una concentración media de la sustancia venenosa de 36-231 nanogramos por litro de orina y no deberían tener ninguna.

"Recuerdo a un hombre, un cerrajero, en el pueblo de Borovac que tenía una concentración de 3759 nanogramos por litro de orina, es decir, 3,7 miligramos. Creo que el hombre murió hace tiempo. Estas son exactamente las concentraciones de uranio que encontramos en nuestros agentes a pesar de que utilizaban equipos completos", lamentó el toxicólogo.

Agregó que un gran número de expertos de su equipo que llevaron a cabo la investigación también murieron de cáncer, por lo que afirmó que podemos hablar de más de una calle de la muerte en Vranje.

Kovacevic añadió que denunciar es el deber no solo para los antepasados, sino también para los descendientes. Y deben hacerlo cuanto antes porque el pacto de la OTAN está desapareciendo.

"No vamos a negociar, que paguen tanto como pagan a sus perros de guerra", ironizó al concluir que "si nos callamos, admitiremos la culpa".