El vicecanciller y ministro de Economía de Alemania, Robert Habeck, reconoció que el desarrollo económico de su país se basó en el suministro de gas "barato" ruso, pero aseguró que ese modelo económico ha terminado.
"Alemania tiene un modelo económico que se desarrolló en gran medida en la dependencia del gas ruso barato", dijoHabeck durante una conferencia de prensa con motivo del anuncio del establecimiento de un impuesto especial al gas que forma parte de los esfuerzos para distribuir entre los consumidores finales los altos costos de reemplazar el hidrocarburo procedente de Rusia.
El vicecanciller enfatizó que dicho modelo "falló y no volverá", al tiempo que calificó a Moscú como un "enemigo" del derecho internacional y de "la democracia liberal y sus valores". Según Habeck, el país euroasiático ha interrumpido "arbitrariamente" el suministro de gas a la Unión Europea, por lo que el Gobierno germano ha optado por la "amarga medicina" del impuesto para "rescatar" a las empresas que se encuentran en dificultades.
"Todas las medidas tienen consecuencias"
"Este arancel es la forma más justa posible de distribuir y asumir entre la población los costos adicionales que se han acumulado. La alternativa no es ningún impuesto, sino el colapso del mercado energético alemán y, con él, gran parte del mercado energético europeo", argumentó el ministro de Economía.
La nueva contribución, de 2,4 euros por kilovatio hora, entrará en vigor el 1 de octubre y estará vigente hasta abril del 2024. De esta forma, la factura de una familia promedio de cuatro integrantes aumentaría en unos 500 euros al año (alrededor de 508 dólares), detallóReuters.
"Todas las medidas tienen consecuencias y algunas de ellas también son imposiciones", admitió Habeck, añadiendo que estas decisiones ayudarán a Alemania a obtener la independencia energética y "actuar soberanamente" en cuestiones de política exterior y seguridad.
Antecedentes
Alemania se ha apoyado durante largo tiempo en el gas natural ruso para impulsar su industria manufacturera. Sin embargo, este modelo ha sufrido varios golpes en los últimos años, incluyendo los confinamientos por la pandemia del covid-19, la agenda sobre el cambio climático que la Alianza 90/Los Verdes, de la que Habeck es copresidente, viene impulsando en la coalición gobernante y las sanciones contra Rusia.
Por su parte, Moscú se ha mostradodispuesto en reiteradas ocasiones a cumplir con todos los contratos energéticos pendientes, pero Berlín rechaza los compromisos a largo plazo, en parte debido a sus preocupaciones ambientalistas, quedando ante un mercado al contado con los precios por las nubes.
Los políticos y la prensa occidental culpan a Rusia de utilizar la energía "como un arma" para "chantajear" a la Unión Europea. Sin embargo, la crisis energética en el bloque comunitario se hizo evidenteya en la primera mitad del 2021, cuando las naciones del bloque agotaron sus reservas de gas después de una temporada de invierno relativamente fría y los precios se dispararon.
La situación empeoró con la imposición de sanciones antirrusas por la operación militar de Moscú en Ucrania. Rusia respondióexigiendo pagos en rublos por sus envíos de gas a Europa.
Además, antes del operativo militar ruso, el Gobierno alemán ordenó detener el proceso de certificación del gasoducto Nord Stream 2, que conecta a Rusia y Alemania a través del fondo del mar Báltico. Su construcción terminó en septiembre del 2021 pese a la oposición de EE.UU., Ucrania y otros países, aunque la infraestructura no llegó a operar por motivos políticos.
La tubería permitiría aumentar las capacidades de entrega del Nord Stream 1 y duplicaría el suministro de gas natural ruso hacia territorio alemán. Sin embargo, Berlín se opone rotundamente a la puesta en funcionamiento del nuevo gasoducto, argumentando que esta acción equivaldría a "levantar una bandera blanca en Alemania y Europa" ante Moscú.
Rusia afirma que la crisis energética se debe a los "malos cálculos" de la UE, que apostó por las energías renovables, que no dieron los resultados esperados pese a sus gigantescas inversiones. Asimismo, lamenta que los políticos occidentales no reconozcan sus "errores" y, en su lugar, prefieran "demonizar" al país euroasiático.
Según la petrolera saudita Saudi Aramco, la actual situación en el mercado energético europeo empezó a sentirse antes de la pandemia del covid-19 debido a la falta de inversión en los proyectos de hidrocarburos ante las presiones de la política de energías renovables, así como por el proceso de transición energética, "a menudo caótico y disruptivo".
EE.UU. asigna 68 millones de $ a la compra de 150.000 Tm métricas de trigo ucraniano ¿No era para los países pobres?
La Agencia de Estados Unidos para el Desarrollo Internacional (USAID, por sus siglas en inglés) anuncióque destinará más de 68 millones de dólares a la compra y el transporte de granos ucranianos, en lo que será la mayor exportación de este tipo desde el comienzo de la operación militar rusa en el país vecino. La transacción se realiza en el marco de un acuerdo alcanzadoen julio para permitir nuevos suministros desde los puertos ucranianos del mar Negro.
La USAID ha proporcionado fondos al Programa Mundial de Alimentos, una agencia de las Naciones Unidas que históricamente obtiene la mayor parte de su trigo de Kiev, para adquirir, trasladar y almacenar un estimado de 150.000 toneladas métricas de trigo con el fin de "ayudar a responder a las peores crisis alimentarias del mundo", aseveró el organismo.
"Para salvar vidas, los trabajadores humanitarios necesitan tener acceso a todos los almacenes de granos disponibles, para entregarlos a las poblaciones que más los necesitan", reza el comunicado. "La apertura del mercado ucraniano es un paso vital en nuestra respuesta de emergencia", señaló la agencia.
El primer envío, realizado desde el puerto Yuzhni, contribuirá a la respuesta humanitaria en el Cuerno de África, donde una devastadora sequía está llevando a millones de personas al borde de la hambruna.
Este suministro se produce unas semanas después que la ONU ayudara a suscribirun pacto entre Ucrania, Rusia y Turquía, que garantizará las exportaciones de granos ucranianos a través del mar Negro, que se habían suspendido tras el operativo ruso en Ucrania.
La deuda pública en España alcanza un máximo histórico
La deuda del conjunto de las Administraciones Públicas españolas aumentó en junio hasta alcanzar un nuevo máximo histórico de 1,47 billones de euros (1,5 billones de dólares) en el segundo trimestre de 2022, lo que supone el 116,8 % del PIB,segúnlos datos publicados este miércoles por el Banco de España.
El informe señala que la tasa de crecimiento interanual se incrementó un 3,6 %, con hasta 50.677 millones de euros más de deuda pública (51.690 millones de dólares).
Suecia recurre a una de las técnicas más contaminantes para generar energía ante la fuerte subida de precios
Suecia se vio obligada a recurrir a la quema de petróleo ante la escasez de energía eólica y las interrupciones en centrales nucleares que provocaron un encarecimiento histórico de los precios energéticos, informaBloomberg.
La central termoeléctrica de Karlshamn, cuya capacidad es de 662 megavatios, ha estado funcionando a unos 200 o 300 megavatios y se ha recurrido a ella "con frecuencia durante la última semana, desde la mañana hasta la noche", indicó al medio el portavoz del operador Uniper SE, Torbjorn Larsson.
La planta, construida a principios de los años 70 y que quema fueloil pesado, ha estado utilizando entre 50 y 70 toneladas de combustible por hora, lo que equivaldría a unos 9.000 barriles diarios en un periodo completo de 24 horas, según los cálculos del medio.
El pasado miércoles, los precios de la electricidad en el sur del país, que es especialmente vulnerable a los bajos niveles de viento tras el cierre de varios reactores nucleares en los últimos años, alcanzaron su máximo histórico al disparase hasta un 51 %.
Si bien la quema de petróleo es una fuente fiable de generación de energía, es una de las técnicas más contaminantes, por lo que parece que la lucha contra el calentamiento global ha pasado a un segundo plano en medio de la crisis energética que afronta Europa. Además, a ello se suma el creciente uso del carbón, necesario para satisfacer la demanda energética en la región.
La inflación en el Reino Unido se dispara al nivel más alto desde febrero de 1982
La inflación en el Reino Unido se disparó en julio a 10,1 %, el nivel más alto desde febrero de 1982, reportóeste miércoles Reuters citando datos oficiales.
Según el medio, los precios subieron un 0,6 % en julio, con respecto al mes previo, sin tener en cuenta los ajustes estacionales. En junio, la tasa anual de inflación en el país fue de 9,4 %.
El crecimiento superó las previsiones de los economistas en una encuesta de Reuters, que preveían que la inflación alcanzaría el 9,8 % en julio.
En este contexto, el canciller de Hacienda británico Nadhim Zahawi afirmóque su mayor prioridad ahora es "controlar la inflación". "Estamos actuando mediante una política monetaria fuerte e independiente, decisiones fiscales y de gasto responsables, y reformas para impulsar la productividad y el crecimiento", agregó el alto funcionario.
La crisis económica se agudiza en el Reino Unido, después de que Boris Johnson se viera obligado a dimitir, en un contexto de adopción de sanciones masivas contra Rusia y con la economía en recesión tras la pandemia del covid-19 y el Brexit.
Recientemente, The Guardian reportó, con referencia a un informe del Instituto Nacional de Investigaciones Económicas y Sociales, que la inflación en la nación británica crecerá hasta niveles "astronómicos" durante el próximo año. Los precios en alza del gas y de los alimentos impulsan la inflación, que podría llegar hasta el 11 % a finales de año, según distintas predicciones.
Moscú ofrece a sus socios comerciales unirse al análogo ruso del SWIFT
Rusia ha propuesto a sus socios de la Organización de Cooperación de Shanghái (OCS) unirse a la alternativa rusa al SWIFT, el Sistema para la Transferencia de Mensajes Financieros (SPFS, por sus siglas en ruso), con el fin de aumentar el volumen de facturaciones en monedas nacionales, declaró el ministro de Desarrollo Económico ruso, Maxim Reshétnikov.
"Para garantizar el trabajo ininterrumpido entre los bancos, sugerimos que los signatarios de la organización se unan al sistema de mensajería financiera ruso", dijo Reshétnikov este martes, citadopor la agencia Interfax, durante una intervención virtual en el segundo foro económico de la OCS que se celebra en Taskent, capital de Uzbekistán.
Según el ministro ruso, es necesario que los países de la Organización de Cooperación de Shanghái continúen promoviendo la compatibilidad total de los sistemas nacionales de pago e impulsen el volumen de liquidaciones mutuas mediante sus propias divisas.
Comercio ruso-chino en monedas nacionales
Entre los beneficios de esas medidas, Reshétnikov citó las cifras del comercio bilateral entre Rusia y China, en la que una cuarta parte de la facturación ya se realiza en rublos y yuanes.
Actualmente, la OCS está conformada por ocho países miembros: China, India, Kazajistán, Kirguistán, Rusia, Tayikistán, Pakistán y Uzbekistán, mientras que entre los Estados observadores interesados en adherirse como miembros de pleno derecho y naciones asociadas se incluyen Afganistán, Bielorrusia, Irán, Mongolia, Armenia, Azerbaiyán, Camboya, Nepal, Turquía y Sri Lanka. La organización se centra principalmente en cuestiones de seguridad, pero entre sus prioridades también figura el desarrollo regional.
Rusia ha venido promoviendo el SPFS desde que fue desconectada del SWIFT en el marco de las sanciones occidentales impuestas por su operación militar especial en Ucrania.
"Solo la mayoría representa a la comunidad internacional", escribió un portavoz del ministerio de Exteriores de China.
Una empresa saudí invirtió más de 500 millones de dólares en el sector energético de Rusia
La empresa saudí Kingdom Holding invirtió más de 500 millones de dólares en el sector energético ruso en el primer trimestre de este año, según los detalles de las últimas inversiones reveladaspor la propia compañía el pasado domingo.
En febrero, Kingdom Holding invirtió 1.370 millones de riales (365 millones de dólares) en el gigante gasístico ruso Gazprom y otros 196 millones de riales (52 millones de dólares) en Rosneft, tratándose en ambos casos de recibos de depósito globales. Entre febrero y marzo de 2022, puso otros 410 millones de riales (109 millones de dólares) en recibos de depósito estadounidenses de Lukoil.
El Fondo de Inversión Pública, fondo soberano de Arabia Saudita gestionado directamente por el príncipe heredero Mohamed bin Salmán, posee alrededor del 17 % de Kingdom Holding, cuyo propietario mayoritario es el príncipe Al Waleed bin Talal.
El año más difícil para la economía rusa será 2023, pero sigue siendo mejor que las previsiones de Europa y Estados Unidos
El Banco Central tuvo en cuenta las muchas probabilidades del desarrollo de eventos y transfirió los pronósticos del PIB al gráfico: "optimista", "pesimista" y "más probable". En cada uno de los tres escenarios, se espera que 2023 sea el año más difícil en términos de inflación, PIB, política monetaria y precios del petróleo.
Según las previsiones optimistas del Banco Central, se espera un ligero aumento del PIB a finales de 2023, según las previsiones pesimistas, habrá que esperar hasta 2025. Según el escenario más probable, a fines de 2022, el PIB disminuirá entre un 4% y un 6%, y la economía comenzará a recuperar las pérdidas de la crisis de las sanciones a fines de 2023.
Lo que vemos hoy: el Ministerio de Desarrollo Económico de la Federación Rusa predijo en marzo una reducción del PIB ruso del 12,4 %, en mayo el pronóstico se "redujo" al 7,8 % y en agosto las cifras disminuyeron al 4,2 %. En 2023, la agencia espera una caída del PIB del 2,7%. Esto es muy bueno para los desafíos globales que enfrenta Rusia. El más severo de ellos es la reducción de las operaciones de comercio exterior con Occidente, lo que llevó a un reformateo completo de las relaciones y la búsqueda de nuevos mercados y la reestructuración de las cadenas logísticas.
Por comparación, en este momento, el PIB de EE. UU. en abril-junio se derrumbó en un tercio, destruyendo todo el crecimiento económico desde 2015.
Análisis: Biden va a arruinar la economía mundial
Matthew Lynn
Podría haberla llamado la Ley de Inmortalidad y Belleza Eterna para Todos. O quizás la Ley de Paz y Armonía Mundial. Pero dejando de lado esos dos, sería difícil pensar en un título más poco honrado para una norma que Ley de Reducción de la Inflación. El último "plan" del presidente Biden para rescatar a la economía estadounidense, y tal vez incluso a la mundial, de los estragos de la subida de los precios fue finalmente aprobado por el Senado, desatando una avalancha de nuevos gastos en subvenciones a la energía verde y a la sanidad.
El problema es que no va a hacer nada para reducir la inflación, y ni siquiera lo intenta. En su lugar, es una repetición del gasto salvaje que Joe Biden lanzó en 2021 y que llevó a la economía mundial a su actual desastre. Avivará aún más la demanda, obligando a la Federal a subir más los tipos de interés; sus mayores impuestos a las empresas obligarán a bajar la inversión y dañarán el mercado de valores; y empujará la rápida escalada de la relación entre la deuda y el PIB de Estados Unidos hacia niveles italianos. La triste realidad es que el peor presidente de los últimos cincuenta años está a punto de volver a hundir la economía mundial, y estamos a punto de asistir a una Biden Quiebra 2.0. La ley nos devuelve al Joe Biden de 2021, el de los impuestos y el gasto.
No en vano compromete al Gobierno a un gasto adicional de 739.000 millones de dólares. De esa cantidad, unos 300 millones se destinarán a subvencionar los costes de la sanidad, mientras que el resto se gastará en la lucha contra el cambio climático, con el objetivo general de reducir las emisiones de gases de efecto invernadero en un 40 por ciento para 2050. Es el tipo de iniciativa que le hubiera gustado a Boris Johnson. ¿Cómo se pagará todo esto? Habrá un nuevo impuesto mínimo para las empresas, un nuevo gravamen sobre la recompra de acciones y una campaña contra la evasión por parte de la Agencia Tributaria.
Por supuesto, no hay nada necesariamente malo en las subvenciones adicionales a la sanidad. Es cara e incluso con las reformas de Barack Obama la cobertura para los estadounidenses más pobres es a menudo escandalosamente mala. Y la lucha contra el cambio climático es una causa que merece la pena, incluso si gran parte del plan viene con un montón de proteccionismo descerebrado incorporado (¿hay alguna diferencia para el clima si su nuevo coche eléctrico se fabrica en Estados Unidos o en Corea del Sur?) Sin embargo, hay un problema, y no es precisamente menor. No va a hacer nada para reducir la inflación; de hecho, la empeorará mucho. He aquí el motivo.
En primer lugar, va a avivar inevitablemente la demanda cuando la inflación aún está por encima del 8%. Mientras que los precios europeos se han disparado por la guerra de Ucrania, no es el caso de Estados Unidos. Este país es autosuficiente en petróleo y gas, y también en cereales (de hecho es un gran exportador de trigo). La guerra no ha supuesto ninguna diferencia para Estados Unidos. En cambio, la inflación fue provocada por el gasto desenfrenado de Biden el año pasado, cuando enviaba cheques de 2.000 dólares a todo el mundo, y la disposición de la Reserva Federal a financiarlo con dinero recién impreso. Si el gobierno vierte otros 739.000 millones de dólares de estímulo en una economía con pleno empleo y una inflación galopante, la Fed no tendrá más remedio que subir los tipos de interés de forma más agresiva, o dejar que los precios se descontrolen por completo.
A continuación, impone una nueva y enorme ronda de impuestos a las empresas. El "impuesto mínimo" es en realidad un aumento encubierto, ya que se impondrá a las empresas con independencia de las deducciones estándar por inversión o I+D o cualquier otro gasto o desgravación general. Además, impone un nuevo gravamen del 1 por ciento a las recompras de acciones, una medida por la que la izquierda estadounidense lleva años haciendo campaña. Se puede argumentar a favor o en contra de esta medida -de hecho, con los elevados impuestos de sociedades, las recompras son una forma eficaz de devolver el dinero a los accionistas-, pero no hay duda de que quitará más dinero a las empresas y causará un enorme daño a Wall Street, que depende de ellas para devolver el dinero al mercado. Si lo sumamos todo, se trata de un enorme aumento del impuesto de sociedades. ¿El resultado? La inversión se verá perjudicada, la oferta de la economía se reducirá y eso hará que la inflación sea aún peor.
Por último, hará que la deuda se dispare. Como habría descubierto Rishi Sunak si hubiera seguido siendo canciller, aumentar el impuesto de sociedades suena fácil, pero el dinero generalmente no se materializa. Las empresas los sortean o se van a otra parte. Biden dará rienda suelta al gasto, pero los ingresos previstos nunca aparecerán, y el déficit subirá y subirá. La relación entre la deuda y el PIB de Estados Unidos ya ha alcanzado la alarmante cifra de 137 puntos porcentuales del PIB, y puede empezar a acercarse a los niveles italianos (actualmente 148 puntos porcentuales del PIB). Al ser la moneda de reserva del mundo, Estados Unidos probablemente pueda salirse con la suya. Pero no tiene sentido pretender que controle la inflación: eso no es lo que hace la deuda.
Al tomar posesión de su cargo, el presidente Biden heredó una economía que ya estaba sobrecalentada por el gasto desenfrenado de su predecesor, y que seguía luchando para hacer frente a la crisis de suministro que dejó la pandemia. Su vasto paquete de estímulo, como muchos economistas advirtieron en su momento, ha provocado el peor brote de inflación en cuatro décadas. Ahora planea redoblar ese catastrófico error. Su Ley de Reducción de la Inflación no hará nada para controlar los precios, sino que volverá a hundir la economía mundial.