
Las tropas estadounidenses están en Alemania por la seguridad transatlántica y defender su poder mundial, declara la embajadora alemana en EE.UU., Emily Haber.
Las tropas estadounidenses están ubicadas en Alemania “no para proteger los intereses de Alemania, sino para garantizar la seguridad transatlántica”, declaró el lunes la embajadora alemana en Estados Unidos, Emily Haber, durante una videoconferencia organizada por el Consejo de Relaciones Exteriores de Nueva York y agregó que Alemania es el “centro de intervención” de Estados Unidos en otras partes del mundo.
A pesar de considerar la cooperación de los dos países en el campo militar y en el campo de la seguridad,“muy estrecha”, Emily Haber señaló que Berlín recibió un aviso de las autoridades estadounidenses sobre la intención de Washington de reducir el número de su contingente militar en Alemania a 25 mil personas.
El presidente de Estados Unidos, Donald Trump, anunció el lunes que su país tiene la intención de reducir el tamaño de su contingente militar en Alemania si el país europeo no paga su despliegue y no paga las deudas de la Organización del Tratado del Atlántico Norte (OTAN).
“Hasta que paguen vamos a retirar a nuestros soldados, como la mitad, y se quedarán como unos 25 000 y veremos a dónde vamos desde ahí, pero Alemania se ha convertido en una morosa. ¿Por qué deberíamos seguir haciendo nosotros lo que hacemos si ellos no van a pagar?”, dio a conocer Trump. Efectivamente, en la actualidad, hay 34 500 soldados estadounidenses en Alemania, junto con 17 000 civiles estadounidenses y 12 000 ciudadanos alemanes trabajando en bases militares estadounidenses en ese país europeo.
Durante su discurso, Trump, también, expresó su insatisfacción con la importación de petróleo ruso en Alemania y el estado de las relaciones comerciales bilaterales entre Estados Unidos y Alemania.
El diario estadounidense The Wall Street Journal anunció a principios de junio que Trump pretendía retirarse unos 9500 militares estadounidenses de este país europeo para septiembre, no obstante, el mandatario no fijó ninguna fecha para el comienzo o final de su decisión y tampoco explicó si esos soldados volverán a Estados Unidos o se desplegarán a otros países europeos.
La portavoz del Ministerio de Relaciones Exteriores de Rusia, María Zajarova, dijo la semana pasada que la reducción del número de los soldados estadounidense en Alemania ayudaría a reducir la tensión político-militar en la región.
La retirada de los soldados estadounidenses de suelo alemán podría contribuir al deterioro de las relaciones Washington-Berlín. Los dos aliados mantienen varias discrepancias: el proyecto del gasoducto Nord Stream 2 y, también, la forma de compartir las responsabilidades en el gasto de la OTAN.
Trump desaira a Merkel y confirma la retirada militar de Alemania
Donal Trump está decidido a retirar buena parte de sus tropas en Alemania. Sin importar el malestar evidente entre parte del Partido Republicano ni atender y algunos senadores, el presidente vuelve a acusar a Alemania de no cumplir con sus obligaciones contractuales con la OTAN. Opina que su país no puede ni debe cargar con las principales cargas económicas asociadas a la defensa común y que, dada la poca disposición a cooperar de sus socios, le corresponde adoptar medidas más contundentes.
Trump habla de retirar hasta 9.950 de los 35.000 soldados. Aunque de sus palabras también se trasluce la posibilidad de dar marcha atrás. «Alemania», dijo, «es muy morosa en sus pagos a la OTAN». Pero distintas fuentes, cercanas al presidente matizan la explosividad de sus declaraciones. Entienden que lejos de tratarse de una medida que castiga a un socio como Alemania busca maximizar la presencia estadounidense y resituar sus tropas en otros países.
Aunque su retórica suena bastante más incendiaria: «Alemania es delincuente, han sido unos delincuentes durante años y le deben miles de millones de dólares a la OTAN, y tienen que pagar. Paguen. Estamos protegiendo a Alemania y son unos delincuentes».
El cruce de acusaciones mutuas y los malentendidos entre Alemania y EE UU vienen de los primeros días de la actual Administración. Hace apenas dos años que Sigmar Gabriel, entonces ministro alemán de Exteriores, acusó a EE UU de acelerar «el cambio climático debido a una menor protección del medio ambiente».
La explosiva visita de Angela Merkel en 2017, cuando sentados ambos en el Despacho Oval, le preguntó a Trump si quería estrechar su mano y él ignoró el ofrecimiento de la canciller alemana.
Trump ha sostenido en varias ocasiones que Alemania es rehén de sus acuerdos energéticos con Moscú. Ha dudado de su verdadero compromiso con la defensa común. Le ha afeado su postura respecto a Irán y el desventurado acuerdo de no proliferación nuclear. Sin contar los resquemores a cuenta de las guerras comerciales, las políticas arancelarias y los impuestos a las importaciones.
EE UU no es solo el socio crucial en el ámbito militar, decisivo dadas las actitudes y aspiraciones del gigante ruso, sino que es también el principal importador de las industrias germanas. Un cliente esencial, por volumen del negocio, al que no conviene desairar. Sin el mercado estadounidense, la industria de la automoción alemana quedaría seriamente herida.
El propio Trump, en 2017, dedicó una de sus reflexiones tuiteras a la balanza comercial mútua. «Tenemos un déficit comercial masivo con Alemania», escribió, «además de que pagan mucho menos de lo que deberían en la OTAN y el ejército. Muy mal para Estados Unidos. Esto cambiará».
En 2018, Heiko Maas, sucesor de Gabriel, le comentó a «Der Spiegel» que, en cuanto a las relaciones con EE UU, «no facilita las cosas cuando te ves enfrentado por tuits sorprendentes a diario».
«Uno de los únicos países que no ha acordado pagar lo que se supone que debe pagar», responde Trump, «es Alemania. «Hasta que paguen, retiraremos a nuestros soldados, algunos de nuestros soldados, aproximadamente la mitad. Luego, cuando lleguemos a unos 25.000, veremos qué hacemos».
La Casa Blanca no olvida que Alemania, y como Alemania muchos otros socios europeos de la Alianza Atlántica, sigue sin cumplir con sus compromisos de gastar el 2% del PIB en defensa.
Tampoco es ajeno al malestar el gigantesco gasoducto Nord Stream 2, objeto de amenazas y sanciones por parte de EE UU
Alemania considera que la retirada de tropas estadounidenses de su bases «debilita a la OTAN»
A pesar de las declaraciones en contra de varios de sus miembros, el Gobierno alemán no ha podido evitarlo. El presidente de Estados Unidos, Donald Trump, ha confirmado que ha dado ya orden al Pentágono de reducir significativamente el número de soldados estadounidenses apostados en Alemania, convirtiendo la seguridad europea en palanca de presión. Tras cifrar en 52.000 los efectivos estadounidenses en las bases alemanas, principal ancla hasta ahora de las fuerzas de Estados Unidos en el sistema de defensa colectiva de la OTAN, ha declarado que «es un coste enorme para nosotros, así que reduciremos el número, lo llevaremos a 25.000».
El anuncio de la decisión no ha estado exento de reproches. «Alemania está pagando a Rusia miles de millones de dólares por energía y luego somos nosotros los que deberíamos proteger a Alemania de Rusia? ¿Cómo se supone que funciona esto? ¡No funciona!», ha dicho, en referencia a la construcción del gasoducto Nord Stream 2 del Mar Báltico, prácticamente listo para transportar gas de Rusia a Alemania, sin pasar por Ucrania y Polonia. Trump también ha acusado a Alemania de discriminar a Estados Unidos en el comercio, en referencia a las fallidas negociaciones con la UE sobre un acuerdo comercial trasatlántico, «que nos han causado daños por cientos de miles de millones de dólares».
La noticia ha caído como un mazazo en Berlín. El jefe del grupo parlamentario CDU-CSU, Johann Wadephul, ha criticado duramente la decisión y ha rechazado en particular el argumento del Gobierno estadounidense la insuficiente inversión alemana en defensa. «La medida y las razones son incorrectas y debilitan a la OTAN. Alemania está intensificando sus esfuerzos de defensa y debe continuar haciéndolo a pesar del coronavirus. Cualquier reducción en la presencia militar exacerba los problemas en lugar de resolverlos», ha dicho, expresando abiertamente el malestar que ha causado la medida. «No es así como se trata con los socios», lamentando un movimiento de tropas que va «en perjuicio de los intereses de seguridad en Europa del Este».
También el presidente del Partido Socialdemócrata (SPD), Norbert Walter-Borjans, ha acusado a Trump de estar haciendo campaña electoral con movimientos de tropas de EE.UU. «¿Exige aumentar el gasto militar ahora, que todos nuestros esfuerzos deben centrarse en controlar la pandemia y relanzar nuestra economía? ¿Cuál es esa cifra de gasto en defensa que, si la economía crece, tenemos que actualizar?». El líder del grupo parlamentario Die Linke (La Izquierda), Dietmar Bartsch, ha señalado que la estrategia del Gobierno alemán de «seguir la doctrina de armas del 2% ha fracasado. ¡El hecho de que un presidente de los EE. UU. esté chantajeando al gobierno federal traspasa una línea prohibida entre socios! La asociación transatlántica se ha convertido en un chantaje transatlántico». Y, finalmente, el jefe de los diputados del Partido Liberal (FDP), Michael Theurer, ha culpado a Berlín, apuntando que «era obvio que la planificación financiera a medio plazo, con la caída del gasto en defensa sería vista como una afrenta por parte de la Administración de EE.UU.», en referencia a la queja de Trump sobre que Alemania era uno de los pocos Estados miembros de la OTAN que no ha acordado cumplir con el objetivo de gasto de defensa. «Alemania ha estado en incumplimiento durante años», es la acusación del presidente estadounidense, «le debe miles de millones de dólares a la OTAN y tiene que pagar eso».
Gasto en defensa
El objetivo declarado de la OTAN es que todos los aliados se acerquen al objetivo de gastar al menos el 2% de su PIB en defensa para 2024. Alemania ha aumentado el gasto de manera significativa en los últimos años, pero todavía alcanzó solamente el 1,38% en 2019, cuando Trump considera incluso que el 2% «en realidad todavía es demasiado poco».
Trump se ha referido además abiertamente, salgando todas las normas de la diplomacia entre socios, al daño económico que la retirada parcial de soldados de Alemania tendría en las áreas circundantes. «Se trata de soldados bien pagados que viven en Alemania y gastan mucho de su dinero en Alemania», ha dicho. Pero la importancia de su decisión trasciende claramente las consecuencias económicas para Alemania, puesto que supone un primer paso hacia la ruptura de los equilibrios de seguridad y defensa que han servido para mantener el status quo geopolítico global desde el final de la II Guerra Mundial. El Gobierno polaco no oculta su ambición de acoger la presencia militar que EE.UU. reduce ya en Alemania, pero Trump no ha desvelado el destino de los soldados, cuyo número, por cierto, difiere según se escuche a Trump o se consulte los datos oficiales del Pentágono, según los cuales en Alemania hay estacionados 34.000 efectivos estadounidenses.
Si Trump retira sus tropas de Alemania, Rusia ganará más poder
Expertos militares estadounidenses advierten que la retirada de tropas de Alemania hará que EE.UU. pierda influencia en la región y cederá el poder a Rusia.
El presidente de EE.UU., Donald Trump, confirmó el lunes los planes de su Administración de reducir a la mitad el número de las tropas estadounidenses estacionadas en Alemania a fin de presionar a Berlín para que aumente su contribución a la Organización del Tratado del Atlántico Norte (OTAN).
Dicho plan ha provocado una ola de críticas entre los mismos legisladores republicanos. Estos señalan que las tropas estadounidenses estaban estacionadas en Alemania desde la Segunda Guerra Mundial, y su presencia ha ayudado a prevenir otra guerra mundial y, lo más importante, ha ayudado a hacer que “Estados Unidos esté más seguro”.
“La presencia militar de los Estados Unidos en Alemania es mutuamente beneficiosa para ambas naciones y refuerza la alianza transatlántica. También es un centro invaluable para las operaciones militares de los EE.UU.”, dijo el martes en un comunicado Jeanne Shaheen, miembro de los comités de servicios armados y relaciones exteriores del Senado.
De acuerdo con Shaheen, el Congreso no debe quedarse de brazos cruzados mientras el presidente Trump “inflige un daño duradero a nuestras relaciones transatlánticas y perjudica nuestros objetivos de seguridad nacional”, agregó.
Mientras tanto, el laboratorio de ideas de línea conservadora Heritage Foundation lanzó un comunicado de prensa el martes que califica la retirada planificada por Trump de craso “error” y pide al Congreso que bloquee cualquier medida para reducir la cantidad de tropas estadounidenses en Europa.
“Con todos los desafíos de seguridad a lo largo de la periferia de Europa, y con una Rusia revisionista amenazando a los Estados Unidos y sus aliados de la OTAN, la capacidad militar estadounidense en Europa debería aumentarse, no reducirse”, manifestó Heritage en un comunicado.
Según las afirmaciones del presidente republicano, actualmente hay 52 000 estadounidenses en las bases alemanas: unos 34 500 soldados en activo y el resto son empleados civiles del Departamento de Defensa.
La lucha por el “Nord Stream 2”: Merkel declaró la guerra del gas a Trump
Anton Orlovsky
La lucha por “Nord Stream 2” se está volviendo más feroz. Incapaz de soportar el comportamiento grosero de la canciller alemana Angela Merkel, quien se negó a asistir a la cumbre del G7, el presidente de los Estados Unidos, Donald Trump, vomita y se enfurece. El jefe de la Casa Blanca dirigió las amenazas directas a Europa.
Así, la parte estadounidense ya ha amenazado a Berlín al retirar el contingente militar estadounidense del país. Se supone que Polonia se convertirá en la nueva ubicación. Al mismo tiempo, Washington insinúa una pérdida de seguridad europea, lo que puede indicar el regreso al «hogar» militar de los EE.UU. o al territorio de un país no europeo.
«(El gobierno de) la República Federal de Alemania fue informada de que la administración estadounidense está pensando en reducir el contingente militar en Alemania», dijo Ulrike Demmer, sub jefe del gabinete alemán.
Con su ultimátum, Trump naturalmente quiere obligar a Alemania a abandonar el apoyo para la implementación del proyecto “Nord Stream 2”. Pero Merkel no tiene prisa por seguir el ejemplo del estadounidense, y hay una explicación simple para esto.
Angela Merkel ya no teme perder un puesto alto (anteriormente ya había anunciado su deseo de irse) y decidió defender su posición hasta el final. Además, sus riesgos están en cierto sentido justificados.
En previsión de la elección de Estados Unidos, Donald Trump no tiene un apoyo tan trascendental: no cumplió las promesas hechas a los estadounidenses y puede perder en noviembre.
Con su posición difícil, Merkel será recordada por los alemanes en el lado positivo. Muchos probablemente incluso olvidarán cómo ella permitió un flujo catastrófico de refugiados del Medio Oriente.
Toda esta situación se puede llamar con razón la guerra del gas de Angela Merkel contra Donald Trump. Además, si el alemán aún exprime al estadounidense, Rusia ganará.
El veto de Hungría deja pendiente el asunto de las reuniones ministeriales de Ucrania-OTAN
BRUSELAS (Sputnik) — El hecho de que Ucrania obtuviera el estatus de socio de la OTAN con posibilidades ampliadas, no significa que fuera resuelto el problema del bloqueo por parte de Hungría de las reuniones de la Comisión Ucrania-OTAN, declaró el secretario general del bloque, Jens Stoltenberg.
"En lo que se refiere a las reuniones de la Comisión Ucrania-OTAN a nivel de ministros, este problema no ha sido resuelto hasta ahora", dijo en una rueda de prensa en Bruselas.
Stoltenberg explicó que Ucrania recibió el estatus de socio con posibilidades ampliadas por ser un socio muy valioso de la OTAN.
"Cooperamos con Ucrania en diversos sectores y queremos profundizar más nuestra cooperación", destacó el jefe de la Alianza Atlántica.
Las relaciones entre Ucrania y Hungría se agravaron tras la aprobación en septiembre de 2017 de la ley ucraniana que limita el uso de las lenguas de las minorías étnicas.
Las nuevas normativas obligan a impartir las asignaturas en ucraniano en todas las escuelas a partir del quinto de primaria.
Hungría, Rumanía y otros países denunciaron que la normativa ucraniana viola los derechos de las minorías.
El año pasado, el titular de Exteriores húngaro declaró que su país seguirá bloqueando las reuniones de la Comisión Ucrania-OTAN a nivel de ministros porque no se avanzó en la solución de los problemas que preocupan a Budapest.
Kiev exige que RTVE española corrija mapa donde aparece Crimea como parte de Rusia
KIEV (Sputnik) — La Embajada de Ucrania en Madrid exigió al Ministerio de Asuntos Exteriores de España, así como a Radio Televisión Española (RTVE), que corrijan el mapa en el que la península de Crimea aparece como territorio de Rusia, declaró la vicecanciller ucraniana Emine Dzheppar.
"El Ministerio de Asuntos Exteriores de Ucrania continúa 'enseñando' geografía a los medios extranjeros. Esta vez, a la compañía de televisión española RTVE, que publicó una infografía sobre la propagación del COVID-19, donde la Crimea ocupada aparece como parte de la Federación de Rusia", escribió Dzheppar en su cuenta de Facebook.
Agregó que "estos sucesos son inadmisibles, y la Embajada de Ucrania en Madrid ya envió a RTVE y al Ministerio de Asuntos Exteriores español una solicitud para que lo corrijan".
Crimea se escindió de Ucrania y se reincorporó a Rusia tras celebrar en marzo de 2014 un referéndum en el que la mayoría aplastante de los votantes —más del 96%— avaló esa opción, en respuesta al violento cambio de gobierno en Kiev.
Las autoridades ucranianas consideran a Crimea un territorio "provisionalmente ocupado".
Moscú ha declarado en repetidas ocasiones que los habitantes de Crimea, de manera democrática y en plena conformidad con el derecho internacional y la Carta de la ONU, votaron a favor de la reunificación con Rusia.
Según el presidente de Rusia, Vladímir Putin, el tema de Crimea "está cerrado definitivamente".
Desde el Ministerio de Defensa francés acusan a la Marina turca de comportamiento agresivo hacia uno de sus buques durante una misión de la OTAN
Desde el Ministerio de Defensa de Francia han acusado este miércoles a la Marina turca de comportarse de forma agresiva hacia uno de los buques de guerra franceses que estaba desarrollando una misión de la OTAN.
Los militares galos han llamado a no pasar por alto esta acción de Turquía, que también es miembro de la Alianza Atlántica.
"Ya hemos conocido pases complicados en la Alianza, hay maneras de superarlos, pero no podemos jugar la política del avestruz y no podemos pretender que no hay un problema de Turquía en este momento en la OTAN", cita Reuters a un representante del ministerio francés.
"Tenemos que verlo, decirlo y manejarlo", agregó el militar en unas declaraciones producidas en vísperas de una cumbre de ministros de Defensa de la OTAN.
Trump presenta una demanda contra su antiguo amigo, John Bolton
La Administración Trump demanda a su exconsejero John Bolton para detener el lanzamiento de su libro por riesgos a la seguridad nacional y problemas criminales.
El Gobierno del presidente de Estados Unidos, Donald Trump, demandó este martes al exasesor de Seguridad Nacional de EE.UU., en un intento por impedir la publicación de su próximo libro de memorias, asegurando que la difusión contiene información clasificada y que puede poner en peligro la seguridad nacional del país.
Por su parte, Bolton ha llamado a Trump mentiroso en el primer clip de su entrevista televisiva con ABC News en horario estelar sobre su polémico libro después de que se revelara que la Casa Blanca evita su publicación.
Según el diario norteamericano The New York Times, el libro que será publicado por Bolton, confirmaría que “Trump retuvo la ayuda militar a Ucrania hasta que las investigaciones que quería que se hicieran contra sus adversarios políticos (Joe Biden y su hijo), se realizaran”.
El rotativo habría presuntamente obtenido una copia antes de la publicación del libro de Bolton titulado “La habitación en donde sucedió” que sería publicado el próximo 23 de junio.
También, el martes pasado, Bolton retuiteó un mensaje de la cuenta de la Unión Americana de Libertades Civiles, advirtiendo que cualquier intento de bloquear la publicación de su libro “está condenado al fracaso”.
“Hace 50 años, SCOTUS (Corte Suprema de EE.UU.) rechazó el intento de la Administración de Nixon de bloquear la publicación de Documentos del Pentágono, estableciendo que la censura del Gobierno es inconstitucional”, aseguró el grupo de derechos.
Se refería a la histórica decisión de la Corte Suprema de 1971 que permitía la publicación de la historia previamente secreta del Pentágono sobre la participación de EE.UU. en Vietnam.
A su vez, el abogado de Bolton, Chuck Cooper, enfatizó que su cliente trabajó durante meses con especialistas en clasificación para evitar la publicación de material clasificado. Según él, la Casa Blanca utiliza información de seguridad nacional como pretexto para censurar a Bolton.
Bolton es el tercer asesor de Seguridad Nacional de la Administración Trump que abandona el gabinete, se consideraba el hombre más agresivo del Gobierno y uno de los motivos de la política de mano dura en las relaciones internacionales de Estados Unidos.