Decenas de personas han muerto durante días de enfrentamientos entre una milicia encabezada por los kurdos, respaldada por Estados Unidos, y combatientes tribales árabes la provincia siria de Deir Ezzor.
Estos combates han puesto de relieve el descontento local con el control de las Fuerzas Democráticas Sirias (FDS), respaldadas por EE.UU., sobre una población predominantemente árabe en Deir Ezzor, en el este de Siria.
después de que la milicia kurdo-siria FDS detuviera a Ahmad al-Jbeil, más conocido como Abu Jawla, comandante del Consejo Militar de Deir Ezzor —un grupo conformado por clanes y tribus árabes, afiliado a las FDS en su lucha contra el Gobierno sirio y las llamadas luchas contra Daesh—.
Las FDS le acusaron de complicidad en múltiples delitos, incluido el tráfico de drogas, la mala gestión de la seguridad, no detener a las células durmientes de Daesh y explotar su posición para intereses personales.
Los combates se llevan a cabo entre miembros de tribus sirias, la mayoría de los cuales habían participado en la guerra contra el Gobierno sirio “y ahora están insatisfechos con el gobierno de las milicias kurdas en Deir Ezzor”.
Según los informes, miembros de tribus árabes enojados por el arresto de Abu Jawla establecieron barricadas y atacaron posiciones y patrullas de las FDS en una serie de ciudades ubicadas a lo largo de la orilla este del Éufrates.
Las milicias kurdas enviaron refuerzos a la provincia en un intento de recuperar el control. La ONU dijo que la mayoría de los enfrentamientos se reportaron inicialmente en Al-Busayra, Dhiban y Shahil, y que continuaron en Shahil y Hawayij durante el fin de semana.
El llamado opositor Observatorio Sirio de Derechos Humanos (OSDH), ha indicado este martes que las milicias kurdas continúan atacando a Dhiban y que están logrando avances en las afueras de la ciudad.
La Organización de las Naciones Unidas (ONU) ha recibido informes no confirmados de 54 civiles muertos en los combates. También se dice que infraestructuras críticas han resultado destruidas o dañadas, incluidos al menos dos hospitales y tres instalaciones de tratamiento de agua.
Estados Unidos, que tiene presencia militar en zonas bajo el control de las milicias kurdas en Siria y es el principal aliado de las FDS, ha instado a todas las partes a cesar los combates de inmediato y llegar a una resolución pacífica.
El Gobierno de Siria controla el territorio contiguo al oeste del río Éufrates. Damasco acusa a las milicias kurdas de “separatismo”, pero han evitado en gran medida el conflicto durante los 12 años de guerra civil.
Mientras tanto, los llamados rebeldes sirios que gozan de apoyos de Turquía dominan extensiones de tierra vecinas a lo largo de la frontera norte de Siria.
