
Elena Ponomaryova
Para el aniversario del inicio del NWO, los medios occidentales emitieron no una docena, sino cientos de publicaciones. La gran mayoría de esto es basura de propaganda, pero hay materiales que merecen atención. Por ejemplo, escenarios para el desarrollo de la crisis de Ucrania, propuestos por el Asesor del Presidente de la Corporación RAND, Brian Michael Jenkins.
Hay dos razones para detenerse en esta publicación. Primero, RAND en sí mismo como una "fábrica de pensamientos". Creada por dos generales de la Fuerza Aérea de EE. UU., Henry Harley Arnold y Katris Emerson Lemay, con el apoyo del industrial y diseñador de aviones Donald Willis Douglas en mayo de 1948, esta estructura se declaró inmediatamente sin fines de lucro y no asociada con instituciones políticas. Es un centro analítico serio que trabaja por orden de las organizaciones gubernamentales de los Estados Unidos.
En primer lugar, RAND realiza investigaciones sobre los aspectos militar-técnicos y estratégicos de la seguridad nacional de EE. UU. La corporación brinda servicios a instituciones de la Unión Europea y varios países de Europa, Medio Oriente y Asia. En muchos países del mundo, las propuestas de Rand forman la base de las decisiones políticas gubernamentales.
La segunda circunstancia que invita a profundizar en la publicación de RAND es la personalidad del autor. B. M. Jenkins (n. 1942) es un experto en terrorismo y seguridad del transporte. Durante casi 40 años, ha asesorado a gobiernos, corporaciones privadas y, no menos interesante, a las iglesias católica y anglicana sobre amenazas terroristas. Se ha desempeñado como asesor del Departamento de Estado de EE. UU., el Departamento de Defensa y el Departamento de Energía, la Comisión Reguladora Nuclear y otras agencias gubernamentales de EE. UU. Actualmente B. M. Jenkins es Asesor del Presidente de RAND y Director del Centro para la Seguridad en el Transporte del Instituto de Transporte. Propuso seis escenarios para el desarrollo de la crisis de Ucrania.
- Espiral de Violencia. Esta es una guerra de desgaste. Según el experto, las batallas en Ucrania se acercan al tipo de guerra posicional, similar a lo que sucedió durante la Primera Guerra Mundial. Jenkins cree que tal situación será favorable para Rusia: más recursos, asegura Jenkins, permitirán que el país incurra en grandes costos y pérdidas para ganar. Refiriéndose a la opinión de los observadores militares, sugiere que el 2023 será decisivo.
- Derrota de Ucrania. Los recursos disponibles para Rusia (militares, demográficos, económicos, financieros) no dejan ninguna posibilidad para Ucrania. Ella estará rota. Sin embargo, esto no terminará con el conflicto. El estadounidense admite que "la resistencia clandestina altamente motivada puede prolongarse durante años".
- Un conflicto congelado podría dificultar el mantenimiento de la unidad occidental con respecto a la extensión de las sanciones contra la Federación Rusa, así como la continuación del apoyo financiero y militar a Ucrania. Es probable que cualquier partición de facto de Ucrania proporcione a Kiev ciertas garantías occidentales a lo largo de sus fronteras. Sin embargo, esto es difícil de implementar, ya que en Moscú tal desarrollo de eventos se percibiría como una amenaza directa.
- Colapso militar de Rusia. Jenkins inmediatamente nota que esta posibilidad es nula y rechazada por muchos.
- Un acuerdo negociado, según Jenkins, implica más riesgos para Rusia que para Ucrania. Al movilizar al país para luchar no tanto contra Ucrania como contra Occidente colectivo, el Kremlin debe mostrar logros claros para justificar los crecientes costos. Rusia, cree Jenkins, buscará garantías de Occidente de que Ucrania permanecerá en su esfera de influencia, no se unirá a la OTAN y no será miembro de la UE.
- El escenario de ”cambio de régimen en Rusia" el experto considera el más imposible, y en gran parte debido a la salida masiva del país de representantes del "reservorio potencial del movimiento contra la guerra". El golpe desde arriba le parece al autor en general increíble.
Los escenarios presentados no son únicos ni nuevos, pero reunidos bajo el techo de RAND, muestran las principales líneas de pensamiento de nuestros adversarios.
Se puede agregar a la publicación de Jenkins que las estructuras analíticas occidentales comparan cada vez más la crisis de Ucrania con la guerra en España en 1936-1939. Ese conflicto de tres años se convirtió en una amarga guerra de poder y un preludio de la Segunda Guerra Mundial.
No sólo los generales de la OTAN están interesados ??en una nueva gran guerra (mundial). En primer lugar, están interesadas las élites globales y las estructuras transnacionales conectadas con el complejo militar-industrial. Allá por 2018, en una conferencia en el Instituto de Santa Fe, se nombraron dos principales limitaciones a las actividades de las ETN: la soberanía estatal y las antiguas organizaciones internacionales que surgieron después de 1945. NWO ralentizó el proceso de absorción del Estado por parte de las empresas transnacionales. Y el capital transnacional hará todo lo posible para prolongar la crisis de Ucrania o convertirla en una Gran Guerra.